Freed-Fifty-Shades-Freed-As-Told

kalpana3023talsaniya
from kalpana3023talsaniya More from this publisher
28.11.2022 Views

cigarrillo Camel que colgaba entre sus labios. Inspiro larga yprofundamente para controlar el pánico creciente.Eso es parte del pasado, Grey.Tranquilízate.La puerta hace un clic, abro los ojos y veo a la señoraAnastasia Grey, envuelta con dos toallas, saliendo del baño.Pasa por delante de mí con paso decidido y desaparece alentrar en el vestidor. Yo la sigo y me planto en el umbral,mirándola mientras ella escoge su atuendo para el día con másdespreocupación que nunca.—¿Me estás ignorando? —La incredulidad se hace patenteen mi voz.—Qué perspicaz —murmura como si yo fuera una especiede idea que ha tenido de pasada.Me quedo mirándola. Impotente. ¿Qué hago ahora?Ana tiene la ropa en la mano y se acerca caminandotranquilamente hacia mí y luego se detiene para mirarme porfin a los ojos, con esa expresión que quiere decir «apártate demi camino, gilipollas» en el rostro. Estoy con la mierda hastael cuello. Nunca la había visto tan enfadada, salvo esa vez queme tiró el cepillo del pelo cuando estábamos en el Fair Lady.Me aparto de su camino cuando lo que de verdad quiero esagarrarla, pegarla a la pared y darle un beso; un beso que ladeje aturdida. Y luego penetrarla. Pero la sigo como unmaldito perro faldero hasta el dormitorio y me quedo en elumbral mientras ella rebusca en los cajones de su cómoda.¿Cómo puede estar tan tranquila?¡Mírame!, le suplico mentalmente.

La toalla que envuelve su cuerpo cae al suelo. Se me pone lapolla dura al verlo, lo cual me enfada más todavía. Dios, quépreciosa es; su piel inmaculada, la tersura del contorno de suscaderas, su culo respingón, y sus largas, larguísimas piernasque quiero rodeándome el cuello. Su cuerpo no revela todavíaseñales del invasor. Dios, no tengo ni idea de cuánto tiempoestá.Mierda. Dejo de pensar en Junior.¿Cuánto me costará llevarla a la cama?Grey, no, contrólate.Ella sigue ignorándome.—¿Por qué haces esto? —Intento ocultar la desesperaciónque transmite mi voz.—¿Tú por qué crees? —Saca una pieza de lencería de unode los cajones.—Ana… —Se me corta la respiración cuando se agachapara ponerse las bragas, contoneando su precioso,preciosísimo culo.Está haciéndolo a propósito y, a pesar de lo que me duele lacabeza y mi asqueroso mal humor, quiero follármela. Ahora.Solo para comprobar que estamos bien. Mi creciente erecciónestá de acuerdo.—Vete y pregúntale a tu señora Robinson. Seguro que ellatendrá una explicación para ti. —Sigue rebuscando en el cajón,ignorándome, como si fuera un maldito lacayo.Tal como había pensado, es por Elena.¿Qué esperabas, Grey?

La toalla que envuelve su cuerpo cae al suelo. Se me pone la

polla dura al verlo, lo cual me enfada más todavía. Dios, qué

preciosa es; su piel inmaculada, la tersura del contorno de sus

caderas, su culo respingón, y sus largas, larguísimas piernas

que quiero rodeándome el cuello. Su cuerpo no revela todavía

señales del invasor. Dios, no tengo ni idea de cuánto tiempo

está.

Mierda. Dejo de pensar en Junior.

¿Cuánto me costará llevarla a la cama?

Grey, no, contrólate.

Ella sigue ignorándome.

—¿Por qué haces esto? —Intento ocultar la desesperación

que transmite mi voz.

—¿Tú por qué crees? —Saca una pieza de lencería de uno

de los cajones.

—Ana… —Se me corta la respiración cuando se agacha

para ponerse las bragas, contoneando su precioso,

preciosísimo culo.

Está haciéndolo a propósito y, a pesar de lo que me duele la

cabeza y mi asqueroso mal humor, quiero follármela. Ahora.

Solo para comprobar que estamos bien. Mi creciente erección

está de acuerdo.

—Vete y pregúntale a tu señora Robinson. Seguro que ella

tendrá una explicación para ti. —Sigue rebuscando en el cajón,

ignorándome, como si fuera un maldito lacayo.

Tal como había pensado, es por Elena.

¿Qué esperabas, Grey?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!