20.01.2023 Views

La pregunta y la respuesta - Patrick Ness

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

por la cual este es el paso más prudente para asegurar la seguridad general.

—Acaricia el cuello de Angharrad. Intento esconder la irritación de mi ruido

al verlo—. No encontré ninguna oposición.

—A ese mitin no asistieron mujeres —digo—. ¿No es así?

Se vuelve hacia mí.

—No sería sensato enardecer al enemigo que se haya infiltrado entre

nosotros, ¿no crees?

—¡Pero son miles! —dice Davy—. ¡Marcarlas a todas será eterno!

—Habrá otros equipos de trabajo —le tranquiliza el alcalde, y después

asegurarse de que tiene la atención plena de su hijo, añade—: Pero estoy

seguro de que vosotros dos superaréis al resto.

El ruido de Davy se anima un poco al oír esto.

—Puedes estar seguro de ello, papá.

Pero también me mira a mí.

Con gran preocupación.

Vuelvo a acariciar el morro de Angharrad. Los mozos sacan a Morpeth,

recién cepillado y brillante de aceite. Ríndete, dice.

—Si estáis preocupados —dice el alcalde, tomando las riendas de su

montura—, preguntaos una cosa. —Se yergue sobre la silla con un solo

movimiento suave, como si estuviera hecho de algún líquido, y nos mira

desde lo alto—. ¿Por qué iba a objetar ser identificada una mujer inocente?

—No os saldréis con la vuestra —dice la mujer, con ciertos restos de

firmeza en la voz.

Detrás de nosotros, el señor Hammar levanta el rifle y le apunta a la

cabeza.

—¿Estás ciega? —le pregunta Davy a la mujer, con la voz un poco

demasiado chillona—. Me estoy saliendo con la mía ahora mismo.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!