28.11.2022 Views

Freed-Fifty-Shades-Freed-As-Told

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

la puerta de la zona de servicios, recorro varios pasillos y

salgo al callejón que da a la parte trasera del edificio. Piso las

calles de Seattle a primera hora de la mañana mientras «Bitter

Sweet Symphony» de The Verve suena a todo volumen y con

contundencia en mis auriculares.

Corro sin detenerme, atravieso la Quinta Avenida hasta

Vine. Paso por delante del antiguo apartamento de Ana, donde

Kate Kavanagh debe de estar durmiendo la mona. Sigo por

Western y luego me desvío para cruzar Pike Place Market. La

carrera es agotadora, pero no me detengo hasta que estoy

delante del Escala. Y empiezo de nuevo.

Vuelvo hecho polvo y sudoroso, con la capucha de la

sudadera de los Mariners echada sobre la cara. Me abro paso

sin que me reconozcan entre la prensa que se ha reunido

delante del edificio y entro sin problemas en el ascensor.

La señora Jones se afana en la cocina.

—¡Gail! ¿Cómo estás? —le pregunto nada más verla.

—Bien, señor Grey. Me alegro de que Taylor y usted hayan

vuelto.

—Cuéntame qué ha pasado.

Mientras lleno y me bebo un vaso de agua, la señora Jones

me hace un breve resumen de lo que ocurrió anoche. Me

cuenta que Ryan la llevó a la habitación del pánico, y luego,

cuando cogieron a Hyde, lo que ocurrió con la policía y los

servicios de emergencia.

—Nunca pensé que algún día tendríamos que usar esa

habitación.

—Me alegro de haberla hecho instalar.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!