SILENCIOS REVELADOS
Fanzine del curso Didáctica de la lengua y la literatura
Fanzine del curso Didáctica de la lengua y la literatura
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MICROCUENTO
PÁGINA 09
1:00 p.m.
8:00 P.M.
La puerta de mi habitación se abre con fuerza, haciendo un
sonido agudo y dominante. entra una mujer con una voz de
coraje. Sus movimientos y actividad corporal evidenciaban
su alteración. Levanta la sábana y tira de mi cabello
gritándome en el oído que me levantara y le diera las cosas
que había tomado de su tocador la noche anterior. Yo no
había tomado nada.
El primer recuerdo que permanece en mi cabeza dando
punzadas, lo sobrepienso y aparece la pregunta: ¿qué hice
para que se enojara tanto? Tenía siete años.
2:00 p.m.
La mujer entra al hogar, toma asiento en uno de los sillones
de la sala. Se vistió con ropa descubierta, no llevaba sostén
y su busto se asomaba en gran parte, llevaba una falda
corta y aretes de aros. La mujer se levanta y dice que saldrá
a una reunión. Las 3 niñas se miraban decepcionadas, se
quedarían solas en casa de nuevo.
El hombre llega, pregunta por la mujer, y las niñas le dan la
respuesta que cualquier ser humano de nueve años
mencionaría: “salió con sus amigas”. El hombre baja la
mirada decepcionado y manda a las niñas a dormir. Eran
muy jóvenes para entenderlo.
3:00 p.m.
El hombre recibe una llamada, es la mujer, contenta y
plena, o al menos así se escuchaba. Le menciona que irá a
un viaje de trabajo, Nayarit, México. El hecho de que no
mencionara a las niñas lo enfureció, intentó reclamar,
quería desatar su coraje, pero la llamada había terminado.
Al llegar a casa, se dio cuenta de que la mujer no estaba.
Dejó la decepción, no se despidió.
AUTORA: ITZABELLA CABRAL
4:00 p.m.
El regreso de la mujer después de una semana. Se notaba
diferente, más feliz, como si hubiera vuelto a nacer. Pero al
ver al hombre, se sintió una vibra diferente, se aproximaba
otra vez la escena de una película de terror, siempre había
un suspenso y después venía la acción. La mujer se acercó
a él, aferrándose a su camisa, rompiéndola. Se dirigió al
comedor, una manzana de cristal azotó en el piso. Con el
palo de la escoba golpeaba el techo mientras expresaba el
odio hacia el hombre. Gritaba: “¡destruyo este infierno
porque lo único que importa aquí es el dinero!”. Las niñas
limpiaban el desorden mientras la mujer dormía.