SILENCIOS REVELADOS
Fanzine del curso Didáctica de la lengua y la literatura
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ESCRITURA COLECTIVA
PÁGINA 25
Cada día que transcurría yo buscaba alejarlo de mi lado, pero sentía una pesada carga. Nada lograba manejar mi
sed de escucharlo, cada vez se volvía más incontrolable y mis planes de tocar al lado de Víctor se volvían muy
difíciles. Mi obsesión por él me llevaba a pensar infinitas situaciones con el fin de no permitir seguir con mi antigua
vida, sostuve que la esperaría todo el tiempo que fuese necesario, sólo tendría que tener mucha paciencia y esperar
para saber qué hacer.
De alguna manera pensaba y me reclamaba a mí misma que no era justo esto que estaba pasando, yo necesitaba
salir, dar ese gran brinco para lograr y hacer lo que tanto quería, tocar esa guitarra a lado de Víctor, porque me
encantaba escuchar cada una de sus cuerdas, tuve que armarme de valor, todas las noches antes de irme a dormir
pensaba, ¿cómo le haré?, ¿qué pasará si todos me dan la espalda?
De un momento a otro tomé una decisión, sin importarme las consecuencias y aunque el mundo me diera la espalda,
nada de eso importaba porque me tenía a mí misma y eso era suficiente para poder lograr lo que yo quería, lo único
que necesitaba era romper esos estereotipos de seguir los pasos de la familia, yo quiero ser diferente y ¡lo tengo que
hacer!
Entonces, busqué a Víctor y hablé con él, le comenté lo que estaba pasando, la situación en la que me encontraba,
yo solo quería que él me comprendiera, lo cuál hizo y me dijo que estaría conmigo en todo, yo no esperaba ese
apoyo de él, por un momento lo pensé mientras veía su cara cuando le contaba lo que estaba viviendo, pero fue
todo lo contrario a mis pensamientos, creo que esa era una razón más para poder hacer lo que yo quería.
Le pedí a Víctor que me acompañara con mi “familia”, era una realidad que debía de enfrentar, no puedo negar que
a pesar de los malos momentos que pasamos, las apreciaba y aprecio mucho, y fueron una de las mejores etapas de
mi vida, pero era momento de despedirme de ese mundo, ya no pertenecía ahí. Primero hablé con la “madre” de
nuestra familia, al ver a Víctor a mi lado, ella no tenía buena cara y por su lenguaje corporal notaba el odio que
sentía hacia a él, pero cuando me volteó a ver, todo cambió, todavía no mencionaba ni una palabra cuando con una
sonrisa me dijo “quédate donde te sientas feliz, todos tenemos que crecer y seguir nuestro rumbo; puede que
parezca un adiós, pero es un hasta pronto, solamente te pido que recuerdes que nunca estarás sola y a pesar de la
distancia con nosotras, siempre tendrás a personas que te quieran y se enorgullezcan por ti”.
Después de esas palabras, mis ojos se volvieron cristalinos, sentía un nudo en la garganta que no me permitía hablar,
lo único que pude hacer fue abrazarla y soltar en llanto. Había imaginado todo tipo de escenarios menos éste,
aunque fue el menos creíble, fue lo que en realidad sucedió. Hoy en día, esa “familia”, a la que en algún momento
pertenecí, ya no está unida, cada una de ellas siguió su camino, como yo, y eso me consuela, y aunque sea solo por
las redes sociales, tenemos contacto para ver la felicidad de las demás.
El tiempo pasa rápido y voy rumbo a los 30, no puedo mentir que a veces extraño el pasado, esos tiempos de
felicidad y tristeza donde me sentía yo, y no sé si esto es por la nostalgia del momento, pero aunque es difícil, daría
todo lo que tengo el día de hoy por regresar el tiempo atrás, ser joven de nuevo, revivir el pasado aunque sea solo
una vez y no para cambiarlo, sino para encontrarme como si fuera la primera vez con esas experiencias.
Siendo sincera, si me preguntan ¿qué cambiaría del pasado? mi respuesta sería
nada, ya que tanto los momentos malos como los buenos, son aquellos que me
convirtieron en esta persona que soy, ya que uno aprende más de los errores y las
derrotas, que de los triunfos y las glorias. Y fueron las mismas que me llevaron
hasta aquí. Ahora, tengo una disquera con Víctor, somos compositores y
cantautores muy reconocidos, llenos de trabajo y felicidad, por ello sé que tal vez
mi vida no fue fácil, pero es buena hasta el día de hoy.
AUTORES:
Modesto López
Alexis Fernando Cruz
Jonathan Alexis Loera
Leslie Gómez
Ricardo Ruelas
Carolina Rentería