20.01.2023 Views

La pregunta y la respuesta - Patrick Ness

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Davy observa cómo ensillan a Trampa en un pequeño potrero, y su ruido

retumba con los rostros de las mujeres cuando las marcamos, con sus gritos

de dolor.

Con las cosas que nos dicen.

—Y si no dejan de huir —continúa el alcalde—, es natural que no dejen

tampoco de estallar.

Se refiere a las bombas. Una por cada noche desde hace dos semanas,

tantas que por fuerza debe haber alguna razón, seguro que es el preludio de

algo más grande, y ninguna mujer ha sido pillada, excepto cuando estalló

una bomba mientras la mujer todavía la estaba colocando. No encontraron

gran cosa, excepto fragmentos de ropa y carne.

Cierro los ojos al pensarlo.

(¿era ella?)

Sin sentir nada.

—Quieres que numeremos a todas las mujeres —dice Davy en voz baja,

apartando la vista.

—Ya te lo he dicho —suspira el alcalde—. Todas las mujeres forman

parte de la Respuesta, aunque solo sea porque la enfermera Coyle es mujer

y, por lo tanto, siente simpatía hacia las otras mujeres.

Los mozos de cuadra llevan a Angharrad a un potrero cercano. La yegua

saca la cabeza por encima de la valla para frotar el morro contra mi cuerpo.

Todd, dice.

—Se resistirán —digo, acariciándole la cabeza—. A los hombres tampoco

les va a gustar.

—Ah, sí —dice el alcalde—. Os perdisteis el mitin de ayer, ¿verdad?

Davy y yo nos miramos. Ayer pasamos todo el día trabajando; no

sabíamos que había dado un mitin.

—Me dirigí a los hombres de Nueva Prentiss —nos explica—. De hombre

a hombre. Les hablé de la amenaza que supone la Respuesta y de la razón

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!