SILENCIOS REVELADOS

PRIMEROS RECUERDOS
Tan solo una niña
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Y ahí estaba yo, una niña de diez años en la
casa de su abuelita jugando con todos sus
primos, cuando de pronto se escucharon
algunos lamentos; era mi hermano de cuatro
años, el cual estaba bajo mi cuidado. Escuchó
los gritos de mi papá y al ver la escena en que
me encontraba, me tomó del brazo para
llevarme a la sala. Yo ya sabía lo que me
esperaba. Tomó un cinto y comenzó a golpear
mis piernas un par de veces, dejando unos
manchones en mi piel. No sabía cómo me iba a
presentar en la escuela el día siguiente. No es
la paliza lo que me dolió, sino el hecho de que
era tan solo una niña y me castigaron por algo
que no me correspondía.
-Anónimo.
Cifras de tristeza
Cuando era pequeño era muy
fanático a las matemáticas, sentía
que era todo muy fácil y estaba
todo bajo control.
Al ir creciendo me di cuenta que los
problemas matemáticos se
relacionaban con los problemas de
la vida en altas estadísticas como
bullying, abuso sexual, falta de
atención por parte de mis padres
por necesidad económica y un sin
fin de marcas que elevaron mis
cifras de tristeza.
De pronto me enfrenté a una sumatoria de problemas respiratorios, dolores en el pecho, dificultades
para dormir por problemas de diversa índole, que han dividido mi corazón; pero gracias a este
padecimiento llamado ansiedad tengo escasos recuerdos positivos en mi vida...
Ahora solo siento que llegué a este mundo como quien baja a la cocina y se pregunta: ¿A qué venía?
-J.L.