Freed-Fifty-Shades-Freed-As-Told
—Ana, si me meto en la cama contigo ahora, no vas a poderdescansar nada. Duerme. —Hace otro mohín, pero sin ningunapasión. Está demasiado cansada. Le doy otro tierno beso en lafrente—. Buenas noches, nena.Me vuelvo y la dejo. Tengo que llamar a Taipei.
Domingo, 28 de agosto de 2011Ana está grogui cuando vuelvo a la cama. Me deslizo debajode las sábanas, me estiro hacia ella y la beso en el pelo.Murmura algo ininteligible, pero continúa dormida. Cierro losojos. La conversación con los dueños del astillero taiwanés haido bien: un hermano y una hermana haciendo negociosjuntos, es una novedad para mí, y tienen ganas de hablar de lascondiciones en persona. Solo hay que encontrar una fecha. Esla guinda del pastel de un buen día. Bueno, salvo por lo deperder los estribos en el club y dejar fuera de combate algilipollas ese. Sonrío en la oscuridad… No, eso también me hasentado bastante bien. Me quedo dormido con una sonrisa desatisfacción dibujada en la cara.Ana se remueve a mi lado y me despierto, por completo.Como es habitual, tenemos las piernas entrelazadas.—¿Qué ocurre? —pregunto.—Nada. —Está radiante a la primera luz del día—. Buenosdías.Me pasa los dedos por el pelo.—Señora Grey, está usted preciosa esta mañana.
- Page 798 and 799: —La señora Bentley. Vive aquí c
- Page 800 and 801: —Es preciosa, Christian. —Me mi
- Page 802 and 803: —Lo sé. Yo también lo siento. V
- Page 804 and 805: Trago saliva.—Algún día.Su sonr
- Page 806 and 807: las llaves del Audi. Él me ha dich
- Page 808 and 809: —¿Ya has pescado aquí antes?
- Page 810 and 811: Tras un par de intentos, lo consigo
- Page 812 and 813: solo amigos.—Creo que a ella le g
- Page 814 and 815: —¿Y la pesca? —vuelve a pregun
- Page 816 and 817: Subo los peldaños de la escalera d
- Page 818 and 819: —Relájate. Hay desagües en el s
- Page 820 and 821: Dejo que Ana vaya a vestirse para l
- Page 822 and 823: —Bueno ¿qué hay entre Mia y tú
- Page 824 and 825: Anastasia Grey. Uau.Me quedo de pie
- Page 826 and 827: Ella suspira cuando hago presión c
- Page 828 and 829: Bien.Podría tener frío más tarde
- Page 830 and 831: Yo me río cuando el público enloq
- Page 832 and 833: El camarero descorcha el champán y
- Page 834 and 835: La chica se marcha contoneándose m
- Page 836 and 837: la pista, a mover el trasero y a da
- Page 838 and 839: —Sí. He pensado que era ahora o
- Page 840 and 841: —¿Estás bien? —le pregunto.
- Page 842 and 843: Cuando cambian de tema, Ana está s
- Page 844 and 845: —¿Mejor?Ella asiente y me dedica
- Page 846 and 847: —Eres un hijo de puta pervertido.
- Page 850 and 851: La beso en la mejilla. Me busca con
- Page 852 and 853: Me encojo de hombros. Una parte de
- Page 854 and 855: Emito un gruñido ronco desde el fo
- Page 856 and 857: —¡Joder!La agarro por los muslos
- Page 858 and 859: —Solo quiero que me hagas el amor
- Page 860 and 861: arañándome la piel mientras la os
- Page 862 and 863: —Voy a ver si lo encuentro.Martin
- Page 864 and 865: Mierda. ¿Cómo?Joder.Elliot se des
- Page 866 and 867: Espero que no.Espero que esto se ha
- Page 868 and 869: Jueves, 1 de septiembre de 2011Bast
- Page 870 and 871: Cuando llegamos a casa ya no pudo m
- Page 872 and 873: Nadie es capaz de entusiasmarse tan
- Page 874 and 875: —Sí. Por aquí. —Barney señal
- Page 876 and 877: Llaman a la puerta. Espero a Ros pa
- Page 878 and 879: A xAnastasia GreyEditora de SIPLlam
- Page 880 and 881: —Es evidente. Para mí, al menos.
- Page 882 and 883: Lunes, 5 de septiembre de 2011Taylo
- Page 884 and 885: De: Anastasia GreyFecha: 5 de septi
- Page 886 and 887: Sonrío. Los dos estamos entusiasma
- Page 888 and 889: cuando compré mi apartamento sobre
- Page 890 and 891: ¿Vas a ir a SIP?Andrea no se moles
- Page 892 and 893: ¡Habla de una vez!—Ana dice que
- Page 894 and 895: —¡Ana! Ana! —Me ha colgado, y
- Page 896 and 897: personal, sentados a sus escritorio
Domingo, 28 de agosto de 2011
Ana está grogui cuando vuelvo a la cama. Me deslizo debajo
de las sábanas, me estiro hacia ella y la beso en el pelo.
Murmura algo ininteligible, pero continúa dormida. Cierro los
ojos. La conversación con los dueños del astillero taiwanés ha
ido bien: un hermano y una hermana haciendo negocios
juntos, es una novedad para mí, y tienen ganas de hablar de las
condiciones en persona. Solo hay que encontrar una fecha. Es
la guinda del pastel de un buen día. Bueno, salvo por lo de
perder los estribos en el club y dejar fuera de combate al
gilipollas ese. Sonrío en la oscuridad… No, eso también me ha
sentado bastante bien. Me quedo dormido con una sonrisa de
satisfacción dibujada en la cara.
Ana se remueve a mi lado y me despierto, por completo.
Como es habitual, tenemos las piernas entrelazadas.
—¿Qué ocurre? —pregunto.
—Nada. —Está radiante a la primera luz del día—. Buenos
días.
Me pasa los dedos por el pelo.
—Señora Grey, está usted preciosa esta mañana.