28.11.2022 Views

Freed-Fifty-Shades-Freed-As-Told

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Acerco una silla y me siento junto a Ana. Le tomo la mano

con ternura, alegrándome al ver que está caliente. Se la aprieto

con delicadeza, con la esperanza de despertarla.

—Despierta, cariño, por favor —le susurro—. Enfádate

conmigo, pero despierta, por favor—. Inclinándome hacia

delante, le rozo los nudillos con mis labios—. Perdóname.

Perdóname por todo. Por favor, despierta.

Por favor. Te quiero.

Le cojo la mano entre las mías, presiono la frente contra mis

dedos y me pongo a rezar.

Por favor, Dios. Por favor. Devuélveme a mi mujer.

Ana está durmiendo en la habitación, sumida en una completa

oscuridad salvo por la luz de la lámpara de la mesilla y la débil

iluminación que se cuela por debajo de la puerta. Con la

chaqueta a modo de manta, voy dando cabezadas en la silla,

tratando de vencer al sueño. Quiero estar despierto cuando ella

recobre el conocimiento.

La puerta se abre, despertándome, y veo entrar a Grace.

—Hola, cariño —susurra, con la cara pálida y sin gota de

maquillaje. Parece tan cansada y derrotada como me siento yo.

—Mamá. —Estoy demasiado cansado para levantarme.

—Solo venía a ver cómo estáis, porque me voy a ir a dormir

un poco. Carrick se va a quedar con Mia.

—¿Cómo está?

—Está bien. Enfadada. Aún bajo los efectos de las drogas.

Tratando de dormir. ¿Y Ana?

—Sin cambios.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!