21.12.2022 Views

EL NARRATORIO ANTOLOGIA LITERARIA DIGITAL NRO 82 DICIEMBRE 2022

Antología de cuentos de autores de habla hispana

Antología de cuentos de autores de habla hispana

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

A

mamá no le gustaba que fuéramos solos por la calle.

Siempre nos llevaba al colegio, y luego nos iba a

buscar. Tampoco nos dejaba ir al parque con los

demás niños. Yo pensaba que siempre había sido así,

pero Bastián decía que fue a raíz de lo de papá.

Alguna vez fuimos al parque en algún cumpleaños, después de

mucho insistir, pero no podíamos subir a los columpios, ni al

tobogán. Se ponía muy nerviosa, nos gritaba “¡Cuidado!” todo el

tiempo, intentaba estar siempre a nuestro lado pero, como éramos

cuatro, no lo conseguía y acababa teniendo problemas para respirar.

Nuestra casa de entonces tenía un pequeño jardín trasero.

Estaba tapiado por sus tres costados y para mamá era un lugar

seguro en el que podíamos jugar. Por las tardes nos soltaba en el

jardín y nos vigilaba por la ventana mientras hacía sus arreglos de

costura. En el jardín delantero no podíamos estar porque no estaba

protegido y podía entrar cualquiera. A mí me gustaba más el de

delante porque tenía árboles para esconderse y un tronco tumbado

que parecía un avión.

Mamá nos quería mucho. A mí me daban pena esos niños

que llegaban al colegio con un brazo roto o heridas en las rodillas.

Mamá decía que sus madres no los cuidaban bien. Nosotros apenas

teníamos accidentes, algún chichón contra una puerta como

máximo, mamá tampoco nos dejaba correr por la casa.

Yo sentía que éramos la familia perfecta, siempre juntos. Eso

decía mamá.

Pero había una cosa que envidiaba de mis compañeros: cómo

disfrutaban la Navidad. Nosotros no la celebrábamos, y eso sí que

era desde lo de papá. En casa no había adornos, ni luces, ni dulces

navideños. Por eso cuando descubrí el pino del jardín delantero me

pareció mágico. Tenía unas bolas blancas como de nieve adornando

toda la copa. Me hubiera gustado coger una, pero mamá no nos

dejaba trepar a los árboles. Durante varios días se convirtió en mi

celebración secreta, cada vez que pasaba delante de él, tarareaba

53

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!