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EL NARRATORIO ANTOLOGIA LITERARIA DIGITAL NRO 82 DICIEMBRE 2022

Antología de cuentos de autores de habla hispana

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Mi cojera provenía de una mala caída de un caballo, que me

ocurrió cuando niño. El hueso nunca soldó bien, y quedé con ese

defecto, que no me impedía desempeñarme razonablemente bien en

las funciones de la granja, pero que motivó que me excusaran de ir

al frente. Sin embargo, yo aportaba algo a la lucha, manteniendo

comunicación en secreto con la Résistence; incluso, bien escondidos

en la leñera, guardaba algunos pertrechos bélicos para eventuales

atentados contra el invasor.

De súbito, un dedo helado me recorrió la columna vertebral.

¡Si este alemán llegaba a descubrir eso...!

Aquella noche fue para mí una eternidad de horrible

tormento, alternando intervalos de un sueño plagado de pesadillas

con lapsos de inútiles esfuerzos por liberarme de mis ligaduras.

Pude arrastrarme hasta aquella puerta cerrada del cuarto, pero ¿de

qué habría servido? En lo íntimo de mi ser, no quería estar más

cerca. No deseaba oír nada de lo que estuviera ocurriendo allí...

Habría sido como sufrir mil heridas en el alma.

Todo mi ser era un solo dolor de músculos agarrotados y

huesos martirizados por mi forzada postura. Sumido como estaba

en aquel légamo moral, mezcla de odio y amargura, aun las

necesidades más bastas del cuerpo quedaron relegadas; diría que

milagrosamente, no me asaltaron en el curso de tantas horas de

martirio.

Creí que la mañana no llegaría nunca... Pero, por supuesto,

el sol salió como siempre, indiferente a los conflictos y pasiones de

esta triste y desorientada humanidad.

Y ellos también aparecieron... Y los tuve frente a mí... ¡Y

estaban asidos de la mano..., con dedos entrelazados!

Retorcí todos mis músculos, en un vano intento por

incorporarme, soltando, a la vez, un turbión de improperios y

maldiciones. Cuando logré silabear algo coherente, exclamé, con voz

deformada por la angustia y la rabia:

—¡Mylène! ¿Estás bien? ¿Te hizo algo ese desgraciado? ¡Si se

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