Freed-Fifty-Shades-Freed-As-Told
Otro punto de vista, venga ya.—Creo que Carrick se equivoca —mascullo al fin, yadvierto que sueno como el adolescente malhumorado por elque mi padre sigue tomándome.—Claro que se equivoca. Mi opinión sobre tu relación conla señora Lincoln no importa, a lo largo de los años hasdemostrado un compromiso inquebrantable con ella. Creo quete arrepientes de dar por terminado todo contacto con ella yeso te pesa en la conciencia.—¡Pero si no me arrepiento! —exclamo—. Lo he hecho debuen grado.—¿Culpabilidad, entonces?Suspiro.—¿Culpabilidad? No me siento culpable.¿O sí?John continúa impasible.—¿Y de ahí las pesadillas? —pregunto.—Tal vez. —Se da unos golpecitos en el labio con el índice—. Estás renunciando a una relación duradera y fundamentalpara ti para complacer a tus padres.—No es por mis padres, es por Ana.Asiente.—Estás sacrificando todo lo que conoces por Anastasia, lamujer que amas. Es un paso enorme. —Sonríe de nuevo—. Enla dirección correcta, desde mi punto de vista.Me lo quedo mirando sin saber qué contestar.
—Piensa en lo que te he dicho. Se acabó el tiempo —anuncia—. Continuaremos hablando de esto cuando volvamosa vernos.Me levanto, sintiéndome un tanto aturdido. Flynn, comosiempre, me ha dado mucho sobre lo que meditar. Pero tengoque hacerle una pregunta ineludible antes de la próxima visita.—¿Cómo está Leila?—Bien, haciendo progresos.—Bueno, es un alivio.—Sí que lo es. Nos vemos la semana que viene.Taylor está esperando fuera en el Q7.—Iré andando a casa —le informo. Necesito tiempo parapensar—. Te veré en el Escala.Me mira angustiado.—¿Qué pasa?—Señor, me quedaría mucho más tranquilo si fuera en elcoche.Ah, ya. Hay alguien que quiere matarme.Frunzo el ceño al ver que Taylor abre la puerta trasera, perosubo al coche, resignado.¿Ya no soy el amo de mi mundo?Mi humor sombrío empeora.—¿Dónde está Ana? —pregunto a la señora Jones cuandoentro en el salón.—Buenas tarde, señor Grey. Creo que está en la ducha.
- Page 28 and 29: —Tiene razón, Christian. Tú ere
- Page 30 and 31: y debería estar dando saltos de al
- Page 32 and 33: día en que cumplí los trece años
- Page 34 and 35: Lunes, 20 de junio de 2011Esta mañ
- Page 36 and 37: c) un fin de semana maravillosod) u
- Page 38 and 39: —¿Te has enterado?—Se ha enter
- Page 40 and 41: Sinceramente, yo creo que a Sam le
- Page 42 and 43: Cabrones.—No les he dicho nada. M
- Page 44 and 45: Me regodeo con sus cariñosas palab
- Page 46 and 47: en contacto. Debra Kingston está e
- Page 48 and 49: —He estado pensando en nuestra ú
- Page 50 and 51: —Uau. ¿Para ti y la futura seño
- Page 52 and 53: —¿En serio? —Bueno, Kavanagh e
- Page 54 and 55: llamadas perdidas de Elena.Por lo q
- Page 56 and 57: Birthday» cada vez más entusiasta
- Page 58 and 59: Martes, 21 de junio de 2011Los ojos
- Page 60 and 61: Me despierto al instante, jadeando
- Page 62 and 63: Joder. Me pica el cuero cabelludo c
- Page 64 and 65: Corro en la cinta mientras sigo la
- Page 66 and 67: Personas a bordo: 2Muertos: 0 Herid
- Page 68 and 69: ¿Para qué coño pago a esa gente?
- Page 70 and 71: —Tienes razón. Informa a Sam. Qu
- Page 72 and 73: Debo felicitarte por haberte acorda
- Page 74 and 75: Frunce el ceño.—Mi gente ya est
- Page 76 and 77: Pero la discusión con mi padre fue
- Page 80 and 81: —Gracias.—¿Cena en veinte minu
- Page 82 and 83: —Bueno, habrá que ver qué puedo
- Page 84 and 85: —Christian —gime.Y empiezo a mo
- Page 86 and 87: —No soy yo quien me preocupa, ere
- Page 88 and 89: con algún posible sospechoso. Por
- Page 90 and 91: una decisión.Me mira de manera sig
- Page 92 and 93: —Son unos Manolos —digo—. De
- Page 94 and 95: He estado tratando de convencerla c
- Page 96 and 97: Necesito alejar esos pensamientos t
- Page 98 and 99: Eso es lo que de verdad importa.—
- Page 100 and 101: No rehúyo su mirada cargada de cur
- Page 102 and 103: Martes, 28 de junio de 2011Leila qu
- Page 104 and 105: —Le darán el alta esta semana. V
- Page 106 and 107: Viernes, 1 de julio de 2011Llaman a
- Page 108 and 109: —Hacía bastante que no venía po
- Page 110 and 111: Nunca.Ese tío se me echó encima.Y
- Page 112 and 113: mí.—Estoy deseando arrancártelo
- Page 114 and 115: —O sea que tenemos el piso para n
- Page 116 and 117: —Tú tendrás que encontrar padri
- Page 118 and 119: —No me preocupo por mí, Christia
- Page 120 and 121: las manos en mis piernas y entonces
- Page 122 and 123: —Déjatelo puesto —pido. Me met
- Page 124 and 125: Me desplomo sobre ella, luego me de
- Page 126 and 127: Ana duerme apaciblemente a mi lado
—Piensa en lo que te he dicho. Se acabó el tiempo —
anuncia—. Continuaremos hablando de esto cuando volvamos
a vernos.
Me levanto, sintiéndome un tanto aturdido. Flynn, como
siempre, me ha dado mucho sobre lo que meditar. Pero tengo
que hacerle una pregunta ineludible antes de la próxima visita.
—¿Cómo está Leila?
—Bien, haciendo progresos.
—Bueno, es un alivio.
—Sí que lo es. Nos vemos la semana que viene.
Taylor está esperando fuera en el Q7.
—Iré andando a casa —le informo. Necesito tiempo para
pensar—. Te veré en el Escala.
Me mira angustiado.
—¿Qué pasa?
—Señor, me quedaría mucho más tranquilo si fuera en el
coche.
Ah, ya. Hay alguien que quiere matarme.
Frunzo el ceño al ver que Taylor abre la puerta trasera, pero
subo al coche, resignado.
¿Ya no soy el amo de mi mundo?
Mi humor sombrío empeora.
—¿Dónde está Ana? —pregunto a la señora Jones cuando
entro en el salón.
—Buenas tarde, señor Grey. Creo que está en la ducha.