SILENCIOS REVELADOS

ESCRITURA COLECTIVA
PÁGINA 24
Un guitarrista en específico me brindó su abrigo, me mostró que el arte, ve más allá de lo que se puede ver, el arte
también se escucha, se huele, se prueba, se siente. Luego de secar mis lágrimas, se presentó conmigo, Víctor, luego
me invitó a su concierto que él y su banda tendrían el fin de semana siguiente.
El día del show estaba indecisa en ir, estaba segura que las chicas se enojarían conmigo, más de lo que ya estaban,
pero la melodiosa voz de Víctor y la bella forma en que deslizaba sus dedos por las cuerdas me atraparon, así que
confirmé mi asistencia. Llegué al lugar, un bar recóndito de Avenida Independencia en el que podían presentarse
bandas amateur a cambio de propinas y algo para tomar; tuve un conjunto de emociones encontradas, estaba
emocionada por volver a escuchar a New Avenue, la banda de Víctor, aunque también nerviosa, pues nunca había
asistido a algo similar.
Había algunas personas, pero no se parecían en nada entre sí, había algunos hombres con mucho vello en la cara y
la cabellera despeinada, mientras que otros eran muy refinados, peinados con mucho gel y utilizando ropa ajustada,
del mismo modo, había un conjunto de olores inexplicables, algunos similares al tabaco, aunque mucho más
penetrantes, y otros parecidos a una farmacia; tal vez a muchos les parecería un lugar desagradable, pero a mí me
gustó.
Cuando lo vi arriba del escenario solo confirmé la admiración que ya sentía por él. La tranquilidad que inspiraba en
mí era inexplicable, y es que a pesar de apenas conocerlo, su música provocaba en mí sentimientos inigualables.
Estuve tan tranquila viendo toda la presentación, a pesar de la gente, del ruido, de todo. Víctor se dirigió conmigo
para invitarme a ir con él y los demás a un pequeño cuarto donde los dejaban descansar después de cada show.
Estaba tan emocionada que le dije lo mucho que me había gustado y lo bien que la había pasado. La verdad es que
su banda y él habían sido muy amables conmigo, a pesar de lo mal que mis "hermanas" habían hablado de ellos, eso
no parecía importarles.
La noche anterior había sido magnífica, y Víctor se había ofrecido a enseñarme a tocar la guitarra, era algo que
siempre había llamado mi atención pero nunca lo había tomado tan en serio. Víctor era un excelente guitarrista, su
pasión por la música hacía que las melodías vibraran por todo mi cuerpo y que sintiera sensaciones que jamás había
sentido con ninguna otra cosa. Estaba tan emocionada por aprender que ni siquiera me percaté de qué manera iba
a lograrlo sin que mis "hermanas" se dieran cuenta. Víctor siempre fue tan comprensivo y paciente, las clases siempre
eran los días que no estaba frente a un lienzo, a la hora que no tuviera que estar mezclando colores y en lugares
donde el sonido de las cuerdas no fueran escuchadas. Sí, fue difícil tener que estar ocultando aquello que me hacía
sentir viva y más aún, ocultarlo a personas que eran tan importantes para mí, pero en ese momento no había nada
más que me hiciera volver a sentir yo.
Desde que Víctor llegó a mi vida, no tengo otro objetivo más que aprender a tocar guitarra, quizá así algún día no
solo tenga que estar viéndolo en el escenario ser tan perfecto pasando sus dedos sobre cada cuerda, tan bien solo
como él lo sabe, sino, puedo estar a pocos centímetros de él tocando a su lado; pero no puedo dejar mis lienzos a un
lado, mis “hermanas” se darían cuenta de inmediato y no sé qué sucedería conmigo si ellas se fueran de mi lado, son
mi hogar y no lograré estar sin ellas.
Desde el primer momento de mi sentir, comprendí que estaría haciendo una jugada arriesgada para alejarlo o
acercarlo definitivamente a mi lado. Mostrarle abiertamente mi condición social, gustos y vida sin necesidades y
colmada de todo problema, que sobrepasaba las metas que pobremente proponía él; y que tal vez sería un fracaso,
pues mi "madre" nunca reconoció lo que en verdad fui, lo que sé hacer; y debo reconocer que esta vez no lograré lo
que tanto deseaba y todo eso que me quitaba el sueño cada noche. Pensar que el bienestar de los demás es más
importante que el mío es enfermo, pero así soy yo, quizá mi "madre" y mis "hermanas" tengan razón de todo.
Conociéndome sólo se trataba de una experiencia de aprendizaje, algo pendiente que necesitaba para cerrar una
etapa de mi vida.