Freed-Fifty-Shades-Freed-As-Told
Me alegra ver a Ana engullendo el plato que le ha preparado laseñora Jones. Me siento con las piernas cruzadas en medio dela cama y la observo mientras también yo devoro la comida.Está deliciosa y es muy nutritiva; perfecta para Ana.—Lo has calentado muy bien. —Chasquea con los labioscon pinta de estar repleta y algo adormilada.Le sonrío sin reparos, satisfecho: esta vez he conseguido noquemarme. O sea que sí, lo he hecho muy bien.—Pareces cansada. —Dejo mi cuenco en la bandeja, melevanto y me la llevo.—Lo estoy —admite.—Bien. Duerme. —Le doy un beso rápido—. Tengo quehacer unas cosas de trabajo. Las haré aquí, si no te importa.Asiente, cierra los ojos y unos segundos después ya se haquedado dormida.Ros me ha enviado un informe preliminar de su visita aTaiwan. Me garantiza que, aunque mandarla a ella fue ladecisión acertada, todavía tendré que viajar allí yo mismo, ypronto. Se me hace raro leer su breve resumen. Hacía días queno pensaba en los negocios, en mi empresa, los astilleros o elmundo en general… He perdido la noción del tiempo. Miatención se ha centrado única y exclusivamente en mi mujer.Me vuelvo para mirarla. Todavía sigue muy dormida.Leo los demás correos electrónicos y me encuentro con unpronóstico detallado de los beneficios de Geolumara y tambiéncon un e-mail bastante optimista de Hassan desde GEH FibraÓptica: los ánimos han vuelto a subir por allí desde mi visita, yel negocio va muy bien. Parece que mi viaje valió la pena.
Taylor llama a la puerta con suavidad e interrumpe milectura.—Welch está aquí, señor.Apenas alcanzo a oírlo de lo bajo que habla. Asiento y, trasmirar un instante más a mi bella durmiente, lo sigo al salón.Welch está de pie, admirando las vistas desde el ventanal.En la mano lleva un sobre grande de papel manila.Empieza el espectáculo, Grey.—Welch.Se vuelve.—Señor Grey.—¿Pasamos a mi estudio?Escucho la respiración de Ana mientras la miro y sincronizo lamía con ella. Inspiro. Espiro. Inspiro. Espiro. Si me concentroen eso no tengo que pensar en las fotografías que me ha traídoWelch.¿Por qué no me lo dijeron Carrick y Grace?¡Viví con Jackson Hyde!¿Cómo es que no lo sabía?La cabeza me iba a toda velocidad, rebuscando en todos losrecovecos de mi mente atribulada para intentar arrojar luzsobre las sombras, pero no ha encontrado nada. Misexperiencias en hogares de acogida están enterradas en laslodosas profundidades del pasado.No recuerdo nada de todo eso. Un buen pedazo de mi vida.Desaparecido. No. Desaparecido no. Borrado.
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- Page 1158 and 1159: Ana se tambalea.¡Mierda!—Siénta
- Page 1160 and 1161: —¿Qué tal estás? —le pregunt
- Page 1162 and 1163: Ana frunce el ceño, como si no ent
- Page 1164 and 1165: —Pero después de cómo me compor
- Page 1166 and 1167: Llamo a Carla para darle las buenas
- Page 1168 and 1169: —No, gracias —digo. Puede volve
- Page 1170 and 1171: mujer.Mierda. Cierro los ojos, abat
- Page 1172 and 1173: —Creo que no le caigo bien a la e
- Page 1174 and 1175: —¿Sabemos por qué Jack ha hecho
- Page 1176 and 1177: —Quédate conmigo, por favor —s
- Page 1178 and 1179: No le va a gustar. Pero se lo debo,
- Page 1180 and 1181: —Está bien saberlo, pero espero
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- Page 1184 and 1185: —¿Sabes? —dice entre bocados
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- Page 1198 and 1199: —No —susurro junto a sus labios
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- Page 1202 and 1203: secador.—Solo te digo la verdad.
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- Page 1224 and 1225: —Me alegro de que por fin hayan a
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- Page 1252 and 1253: —Está mucho mejor. Gracias.—Me
- Page 1254 and 1255: Se sienta en el taburete a mi lado;
Me alegra ver a Ana engullendo el plato que le ha preparado la
señora Jones. Me siento con las piernas cruzadas en medio de
la cama y la observo mientras también yo devoro la comida.
Está deliciosa y es muy nutritiva; perfecta para Ana.
—Lo has calentado muy bien. —Chasquea con los labios
con pinta de estar repleta y algo adormilada.
Le sonrío sin reparos, satisfecho: esta vez he conseguido no
quemarme. O sea que sí, lo he hecho muy bien.
—Pareces cansada. —Dejo mi cuenco en la bandeja, me
levanto y me la llevo.
—Lo estoy —admite.
—Bien. Duerme. —Le doy un beso rápido—. Tengo que
hacer unas cosas de trabajo. Las haré aquí, si no te importa.
Asiente, cierra los ojos y unos segundos después ya se ha
quedado dormida.
Ros me ha enviado un informe preliminar de su visita a
Taiwan. Me garantiza que, aunque mandarla a ella fue la
decisión acertada, todavía tendré que viajar allí yo mismo, y
pronto. Se me hace raro leer su breve resumen. Hacía días que
no pensaba en los negocios, en mi empresa, los astilleros o el
mundo en general… He perdido la noción del tiempo. Mi
atención se ha centrado única y exclusivamente en mi mujer.
Me vuelvo para mirarla. Todavía sigue muy dormida.
Leo los demás correos electrónicos y me encuentro con un
pronóstico detallado de los beneficios de Geolumara y también
con un e-mail bastante optimista de Hassan desde GEH Fibra
Óptica: los ánimos han vuelto a subir por allí desde mi visita, y
el negocio va muy bien. Parece que mi viaje valió la pena.