Freed-Fifty-Shades-Freed-As-Told

kalpana3023talsaniya
from kalpana3023talsaniya More from this publisher
28.11.2022 Views

—¿Señor Grey? —dice.—Queremos cenar ahora, por favor.—Muy bien, señor.Miro a Ana, que se ha quedado preocupantemente callada yda otro sorbo de vino.—Creo que me voy a tomar una copa contigo —murmuro, yme paso una mano por el pelo.Tiene razón, lo llevo demasiado largo, pero no creo que lehaga mucha gracia que vaya al Esclava a cortármelo.Mientras cenamos, Ana solo me contesta con monosílabos.Bueno, yo ceno, ella pasea la comida por el plato, peroteniendo en cuenta lo enfadada que está, decido no reñirla.Resulta frustrante.A la mierda. No puedo estarme callado.—¿No te lo vas a acabar?—No.No sé si lo estará haciendo aposta, pero antes de que puedapreguntárselo, se levanta y retira mi plato vacío y el suyo de lamesa.—Gia vendrá dentro de poco —señala.—Yo me ocupo de esto, señora Grey —dice la señora Jones.—Gracias.—¿No le han gustado? —pregunta Gail, preocupada.—Estaban buenos. Pero es que no tengo hambre.

La señora Jones mira a Ana con una sonrisa compasiva y yointento no poner los ojos en blanco.—Voy a hacer un par de llamadas —mascullo para escaparde ambas.La espectacular puesta de sol sobre el lejano Sound noconsigue mejorar mi humor. Por un instante desearía que Anay yo estuviéramos otra vez en el Grace, o en el Fair Lady. Allíno discutimos. Bueno, salvo por lo del incidente de loschupetones.Recuerdo las palabras de Flynn. «El matrimonio es algomuy serio.»Ya lo creo que lo es.A veces demasiado, sobre todo si tu esposa no está deacuerdo contigo.«Comunicación y compromiso.»Ese debería ser mi nuevo mantra.¿Por qué me cuesta tanto?«No quiero que sabotees tu felicidad, Christian.»Flynn sigue en mi cabeza.Mierda, ¿es eso lo que estoy haciendo?Levanto el teléfono de mala gana y llamo a mi padre parainformarle de que ya están listos todos los preparativos para laseguridad adicional. La conversación es breve, y al terminarreúno los diseños de Gia Matteo y regreso al salón.No hay ni rastro de Ana por ninguna parte, tampoco de laseñora Jones, que ha recogido la cocina y la zona del comedor.

La señora Jones mira a Ana con una sonrisa compasiva y yo

intento no poner los ojos en blanco.

—Voy a hacer un par de llamadas —mascullo para escapar

de ambas.

La espectacular puesta de sol sobre el lejano Sound no

consigue mejorar mi humor. Por un instante desearía que Ana

y yo estuviéramos otra vez en el Grace, o en el Fair Lady. Allí

no discutimos. Bueno, salvo por lo del incidente de los

chupetones.

Recuerdo las palabras de Flynn. «El matrimonio es algo

muy serio.»

Ya lo creo que lo es.

A veces demasiado, sobre todo si tu esposa no está de

acuerdo contigo.

«Comunicación y compromiso.»

Ese debería ser mi nuevo mantra.

¿Por qué me cuesta tanto?

«No quiero que sabotees tu felicidad, Christian.»

Flynn sigue en mi cabeza.

Mierda, ¿es eso lo que estoy haciendo?

Levanto el teléfono de mala gana y llamo a mi padre para

informarle de que ya están listos todos los preparativos para la

seguridad adicional. La conversación es breve, y al terminar

reúno los diseños de Gia Matteo y regreso al salón.

No hay ni rastro de Ana por ninguna parte, tampoco de la

señora Jones, que ha recogido la cocina y la zona del comedor.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!