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EL NARRATORIO ANTOLOGIA LITERARIA DIGITAL NRO 82 DICIEMBRE 2022

Antología de cuentos de autores de habla hispana

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temblequear y la reposó en su regazo, cerró los ojos y quedó sumido

en sus cavilaciones.

Evocó las últimas diligencias en la ciudad, la negación de la

eutanasia por parte del concejo médico de su EPS. “Hijueputas, no

les sirvo muerto porque dejan de recibir mi plata” musitó en silencio,

solo con un leve movimiento de labios.

En las conversaciones de los últimos meses con su hija,

orientó su discurso al tema de la muerte, sin embargo, no logró

convencerla de que había que celebrar la muerte a voluntad con la

trascendencia de una clausura. Ella asimilaba su postura racional,

pero nunca lo asumió como un precepto moral, y menos aplicado a

un ser querido. Por eso tuvo que urdir su temerario plan de huida

para escapar primero de los que amaba, y luego escapar de sí

mismo.

Se desveló varias noches repasando el itinerario, al que le iba

agregando detalles hasta darle el carácter sagrado de un ritual.

En cuanto al tiempo y lugar, no lo dudó mucho, su

cumpleaños se acercaba, y aún tenía en la retina una puesta de sol

que lo había cautivado años atrás, durante un viaje por carretera

que hizo a Barranquilla. Era muy dado a observar atardeceres, el

mar y el cielo de la noche. Así que tres días antes del fin, empezó

este periplo en la terminal de autobuses de Bogotá con una maleta

de rodachines medio vacía. Despertó de súbito y en su banca había

dos palomas esperando que les diera de comer, como es habitual en

los viejos y palomas que se posan en las bancas de los parques. Miró

la hora y se paró con dificultad, ya era tiempo de su última cena.

Dejó su sopa de verduras a medias y pasó al hostal, como

deshaciendo sus pasos. Se vistió la única muda de ropa que traía y

la que se quitó la metió al cesto de basura. En su maleta quedaba

solo una prenda que usaría luego. Pasó a hacer el check-out, sin

pedir devolución por los días adicionales que había pagado. La mujer

de la posada, le ofreció el ayudante, para que le llevara la maleta

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