SILENCIOS REVELADOS

ESCRITURA COLECTIVA
IV
Luna de Octubre
¿Por qué hace tanto frío?, ¿Por qué no siento mi
cuerpo?, ¿No puedo moverme?... Me estaba
hundiendo, me hundía lentamente en este lago tan
inmenso, tan profundo, tan oscuro.
Mientras más profundo caía mi cuerpo, más
recuerdos de mi vida habrían llegado, recuerdos
horrendos, que tanto traté de borrar. ¿Sabes?
Envidio a quien puede salir de este lago, envidio a
quien puede tener una mano de un amigo para
apoyarse, ese apoyo, que dice “tranquilo, todo está
bien”.
En este lago lleno de lágrimas, de aquellos que
fuimos abandonados, de quienes nos quedamos
callados, de quienes somos silenciados por las
personas egoístas y codiciosas; justo aquí donde mis
lágrimas me asfixian para quitarme la vida, llegó él.
Su luz era tan resplandeciente que al momento que
mis ojos se abrían de poco a poco, no logré ver
alguna mano extendida; me encontré con una
persona jalándome a la superficie, una persona con
más fuerza que cualquier otra.
Mojados, empapados de lágrimas, ambos salimos de
ahí. Mi respiración se aceleró, me sentí de la misma
forma que cuando sacan a un pececillo del agua,
sentía que me moría, pero entonces ¿Por cuánto
tiempo estuve en ese lugar?, y como por arte de
magia el chico respondió “fue complicado, pero
pudimos hacerlo”, ¿Pudimos?, pero si yo estaba sola,
o eso creía.
El chico y yo hablamos de lo que había sucedido,
me contó que no fui la única en ese lago, no son mis
únicas lágrimas y que él ayuda a todo aquel que
entra en ese lugar. Poco a poco nos hicimos
cercanos, tanto que nos frecuentamos cada
madrugada de todos los domingos a las 4 de la
mañana, me da calidez, abrazos y apoyo emocional.
Él es mi familia, quien me sacó de mi muerte, quien
me ama y me apoya; así como yo le amo y lo apoyo
en todo. Él es mi luna, mi luna de octubre.
V
“El calor de la familia no tiene
comparación ni valor monetario”
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Es aquí donde me doy cuenta de que la familia es lo más
importante en la vida de las personas, no se compara a ningún
bien material, riquezas y placeres, cada familia es única,
especial y aunque no sea perfecta es tu familia. Nunca
olvidaré ese día y lo importante que fue para mí y me
cuestiono ¿qué pasaría si no tuviéramos una familia?
20 de junio de 2021
Mi cumpleaños número dieciocho estaba ahí, sería el último
cumpleaños en casa, toda mi familia estaba reunida, siempre
fue una familia muy unida, ese tipo de familia que sabes que
cuando los necesitas puedes contar con ellos, con todo su
apoyo y sobre todo su amor incondicional. Pero lo que nunca
nadie imaginó fue que esa sería la última vez en la que mi
familia estaría completa y este fue el hecho que me marcó.
23 de enero de 2022 7:00 p.m.
Le envié un mensaje para saludarla, saber cómo estaba, yo
estaba emocionada por volver a casa el fin de semana.
23 de enero de 2022 9:30 p.m.
Recibí una llamada que cambió mi vida por completo, me
destrozó el corazón, no podía creer lo que estaba pasando,
colgué la llamada aferrándome a que lo que me decían no era
verdad.
24 de enero de 2022 1:30 a.m.
El camino a casa fue eterno, yo solo quería llegar para poder
comprobar que lo que me estaban diciendo no era verdad, no
podía hacerme a la idea.
Es aquí donde vuelvo a cuestionarme ¿Cómo puedes decirle
adiós a una persona que lo único que hizo fue demostrarte su
amor de una y mil formas diferentes, quién te regaló los
mejores momentos de tu infancia? Su pérdida me sigue
doliendo, una vez más la vida me ha quitado un pilar muy
importante, un pedacito de mi corazón. Extraño los viernes
llegando…
¿Lo notaron cierto? Quién pensaría que estas cinco personas
tenían algo en común, personas que conviven día con día en
un salón de clases, unidas por el significado propio de familia,
de un lugar seguro. Un refugio. Todas nosotras con historias
diferentes, pero con un mismo objetivo, tener una familia con
quien compartir la vida.