SILENCIOS REVELADOS

COLUMNAS
de Presidenta Municipal del municipio anteriormente
mencionado, Eufrosina es reconocida como una de las
mujeres más relevantes en la promoción y defensa de los
derechos políticos de las mujeres.
De la política al feminismo, del dolor a la soledad, todo
enmarcado en el amor, a partir de las vivencias de una niña
indígena que tuvo el coraje y el valor de quebrantar la ruta
establecida de pobreza y marginación social y mental que
le rodeaba, niña que salió en busca de un mejor futuro tal y
como lo hace saber en “Los sueños de la niña de la
montaña”, siendo esté el primer libro de su autoría en ser
publicado.
A través de sus vivencias personales, recrea temas políticohistóricos,
además y como lo predice el título, la superación
personal es un tema muy evidente del cual la autora nos
hace saber a través de las líneas escritas.
“Porque yo ya no estoy dentro de esa estadística de
pobreza y marginación, que todo el mundo piensa que es
marginación alimenticia, pero no, porque en casa había
maíz, chayotes, duraznos, zarzamoras, quintoniles,
verdolagas, hongos. No, yo hablo de la pobreza de la
mente, pues cuando una mente no se educa, tiene miedo
de defender su libertad, su dignidad, de defender la idea
de que no pertenece a un grupo vulnerable, que es tan
igual como los otros y que nadie decide por ti”.
Como sociedad hemos trascendido y avanzado en un sinfín
de rubros con la esperanza de cubrir la mayoría de las
necesidades que se nos presentan, pero ese avance sólo se
ha quedado en lo material, dejando de lado el avance en
reformas en pro de temas como los “sectores vulnerables”,
refiriéndome a las comunidades indígenas pues como
sociedad juzgamos y reprimimos al pensador diferente,
atacamos y callamos a lo que desde nuestro criterio no va
como las normas lo establecen, similarmente, vemos cómo
las personas con poder establecen y recortan normas desde
juicio propio sin medir consecuencias de lo que llegase a
pasar, utilizando sin medida todo el recurso posible para
favorecer algunos cuantos y olvidando a los que realmente
lo necesitan.
Como el caso de Eufrosina Cruz, existen muchos, personas
que abandonan sus hogares con ideas espectaculares que
no se pueden desarrollar en lugares en los que pueden
llegar a ser incomprendidos, lugares con personas que se
encargan de exterminar hasta el último deseo de
superación. Como sociedad influimos bastante en estos
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estándares, pues romantizamos lo extranjero y atacamos y
discriminamos lo endémico; nos hemos encargado de crear
clases sociales con la intención de pertenecer a algunas de
nuestras creaciones, regateamos lo artesanal y lo colorido,
pero si viene prefabricado y aun con costos exagerados lo
adquirimos por el simple hecho de “andar a la moda”.
Desde luego, reflexionar en torno a ¿cómo podemos romper
estos paradigmas?, y ¿qué podemos hacer desde nuestras
pequeñas trincheras donde abundan las hojas y los
bolígrafos?; en primer lugar, pienso, deberíamos de generar
una cultura donde florezca el respeto por nuestros iguales,
además, de romper con lo establecido. Pienso que, mostrar
este tipo de lecturas a los jóvenes estudiantes permitirá
tener una concepción panorámica de lo que acontece muy
dentro de las entrañas de México, permitiendo visibilizar lo
que no se nos cuenta en las televisoras, para permitir ir más
allá de lo que se hace visible en la cultura del consumismo y
lo que nos ocultan en los medios masivos de comunicación.
Finalmente, creo que como sociedad tenemos una gran
responsabilidad en nuestras futuras decisiones, pues está en
nosotros fomentar una cultura de igualdad, una cultura de
respeto que prevalezca no solo con los indígenas sino en
una sociedad en general.