28.11.2022 Views

Freed-Fifty-Shades-Freed-As-Told

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

La noche ha avanzado. Es tarde. No sé qué hora es, y estoy

muy cansado para mirarlo. Ana continúa en su propio mundo.

—Oh, nena, por favor, vuelve conmigo. Lo siento. Siento

todo. Despierta. Te echo de menos. Te quiero.

Le beso los nudillos y apoyo la cabeza en mis brazos, sobre

su cama.

Siento que unos dedos se enredan en mi pelo con delicadeza,

una sensación con la que curiosamente disfruto en este sueño.

Mierda. Me despierto de inmediato y me incorporo. Ana está

mirándome con esos preciosos ojos, grandes y azules. El

corazón me estalla de dicha. Nunca en la vida me había

alegrado tanto de ver esos ojos.

—Hola —me saluda con voz áspera y ronca.

—Oh, Ana…

Oh, gracias a Dios, gracias a Dios, gracias a Dios. Le agarro

la mano y me acerco la palma a la cara hasta que acaba

acariciándome.

—Necesito ir al baño —susurra.

—Vale.

Intenta sentarse.

—Ana, no te muevas. Voy a llamar a una enfermera. —Me

pongo de pie y aprieto el botón de llamada que hay junto a la

cama.

—Por favor —susurra—. Necesito levantarme.

—¿Por qué no haces lo que te digo por una vez? —replico.

—Necesito hacer pis urgentemente —insiste con voz ronca.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!