28.11.2022 Views

Freed-Fifty-Shades-Freed-As-Told

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

puño está sujeto por uno de mis gemelos.

Quítamelo, nena.

Ana tiene la mirada turbia. Me suelta primero el gemelo

derecho, luego el izquierdo, y las yemas de sus dedos

atormentan mi piel con un suave roce o dos en ese punto

donde late el pulso. Su blusa tiene un botón de más

desabrochado y me permite contemplar los delicados

montículos de sus pechos cubiertos de fino encaje.

Es una imagen de lo más inspiradora. Se acerca a mí y

percibo un atisbo de su deliciosa fragancia mientras me baja la

camisa por los hombros y la deja caer en el suelo.

—¿Listo? —susurra, y esa sola palabra contiene una enorme

promesa. Es seductora. Me excita mucho.

—Para lo que tú quieras, Ana.

Sus ojos bajan hasta mis labios entreabiertos y se inclina

para besarme.

—No —digo a media voz, y en un monumental acto de

sacrificio, la sujeto de los hombros—. Si sigues por ahí, no

llegarás a cortarme el pelo.

Su boca forma una «o» perfecta.

—Quiero que lo hagas —susurro, y me sorprendo a mí

mismo.

—¿Por qué?

Porque nadie me había lavado el pelo… nunca.

—Porque hace que me sienta querido.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!