28.11.2022 Views

Freed-Fifty-Shades-Freed-As-Told

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Fue instantáneo —respondo.

—¿A qué te refieres?

Evoco la imagen de Ana entrando en mi despacho para

aquella entrevista.

Ha pasado una vida.

—Cuando la conocí, me miró con esos ojazos azules y lo

supe. Ella supo ver más allá de todas las chorradas. Me vio a

mí. Fue aterrador.

—Sí. Lo pillo.

—¿Por qué me lo preguntas? —¡Por favor, no me digas que

es por Kavanagh!

—Es por Kate, tío.

Mierda.

Prosigue.

—Recuerdo la primera vez que la vi… bueno, está buena,

eso es indiscutible. Y luego, cuando estábamos bailando en ese

bar de Portland, y yo pensé: «No hace falta que le pongas tanto

empeño. Ya me tienes». Es más, desde ese momento solo he

estado con ella.

Suelto un resoplido. Este no es el modus operandi típico de

Elliot; es la persona más promiscua que conozco.

—Entonces, ¿qué problema hay? —le pregunto.

—Ni idea. ¿Ella es la mujer de mi vida? Ni idea.

Nunca hemos tenido esta clase de conversación antes; por la

vida de Elliot han pasado muchísimas mujeres. No sé qué

decir.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!