SILENCIOS REVELADOS

ESCRITURA COLECTIVA
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para poder hacer sus deberes y correr a buscar su resplandor de sol. Cuando llegó la hora, Amado y Damián
partieron su caminata hacia el castillo. Cuando llegaron, la princesa estaba sentada en la misma fuente y con la
misma sonrisa. Amado se acercó un poco de prisa, tanto que la princesa les preguntó si se habían perdido de nuevo.
-¡No!- Respondió Amador. –La verdad no podía dejar de pensar en ti y quería preguntarte si podemos ser amigos. –
Claro que sí-, respondió la princesa. Yo no tengo amigos y todas las tardes a la misma hora salgo a platicar con este
pececito que vive en esta fuente. Me encantaría platicar con alguien que me responda y me comprenda también.
Como esa tarde, cada tarde de cada día del año, Amado y Damián visitaban a la princesa para platicar y jugar
juntos. Hacían todo lo que los buenos amigos hacen.
La madre de los niños aunque era menos el tiempo que pasaba con ellos, se sentía feliz de ver qué tenían una amiga
tan buena como la princesa; pero lo que los niños no sabían, era que su madre estaba muy enferma, tenía un
problema en el corazón, ella solo callaba y sonreía para ocultar su dolor, ya que no podían costear las medicinas
para su tratamiento y aun así estaba feliz de disfrutar la felicidad de sus hijos.Un día escucharon al doctor hablando
con su madre:
-Tienes que encontrar la forma de costear el medicamento, si no lo haces, tu corazón podría fallar en cuestión de
días-.
Los niños no pudieron medir el tiempo que le llevó a su madre colgar el teléfono y desplomarse por el piso
rápidamente, aunque asustados, llamaron a emergencias, al llegar al hospital el doctor les dijo a los niños que su
madre necesitaba un nuevo corazón. Amado desesperado va en busca de la princesa a pedirle ayuda.
-¡Princesa, ayúdanos por favor, mi mamá necesita un corazón de lo contrario morirá!-.
-No te preocupes Amado, yo te ayudaré y tu mamá va a estar bien, pero prométeme que siempre la vas a cuidar y
querer mucho-.
-Sí, princesa, lo prometo, solo sálvala-.
La princesa y Amado se apresuraron a llegar al hospital y en cuanto llegaron la princesa habló a solas con el doctor y
ambos entraron al quirófano junto con la madre de los niños, los niños pasaron horas de espera sin saber de su
madre, ni de la princesa, al poco tiempo vieron salir al doctor.
-Chicos, su madre ya recibió su corazón y va a estar muy bien, ahora lo único que necesita es descansar y tener
ciertos cuidados especiales-.
-Muchas gracias doctor, ¿pero dónde está la princesa?-
En el rostro del doctor solo se podía ver tristeza, fue entonces, donde los chicos supieron que la princesa le había
dado el corazón a su madre. Los niños pasaron a ver a su madre y a pesar de estar felices con la noticia de su
madre, no pudieron ocultar su tristeza por la princesa.
Su madre los abrazó y Amado sintió cómo su tristeza se iba, en ese momento entendió que su madre era lo más
importante y que ella sería siempre su mejor amiga.
Cuando su madre recuperó las fuerzas para caminar decidió ir al bosque a buscar el castillo de la princesa para
agradecerle a su padre personalmente, los niños la acompañaron y al llegar al castillo entraron, pues la puerta
estaba abierta y todas las personas sentadas en el comedor.
–Buenas tardes, perdón por entrar así rey, pero quería agradecer lo que su hija hizo por mí, fue muy especial y
siempre la recordaré-, dijo la madre de los niños.
El rey sonrió, abrazó a la madre de los niños y los invitó a sentarse en el comedor, a partir de ese momento, una vez a
la semana eran los invitados al Castillo para comer,, pues de esta manera, el rey se sentía en familia con la
presencia de su hija de alguna forma.
Amado estaba feliz, pues tuvo la familia que siempre quiso.