Freed-Fifty-Shades-Freed-As-Told
Quiero que admitas que te importa. Porque al Christian que yoconozco y al que quiero le importaría.¿Por qué hace esto?Y de pronto, de la nada salen imágenes de Leila y deSusannah y del resto de mis sumisas que me nublan el cerebro.De todo lo que hicimos. De todo lo que hicieron. Por mí. Detodo lo que hice y hago por ellas.Leila, sucia y rota.Mierda.Eso fue una tortura. No querría que ni ella ni ninguna de lasdemás experimentasen eso. Nunca más.—Sí. Sí me importa. ¿Contenta?La expresión de Ana se dulcifica.—Sí. Mucho.Frunzo el ceño.—No puedo creer que esté hablando contigo de esto ahora,aquí, en nuestra cama…Me pone un dedo sobre los labios.—No estamos hablando de eso. Vamos a comer. Tengohambre.Suspiro y niego con la cabeza.Esta mujer me tiene muy confundido. En todos los sentidos.¿Por qué es esto tan importante para ella?Mi dulce y compasiva esposa.—Me cautiva y me desconcierta a la vez, señora Grey.
—Eso está bien. —Me besa, buceando con la lengua en miboca, y no tardamos en perdernos el uno en el otro de nuevo.
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Quiero que admitas que te importa. Porque al Christian que yo
conozco y al que quiero le importaría.
¿Por qué hace esto?
Y de pronto, de la nada salen imágenes de Leila y de
Susannah y del resto de mis sumisas que me nublan el cerebro.
De todo lo que hicimos. De todo lo que hicieron. Por mí. De
todo lo que hice y hago por ellas.
Leila, sucia y rota.
Mierda.
Eso fue una tortura. No querría que ni ella ni ninguna de las
demás experimentasen eso. Nunca más.
—Sí. Sí me importa. ¿Contenta?
La expresión de Ana se dulcifica.
—Sí. Mucho.
Frunzo el ceño.
—No puedo creer que esté hablando contigo de esto ahora,
aquí, en nuestra cama…
Me pone un dedo sobre los labios.
—No estamos hablando de eso. Vamos a comer. Tengo
hambre.
Suspiro y niego con la cabeza.
Esta mujer me tiene muy confundido. En todos los sentidos.
¿Por qué es esto tan importante para ella?
Mi dulce y compasiva esposa.
—Me cautiva y me desconcierta a la vez, señora Grey.