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es necesario para hacer fortuna no es más que eso, una idea, pero no siempre se
confirma en el mundo real. Tal como he dicho anteriormente, hacerte rico para
demostrar lo que vales puede que no te haga de lo más feliz, así que es mejor que te
dediques a crear riqueza por otras razones. Pero lo importante es que tengas presente
que tu sentimiento de falta de mérito no te impedirá hacerte rico. Desde un punto de
vista estrictamente financiero, podría tratarse, de hecho, de una baza a tu favor.
Dicho esto, quiero que captes lo que voy a compartir contigo. Éste podría ser
fácilmente uno de los momentos más importantes de tu vida. ¿Estás preparado? Aquí
va.
Reconoce que lo de si eres o no lo bastante valioso es todo una “Historia”
inventada. Nada tiene significado excepto el que nosotros le damos. No sé tu, pero yo
jamás he oído hablar de nadie que al nacer pasase por la rueda de “sellado”. ¿Te
imaginas a Dios poniendo un sello en la frente de cada persona a medida que fuesen
llegando al mundo? “Valioso..., no valioso... valioso, no valioso..., no valioso. ¡Uf!...,
definitivamente no valioso”. Lo siento, no creo que funcione de ese modo. No hay
nadie que venga y te ponga el sello de “valioso” o “no valioso”. Lo haces tú. Tú te lo
inventas. Tú lo decides. Tú y sólo tú determinas si vas a ser valioso. Es simplemente
tu perspectiva. Si tú dices que eres valioso, lo eres. Si dices que no eres valioso, no lo
eres. De cualquier modo, vivirás dentro de tu propia historia. Esto es de una
importancia tan fundamental que voy a repetirlo otra vez más: vives dentro de tu
propia historia. Así de sencillo.
PRINCIPIO DE RIQUEZA:
Si tu dices que eres valioso, lo eres.
Si dices que no eres valioso, no lo eres.
De cualquier modo, vivirás tu propia historia.
Entonces, ¿por qué tendría la gente que hacerse esto a si misma? ¿Por qué tendría
la gente que inventarse la historia de que no vale lo suficiente? Es, simplemente, la
naturaleza de la mente humana, la parte protectora de nosotros que va siempre
buscando lo malo. ¿No te has fijado nunca en que una ardilla no se preocupa por estas
cosas? ¿Te imaginas a una ardilla diciendo “Este ano no voy a recolectar muchas
nueces para prepararme para le invierno porque no valgo lo suficiente”? Lo dudo,
porque esas criaturas de menor inteligencia jamás se harían eso a sí mismas.
Únicamente la criatura más evolucionada del planeta, el ser humano, tiene la
capacidad de limitarse así.
Uno de mis propios dichos es el siguiente: “Si un roble de treinta metros de altura
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