28.11.2022 Views

Freed-Fifty-Shades-Freed-As-Told

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Ray bosteza. Ana me mira, y comprendo que ya es hora de

que nos vayamos.

—Papá, nos vamos para que puedas dormir.

—Gracias, Ana, cariño. Me alegro de que hayáis venido.

Hoy también he visto a tu madre, Christian. Me ha

tranquilizado mucho. Y también es una fan de los Mariners.

—Pero no le gusta demasiado la pesca.

—No conozco a muchas mujeres a las que les guste, ¿sabes?

—Ray sonríe aunque parece agotado. Necesita descansar.

—Te veo mañana, ¿vale? —Ana le da un beso en la frente.

En su voz se percibe un deje de tristeza.

Maldita sea. ¿Por qué está triste?

—Vamos. —Le tiendo la mano.

¿Está cansada? A lo mejor le iría bien acostarse pronto.

Ana no ha dicho nada durante todo el trayecto a casa en coche,

y ahora no hace más que pasear la comida por el plato con el

tenedor, taciturna y distraída. Mi ansiedad ha subido a

DEFCON 1.

—¡Maldita sea, Ana! ¿Vas a decirme lo que te pasa? —

Aparto mi plato vacío—. Por favor. Me está volviendo loco

verte así.

Levanta la mirada con una expresión aprensiva.

—Estoy embarazada.

¿Qué? Me la quedo mirando mientras un escalofrío de

incredulidad me recorre la espalda y, por algún motivo

desconocido, de repente me veo en la puerta abierta de un

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!