28.11.2022 Views

Freed-Fifty-Shades-Freed-As-Told

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Carrick se reúne conmigo, con el rostro ceniciento y

aparentando todos los años que tiene.

Nos miramos fijamente.

—Papá —susurro con voz trémula.

—Oh, hijo… —Carrick separa los brazos y, por primera vez

en mi vida, me adentro en ellos y él me abraza. Me trago mi

emoción y me agarro a su chaqueta, sintiéndome más que

agradecido por su fortaleza silenciosa, su presencia

tranquilizadora y su olor familiar, pero, sobre todo, por su

amor—. Todo va a salir bien, hijo, ya lo verás. Las dos se van

a recuperar.

—Se van a recuperar —repito como un mantra mientras me

arde la garganta con la angustia reprimida—. Se van a

recuperar.

Pero no lo sabe con certeza. Solo rezo para que sea cierto.

Doy un paso atrás, consciente de pronto de que somos dos

hombres abrazados en la entrada de urgencias. Carrick sonríe y

me aprieta el hombro.

—Vamos a la sala de espera. Allí me cuentas lo que ha

pasado y les decimos a las enfermeras que te atiendan.

—Vale. —Asiento con la cabeza y me miro las manos.

¡Mierda! Todavía están manchadas con la sangre de ese

mamón.

Ana está pálida, salvo por el moretón en la mejilla donde el

hijo de puta debe de haberle golpeado. Tiene los ojos cerrados

como si solo estuviera durmiendo, pero sigue inconsciente.

Tiene un aspecto conmovedoramente joven e indefenso. Un

gran número de tubos entran y salen de su cuerpo. Mi corazón

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!