Freed-Fifty-Shades-Freed-As-Told

kalpana3023talsaniya
from kalpana3023talsaniya More from this publisher
28.11.2022 Views

—¡Esto es una pasada! —le grito a Ben mientras surfeamosel cielo.Veo a Ben levantar la muñeca. Estamos a mil quinientosmetros de altura. Tira de la anilla y frenamos el descensoinmediatamente mientras una tela multicolor se despliegasobre nuestras cabezas. La experiencia pasa de la velocidadlímite al movimiento a cámara lenta, y todo está en silenciomientras planeamos en el aire. Mi ansiedad desaparece,reemplazada por una paz interior que me sorprende. Estoy enlo más alto del mundo, caminado literalmente por el aire. Benlo tiene todo controlado; sabe lo que se hace. Y desde unpequeño rincón de mi cerebro, se materializa el siguientepensamiento: espero que mi matrimonio con Ana sea igual deemocionante e igual de fácil.La vista es espectacular.Ojalá estuviera Ana aquí.Aunque me daría un ataque al corazón al verla saltar de unaavioneta.—¿Quieres dirigir tú? —pregunta Ben.—Vale.Me pasa las bandas; tiro de la banda izquierda y giramos,despacio y con elegancia, en un amplio círculo.—Tío, ya le has cogido el tranquillo —dice Ben, dándomeuna palmadita en el brazo.Trazamos otro círculo antes de que Ben retome las bandaspara dirigirnos hacia la zona de aterrizaje. El suelo seaproxima a gran velocidad y sigo las instrucciones de levantarlas rodillas mientras Ben nos deposita sanos y salvos en el

suelo. Ambos aterrizamos sobre el trasero, y el equipo detierra está allí para recibirnos.Ben suelta su arnés del mío y me pongo de pie, un pocomareado tras el chute de adrenalina. Elliot y Matt aterrizandetrás de nosotros, Elliot otra vez gritando como un gorila, sumanera favorita de expresar entusiasmo.Me paro a recobrar el aliento.—¿Qué te ha parecido? —pregunta Ben.—Tío, ha sido espectacular. Gracias.—¡Genial! —Me ofrece el puño y yo lo choco con el mío.Elliot viene corriendo hasta nosotros.—¡Qué fuerte, tío! —exclamo.—Ha estado de puta madre, ¿verdad?—Me he cagado en los pantalones.—¡Lo sabía! Me alegro de verte perder la puta calma. Esoocurre rara vez, hermano. —Elliot se ríe, pero su sonrisa es unreflejo de la mía—. ¿Mejor que el sexo? —pregunta.—No… pero casi.Al cabo de quince minutos volvemos a estar dentro de sucamioneta.—Joder, no me vendría nada mal un trago después de eso —digo, sin poder quitarme la sonrisa de satisfacción.—A mí tampoco. Bueno, ahora vamos a por la tercera partede tu despedida de soltero.—¡Joder! ¿Aún hay más?

suelo. Ambos aterrizamos sobre el trasero, y el equipo de

tierra está allí para recibirnos.

Ben suelta su arnés del mío y me pongo de pie, un poco

mareado tras el chute de adrenalina. Elliot y Matt aterrizan

detrás de nosotros, Elliot otra vez gritando como un gorila, su

manera favorita de expresar entusiasmo.

Me paro a recobrar el aliento.

—¿Qué te ha parecido? —pregunta Ben.

—Tío, ha sido espectacular. Gracias.

—¡Genial! —Me ofrece el puño y yo lo choco con el mío.

Elliot viene corriendo hasta nosotros.

—¡Qué fuerte, tío! —exclamo.

—Ha estado de puta madre, ¿verdad?

—Me he cagado en los pantalones.

—¡Lo sabía! Me alegro de verte perder la puta calma. Eso

ocurre rara vez, hermano. —Elliot se ríe, pero su sonrisa es un

reflejo de la mía—. ¿Mejor que el sexo? —pregunta.

—No… pero casi.

Al cabo de quince minutos volvemos a estar dentro de su

camioneta.

—Joder, no me vendría nada mal un trago después de eso —

digo, sin poder quitarme la sonrisa de satisfacción.

—A mí tampoco. Bueno, ahora vamos a por la tercera parte

de tu despedida de soltero.

—¡Joder! ¿Aún hay más?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!