20.01.2023 Views

La pregunta y la respuesta - Patrick Ness

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

blanco y pasándome otra bolsa.

—No los llames así —protesta Corinne—. Si nosotros nunca

aprendimos a tratarlos bien, ¿cómo crees que va a tratarlos él?

—Lo siento de verdad —le dice Maddy antes de que yo pueda

preguntarle a Corinne a qué se refiere—, pero ¿no crees que ahora

lo más sensato es preocuparnos por nosotras mismas?

Unos soldados se han dado cuenta de que Corinne ha alzado la

voz. Permanecen inmóviles, siguen apostados junto al porche de un

colmado.

Pero nos están mirando.

—Lo que les hicimos fue inhumano —insiste Corinne.

—De acuerdo, pero ellos tampoco son humanos —replica Thea en

voz baja, sin dejar de mirar a los soldados.

—¡Thea Reese! —Una vena sobresale en la frente de Corinne—.

¿Cómo puedes llamarte sanadora y decir…?

—Sí, sí, tienes razón —interviene Maddy, intentando

tranquilizarla—. Fue horroroso. Estoy de acuerdo. Sabes que todas

estamos de acuerdo, pero ¿cómo podríamos haberlo evitado?

—¿De qué estáis hablando? —pregunto—. ¿Qué hicisteis?

—La cura —contesta Corinne, como si fuera una maldición.

Maddy se vuelve hacia mí con un suspiro de frustración.

—Descubrieron que la cura funcionaba en los zulaques.

—La probaron en ellos —me explica Corinne.

—Pero no solo eso —continúa Maddy—. Ya sabes que los

zulaques no hablan. Mueven un poco la boca, pero es casi como

cuando nosotros chasqueamos los dedos.

—El ruido era el único modo que tenían de comunicarse —dice

Thea.

—Y como nosotros no necesitábamos que nos hablaran para

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!