21.12.2022 Views

EL NARRATORIO ANTOLOGIA LITERARIA DIGITAL NRO 82 DICIEMBRE 2022

Antología de cuentos de autores de habla hispana

Antología de cuentos de autores de habla hispana

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

U

n río furioso del ande arrastra en sus aguas a un

hombre de incalculable edad que manotea

desesperado, revolcándole, hundiéndole,

castigándole. El hombre busca con la mano algo en

qué aferrarse, pero el torrente le hace revoltijo con

los arbustos arrancados, con palos de pescadores improvisados, con

la rocalla agresiva que le rasmilla su cara y los pies, al tiempo que

se desliza por los recodos. Le hunde contra las piedras en la

profundidad, pero él se impulsa y vuelve en sí con una bocanada de

aire que logra en el exterior, manotea hacia la orilla, pero las aguas

le impiden atrayéndolo hacia el centro. De pronto sus manos sienten

las pajas bravas de la orilla y se aferra con las fuerzas que le quedan,

sin tiempo para más, así de automático, así de natural. El consuelo

que encuentra es vivificante. El río se molesta y le mantea con

brusquedad, le golpea con todo lo que arrastra. Él soporta los golpes

y se acomoda para trepar, la corriente hace que se suelte una mano,

pero no está para ceder, se impulsa con fuerza, con devoción única

vuelve a tomar la paja que, para su suerte, no se desprende. El río

prosigue con el trabajo, le quita la ojota que le queda y le va jalando

con voracidad para sumergirlo en sus profundidades, pero él concibe

el momento como un combate en que no debe rendirse. En la

vorágine había perdido ya el sombrero, las provisiones, lo que le

quedaba era la vida, tenía sensación de resucitado, ya no podía dejar

pasar por las aguas esa vida que le quedaba, por eso tomó más

fuerza, se recogió con aplomo y salió del río, tambaleando,

vomitando el agua turbia que había tragado. Se sacude como puede

la ropa que está pegado al cuerpo. Luego escurre la camisa y los

pantalones buscando con la mirada llena de esperanza, un lugar

donde ampararse. Pero no halla por ningún lado, entonces mira más

allá, y más allá las nubes van cubriendo el horizonte.

El cuerpo se le contrae con fuerza. Se recuesta en el pedazo

de orilla que la suerte le ha reservado, precisamente en ese lugar, ni

antes ni después, porque más abajo amenazan rocas ceñudas que

33

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!