Freed-Fifty-Shades-Freed-As-Told

kalpana3023talsaniya
from kalpana3023talsaniya More from this publisher
28.11.2022 Views

oídos parezco un adolescente caprichoso.Me fulmina con la mirada.—No me gusta que me dejes marcas. No tantas, por lomenos. ¡Eso es un límite infranqueable! —me escupe comouna gatita arrinconada.—Y a mí no me gusta que te quites la ropa en público. Esoes un límite infranqueable para mí —replico.Te lo había advertido, Ana.—Creo que eso ya había quedado claro —continúa en elmismo tono—. ¡Mírame! —Se tira del cuello de la camisetapara que vea los chupetones que le he dejado.Cuento seis. No sabía que mi plan iba a ser tan eficaz.Pero no quiero pelearme con ella, así que levanto las manosmostrando las palmas en señal de rendición.—Vale, lo entiendo.Tal vez haya exagerado.—¡Bien! —suelta.Me paso los dedos por el pelo sintiéndome desamparado.Estoy perdido. ¿Qué más puedo hacer?—Lo siento. Por favor, no te enfades conmigo.No quiero pelear. Ana. Por favor.—A veces eres como un adolescente. —Mueve la cabeza aun lado y a otro, pero parece más resignada que severa.Doy un paso hacia ella y le recojo un mechón suelto tras laoreja.

—Lo sé. Tengo mucho que aprender.—Los dos tenemos mucho que aprender. —Suspira y,despacio, levanta una mano que posa encima de mi corazón.Ana.Pongo una mano sobre la suya y le ofrezco una sonrisa paradisculparme.—Yo he aprendido que tiene usted un buen brazo y mejorpuntería, señora Grey. Si no lo veo no lo creo. Te subestimoconstantemente y tú siempre me sorprendes.Sus labios forman media sonrisa y enarca una ceja.—Eso es por las prácticas de lanzamientos con Ray. Sélanzar y disparar directa a la diana, señor Grey. Más vale quelo tenga en cuenta.—Intentaré no olvidarlo, señora Grey, o me ocuparé de quetodos los objetos susceptibles de convertirse en proyectilesestén clavados y de que no tenga acceso a ningún arma.Entorna los ojos.—Soy una chica con recursos.Oh, Ana. No me cabe la menor duda.—Cierto —susurro, y le suelto la mano para estrecharlaentre mis brazos.Sus manos se desplazan hasta mi espalda y me correspondeel abrazo. Hundo la nariz en su pelo para inhalar su sedantearoma.—¿Me has perdonado? —pregunto en voz baja.—¿Y tú a mí?

—Lo sé. Tengo mucho que aprender.

—Los dos tenemos mucho que aprender. —Suspira y,

despacio, levanta una mano que posa encima de mi corazón.

Ana.

Pongo una mano sobre la suya y le ofrezco una sonrisa para

disculparme.

—Yo he aprendido que tiene usted un buen brazo y mejor

puntería, señora Grey. Si no lo veo no lo creo. Te subestimo

constantemente y tú siempre me sorprendes.

Sus labios forman media sonrisa y enarca una ceja.

—Eso es por las prácticas de lanzamientos con Ray. Sé

lanzar y disparar directa a la diana, señor Grey. Más vale que

lo tenga en cuenta.

—Intentaré no olvidarlo, señora Grey, o me ocuparé de que

todos los objetos susceptibles de convertirse en proyectiles

estén clavados y de que no tenga acceso a ningún arma.

Entorna los ojos.

—Soy una chica con recursos.

Oh, Ana. No me cabe la menor duda.

—Cierto —susurro, y le suelto la mano para estrecharla

entre mis brazos.

Sus manos se desplazan hasta mi espalda y me corresponde

el abrazo. Hundo la nariz en su pelo para inhalar su sedante

aroma.

—¿Me has perdonado? —pregunto en voz baja.

—¿Y tú a mí?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!