01.01.2023 Views

El-laberinto-de-la-soledad-Octavio-Paz-_2_

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

La ausencia de precursores ideológicos y la escasez de vínculos con una

ideología universal constituyen rasgos característicos de la Revolución y la

raíz de muchos conflictos y confusiones posteriores.

Se conocen los antecedentes inmediatos del movimiento. En primer

término, la situación política y social del país. La clase media había crecido

gracias al impulso adquirido por el comercio y la industria, que si estaban

en su mayoría en manos extranjeras, utilizaban un personal nativo. Había

surgido una nueva generación, inquieta y que deseaba un cambio. La

querella de las generaciones se alía así a la discordia social. El gobierno de

Díaz no era nada más un gobierno de privilegiados, sino de viejos que no se

resignaban a ceder el poder. La inconformidad de los jóvenes se expresaba

por un ansia de ver alguna vez realizados los principios del liberalismo. Los

primeros ideales revolucionarios son predominantemente políticos. Se

pensaba que el ejercicio de los derechos democráticos haría posible un

cambio de métodos y personas.

A la inquietud de la clase media debe agregarse la de la naciente clase

obrera. La legislación liberal no preveía ninguna defensa contra los abusos

de los poderosos. Campesinos y obreros vivían desamparados frente a

caciques, señores feudales e industriales. Pero los campesinos mexicanos

poseían una larga tradición de luchas; los obreros no solamente carecían de

los más elementales derechos, sino de una experiencia o una teoría en que

apoyar sus demandas y justificar su combate. La ausencia de tradiciones

propias hacía de la clase obrera la clase desheredada por excelencia. A

pesar de esta situación estallaron varias huelgas, reprimidas sin piedad. Y

más tarde los obreros decidirían uno de los episodios más importantes de la

lucha civil: sus líderes se alían a Carranza y firman el «Pacto de la Casa del

Obrero Mundial y el Movimiento Constitucionalista». (17 de febrero de

1915). A cambio de una legislación obrera, se ligaba el proletariado a una

de las facciones en que se dividió el movimiento revolucionario. Desde

entonces la clase obrera ha dependido, más o menos estrechamente, de los

gobiernos revolucionarios, circunstancia de capital importancia para

entender al México de nuestros días, según se verá más adelante.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!