20.01.2023 Views

La pregunta y la respuesta - Patrick Ness

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Porque las ideas viven más allá de la muerte de las personas. —Eructa

en silencio—. Pero no sé qué creen que van a conseguir. El presidente las

encontrará. Es solo cuestión de tiempo.

—También han desaparecido algunos hombres —comento, porque así ha

sido, pero lo que estoy pensando es…

(¿se fue con ellos?)

Me lamo los labios.

—¿Los sanatorios donde trabajan las mujeres están marcados de algún

modo? ¿Hay alguna manera de saber que lo son?

Da un sorbo de agua y me mira por encima de la taza.

—¿Por qué quieres saber algo semejante?

Hago crujir un poco el ruido para disimular cualquier cosa que pueda

delatarme.

—Por nada —respondo—. No me hagas caso. —Coloco el plato de la

cena sobre la mesilla, señal de que puede comerse lo que yo no he

terminado—. Me voy a dormir.

Me echo en la cama, de cara a la pared. Los últimos rayos de sol penetran

por las aberturas de la torre. No tienen cristal, y se acerca el invierno. No sé

cómo vamos a resistir al frío. Coloco el brazo bajo la almohada y flexiono las

piernas, intentando no pensar demasiado fuerte. Oigo al alcalde Ledger

comer los restos de mi cena.

Entonces una imagen llega flotando desde su ruido, flota hacia mí, la

imagen de una mano extendida, pintada de azul.

Me vuelvo hacia él. He visto esa mano por lo menos en dos edificios

distintos camino del monasterio.

—Hay cinco —dice en voz baja—. Puedo decirte dónde están. Si tú

quieres.

Observo su ruido. Él observa el mío. Ambos cubrimos algo, escondemos

algo bajo el resto de los hilos de nuestros pensamientos. Tantos días

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!