01.01.2023 Views

El-laberinto-de-la-soledad-Octavio-Paz-_2_

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

EL DOBLE significado de la sociedad —ruptura con un mundo y tentativa

por crear otro— se manifiesta en nuestra concepción de héroes, santos y

redentores. El mito, la biografía, la historia y el poema registran un período

de soledad y de retiro, situado casi siempre en la primera juventud, que

precede a la vuelta al mundo y a la acción entre los hombres. Años de

preparación y de estudio, pero sobre todo años de sacrificio y penitencia, de

examen, de expiación y de purificación. La soledad es ruptura con un

mundo caduco y preparación para el regreso y la lucha final. Arnold

Toynbee ilustra esta idea con numerosos ejemplos: el mito de la cueva de

Platón, las vidas de San Pablo, Buda, Mahoma, Maquiavelo, Dante. Y

todos, en nuestra propia vida y dentro de las limitaciones de nuestra

pequeñez, también hemos vivido en soledad y apartamiento, para

purificarnos y luego regresar entre los nuestros.

La dialéctica de la soledad —«the twofold motion of withdrawal-andreturn»,

según Toynbee— se dibuja con claridad en la historia de todos los

pueblos. Quizá las sociedades antiguas, más simples que las nuestras,

ilustran mejor este doble movimiento.

No es difícil imaginar hasta qué punto la soledad constituye un estado

peligroso y temible para el llamado, con tanta vanidad como inexactitud,

hombre primitivo. Todo el complicado y rígido sistema de prohibiciones,

reglas y ritos de la cultura arcaica, tiende a preservarlo de la soledad. El

grupo es la única fuente de salud. El solitario es un enfermo, una rama

muerta que hay que cortar y quemar, pues la sociedad misma peligra si

alguno de sus componentes es presa del mal. La repetición de actitudes y

fórmulas seculares no solamente asegura la permanencia del grupo en el

tiempo, sino su unidad y cohesión. Los ritos y la presencia constante de los

espíritus de los muertos entretejen un centro, un nudo de relaciones que

limitan la acción individual y protegen al hombre de la soledad y al grupo

de la dispersión.

Para el hombre primitivo salud y sociedad, dispersión y muerte, son

términos equivalentes. Aquél que se aleja de la tierra natal «cesa de

pertenecer al grupo. Muere y recibe los honores fúnebres

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!