20.01.2023 Views

La pregunta y la respuesta - Patrick Ness

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

que desees. —Escupe un poco de sangre que se le acumula en el labio—.

Como habéis hecho tú y Viola.

—No pronuncie su nombre.

—Pero controlar el ruido de otro —continúa—, bueno, eso es mucho más

complicado, mucho más difícil. Es como intentar subir y bajar mil palancas

diferentes al mismo tiempo. Por supuesto, con algunas personas, las

personas simples, resulta más fácil. Y es sorprendentemente sencillo con las

multitudes. De todas formas, llevo años intentando utilizarlo como una

herramienta útil y solo recientemente he tenido algo de éxito.

Reflexiono.

—El alcalde Ledger.

—No, no —dice, alegremente—. Él estaba ansioso por ayudar. No

confíes nunca en un político, Todd. No tienen un centro fijo, por lo que

nunca puedes creerlos. Vino a verme, ¿sabes?, para contarme tus sueños y

las cosas que decías. No, eso no es control, es solo una vulgar debilidad.

Suspiro.

—¿Puede callarse de una vez?

—Lo que quiero decir, Todd —continúa— es que hasta hoy no había

conseguido aproximarme siquiera a obligarte a hacer algo. —Me mira, para

ver si lo entiendo—. Hasta hoy.

Otro BUM en la lejanía. La Respuesta ha vuelto a destruir algo sin razón

aparente. Está demasiado oscuro para ver al ejército, pero a estas horas ya

estarán entrando en la ciudad, se estarán acercando por la carretera.

Y cae la noche.

—Sé a qué se refiere —digo—. Soy consciente de lo que he hecho.

—Lo hiciste todo tú, Todd. —Mantiene los ojos fijos en mí—. Los

zulaques. Las mujeres. Fueron tus propios actos. Sin necesidad de control.

—Soy consciente de lo que he hecho —repito, en voz baja, con un

chisporroteo de advertencia en el ruido.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!