SILENCIOS REVELADOS

ESCRITURA COLECTIVA
PÁGINA 26
MI SUEÑO, MI
DECISIÓN
AUTORES: ROSAURA LÓPEZ, DANNA BARBOSA, ALEJANDRA ARAIZA, PABLO MURILLO,
FERNANDA VÁZQUEZ E ITZABELLA CABRAL
LLa mayor parte del tiempo la sociedad es la que dicta qué te espera en tu vida, son ellos los que eligen por qué
debes o no ser… -¡Toño! Anda, apresúrate, necesito que la leche ya esté lista para el mediodía.
-¡SÍ!
Esa es la voz de mi mamá, la voz que todos los días me levanta por las mañanas para recordarme que mi vida está
en este pueblo, en ordeñar a las vacas, cuidar de los caballos, alimentar a las gallinas y lo más importante, arar la
tierra para la siguiente cosecha de maíz del año.
Soy afortunado por tener a Pedro, mi mejor amigo; él, en cambio, tiene una vida muy diferente, una mucho mejor que
la mía, pues él sí tiene la suerte de dedicarse a la escuela, estoy muy orgulloso de él, yo sé que es muy bueno que su
vida sea así, y lo mejor de todo es que siempre me apoya y me motiva para lograr mis sueños.
-¡Toñito! ¿Qué andas haciendo? Ya te dije que deberías agarrar un libro y estudiar, ¿o qué no quieres perseguir tu
sueño tan anhelado?
-¡Claro que sí, Pedro! Solo que si no ayudo a mi familia, la cosecha no va a estar lista para el evento de la ciudad
y tú sabes que son importantes nuestros productos en esa reunión.
-Sí, tienes razón, pero también es importante tu educación, toma este libro, espero y despierte tu interés en la
lectura.
-¡Gracias! De verdad que sí quiero, pero sabes que a mis padres no les gusta para nada la idea de que yo estudie,
que sea alguien en la vida; dicen que no tengo tiempo para tonterías porque en el campo nací y moriré trabajando
la tierra. Aunque estoy pensando en juntar un dinerito para irme a estudiar a la ciudad, acabar con la alfabetización
de comunidades como la de nosotros, pero en verdad te agradezco por siempre apoyarme en el sueño de ser un
profesor.
-Me gusta tu actitud de querer cambiar este mundo empeñando por tu comunidad, Toñito, ya que todos deberían
tener la oportunidad de estudiar y no solo de tener una vida de campo. Yo estaré siempre apoyándote y brindándote
lo que sea que necesites y que tenga que ver con perseguir tus sueños.
Así, terminó mi día, pensando en lo maravilloso que sería enseñar a los niños; en que allá afuera hay un gran mundo
por descubrir, y que para emprender ese viaje, lo único que deben de hacer es empezar a creer en la educación, una
muy distinta a la que reciben, pero lamentablemente para eso necesitaba estudiar primero antes de tomar el camino
de educar. Me recosté en mi catre roto y comencé a leer el libro que me regaló Pedro, el cual trataba temas que no
comprendía muy bien; para eso necesitaba estudiar.
Pasaban los días y comenzaba a tener un poco de monedas en mis manos, pero no era suficiente para ir a estudiar
lejos de la comunidad. Mientras tanto, mi madre sospechaba que yo no quería seguir trabajando en el campo, pues
conforme pasaba el tiempo, mis ganas por cumplir mi sueño, crecían y esto hacía que mi actitud de regar los cultivos
o atender a los animales fuera distante a como lo hacía habitualmente.
-Toño, ¿qué te pasa? Últimamente, tienes la cabeza en todos lados, menos en donde deberías; no se te ocurra
seguir pensando en la tontería de estudiar como tu amiguito ese, no sabe que se va a morir de hambre al estudiar, o
dime ¿acaso te quieres morir de hambre?