Freed-Fifty-Shades-Freed-As-Told

kalpana3023talsaniya
from kalpana3023talsaniya More from this publisher
28.11.2022 Views

—Gracias, mamá.—De nada, hijo.Carrick nos abraza a ambos.Cierro los ojos y, luchando contra las lágrimas, lo acepto.Acepto su amor incondicional.El amor de mis padres.Tal como debe ser.Ya basta. Me aparto.—Leeré las cartas después. —Tengo la voz tomada por laemoción.—Muy bien.—Deberíamos regresar con los demás —mascullo.—¿Has recordado algo? —me pregunta Carrick.Niego con la cabeza.—Tal vez lo hagas o tal vez no, pero no te obsesiones, hijo.Nos tienes a nosotros. Tienes a tu familia. Y, como dice tumadre, los Collier eran buena gente. —Me aprieta el brazo condelicadeza. Su calidez y su afecto calan en mí.Regresamos al salón, pero yo voy como a cámara lenta,estoy desconectado de la realidad, me va a estallar la cabeza acausa de todas estas revelaciones. Busco a Ana por toda lasala; está de pie con Elliot y Kate junto a la encimera de lacocina, comiendo unos canapés.De algún rincón de mi cerebro donde se almacenan misprimeros recuerdos extraigo un fragmento: la visión de unafamilia reunida alrededor de una mesa de madera. Riendo.

Metiéndose unos con otros en broma. Comiendo…macarrones con queso.Los Collier.El recuerdo se desvanece en cuanto veo a Ana con una copade champán rosado en la mano.¡Junior!Me acerco para quitarle el alcohol, pero Kate se interponeen mi camino.—Kate —saludo.—Christian —responde ella con su brusquedad de siempre.—Señora Grey, está tomando medicamentos —digo contono de advertencia mientras miro fijamente la copa en lamano de Ana intentando no desvelar nada.Pero ella entorna los ojos y levanta la barbilla paradesafiarme. Grace coge la copa llena que le ofrece Elliot, seacerca a Ana y le susurra algo al oído. Intercambian unasonrisa furtiva y brindan.¡Mamá! Les dirijo una mueca a ambas, pero no me hacencaso.—¡Campeón! —Elliot me da una palmada en la espalda yme pone una copa en la mano.—Hermanito.Sigo mirando a Ana mientras Elliot y yo nos sentamos en elsofá.—Joder, has debido de estar muerto de preocupación.—Pues sí.

—Gracias, mamá.

—De nada, hijo.

Carrick nos abraza a ambos.

Cierro los ojos y, luchando contra las lágrimas, lo acepto.

Acepto su amor incondicional.

El amor de mis padres.

Tal como debe ser.

Ya basta. Me aparto.

—Leeré las cartas después. —Tengo la voz tomada por la

emoción.

—Muy bien.

—Deberíamos regresar con los demás —mascullo.

—¿Has recordado algo? —me pregunta Carrick.

Niego con la cabeza.

—Tal vez lo hagas o tal vez no, pero no te obsesiones, hijo.

Nos tienes a nosotros. Tienes a tu familia. Y, como dice tu

madre, los Collier eran buena gente. —Me aprieta el brazo con

delicadeza. Su calidez y su afecto calan en mí.

Regresamos al salón, pero yo voy como a cámara lenta,

estoy desconectado de la realidad, me va a estallar la cabeza a

causa de todas estas revelaciones. Busco a Ana por toda la

sala; está de pie con Elliot y Kate junto a la encimera de la

cocina, comiendo unos canapés.

De algún rincón de mi cerebro donde se almacenan mis

primeros recuerdos extraigo un fragmento: la visión de una

familia reunida alrededor de una mesa de madera. Riendo.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!