Freed-Fifty-Shades-Freed-As-Told
Ana deja de moverse.—Ahora, Anastasia, quiero que te toques.Parpadea… creo que sorprendida.—Empieza por la garganta y ve bajando.Se muerde el labio inferior con fuerza.—No seas tímida, Ana. Vamos. Hazlo.Venga, Ana.Coloca las manos a ambos lados del cuello y las deslizahacia la parte superior de sus pechos, dejando a su paso unapátina untuosa y brillante sobre la piel.—Más abajo —susurro.Un segundo después, sus manos cubren sus pechos.—Tócate.Tímidamente, se coge los pezones entre el pulgar y el índicey tira de ellos con suavidad, sin apartar sus ojos de los míos,cada vez más oscuros.—Más fuerte —le ordeno, sintiéndome como la serpientedel jardín—. Como lo haría yo —añado, agarrándome losmuslos para no tocarla.Gime en respuesta, y los aprieta y tira de ellos con másfuerza. Veo cómo se endurecen y se alargan mientras se toca.Joder, cómo me pone.—Sí. Así. Otra vez.Cierra los ojos y gime de nuevo mientras los acaricia y loshace girar entre los dedos y el pulgar.
—Abre los ojos —le pido con voz ronca.Los abre con un parpadeo.—Otra vez —le ordeno—. Quiero verte. Ver que disfrutastocándote.Continúa, con la mirada nublada y la respiración cada vezmás agitada por el profundo deseo que la consume, mientrassoy consciente de que me domina su mismo anhelo.Qué mojada tiene que estar…Los pantalones me aprietan por momentos. Basta.—Las manos. Más abajo.Se retuerce.—Quieta, Ana. Absorbe el placer. Más abajo.—Hazlo tú —susurra.—Oh, lo haré… pronto. Pero ahora tú. Más abajo.No tiene ni idea de cómo está poniéndome ahora mismo.Desliza las manos por debajo de los pechos, sobre elestómago, hacia el vientre, mientras se retuerce, tirando de lasataduras del albornoz.No. No. Niego con la cabeza.—Quieta. —Coloco las manos en sus rodillas, para que nose mueva—. Vamos, Ana… Más abajo.Las manos recorren el vientre.—Más abajo —musito.—Christian, por favor —me suplica.
- Page 956 and 957: aparcamiento.—Bien pensado. —Me
- Page 958 and 959: un servicio de «compra y recogida
- Page 960 and 961: Se echa a reír.—Christian, es pr
- Page 962 and 963: —Solo quiero que sepas que te est
- Page 964 and 965: con la misma pasión. El deseo me a
- Page 966 and 967: —Feliz cumpleaños —le digo en
- Page 968 and 969: Siete minutos después llegamos al
- Page 970 and 971: Carrick Grey, AsociadoGrey, Krueger
- Page 972 and 973: —Un puto borracho del sudeste de
- Page 974 and 975: —¿Y los otros, mmm… —vacilo,
- Page 976 and 977: —Siempre ansiosa por recibir info
- Page 978 and 979: preocuparse, señora Grey.—Gracia
- Page 980 and 981: —La mejor decisión que he tomado
- Page 982 and 983: —No, Christian, gracias por decí
- Page 984 and 985: grito cuando lo sostiene en alto.
- Page 986 and 987: separando un mechón tras otro y se
- Page 988 and 989: y le aprieto la mano, encantado de
- Page 990 and 991: Elliot y José están en plena form
- Page 992 and 993: Domingo, 11 de septiembre de 2011An
- Page 994 and 995: Rodríguez, y la conversación post
- Page 996 and 997: —La doctora Sluder está operando
- Page 998 and 999: con paso tranquilo. Echo un vistazo
- Page 1000 and 1001: detiene, apretando el dedo contra e
- Page 1002 and 1003: —Algo que me recuerde que estoy v
- Page 1004 and 1005: —Dime que pare si es demasiado,
- Page 1008 and 1009: Deslizo las mías por sus muslos, d
- Page 1010 and 1011: Saco los dedos de su interior, ende
- Page 1012 and 1013: ¿Por qué estamos hablando ahora d
- Page 1014 and 1015: Lunes, 12 de septiembre de 2011Ana
- Page 1016 and 1017: Extiendo los brazos y ella, a pesar
- Page 1018 and 1019: —Hola, Andrea. Espero que mañana
- Page 1020 and 1021: Vaya. A lo mejor me estaba retando
- Page 1022 and 1023: deshonestas de una forma muy agresi
- Page 1024 and 1025: —Sí, lo hemos hecho. Pero lo cie
- Page 1026 and 1027: Me paso las manos por el pelo.—¿
- Page 1028 and 1029: intento de secuestro? Es evidente q
- Page 1030 and 1031: De: Christian GreyFecha: 13 de sept
- Page 1032 and 1033: Carrick GreyLa doctora Grace Trevel
- Page 1034 and 1035: que hablemos, aunque se me hace dif
- Page 1036 and 1037: B SullivanDirector del área inform
- Page 1038 and 1039: Con eso consigo su atención.—Oh,
- Page 1040 and 1041: Ray bosteza. Ana me mira, y compren
- Page 1042 and 1043: —¿Que lo sientes? ¡Joder! —Un
- Page 1044 and 1045: «Ahí estás, mierdecilla.»Me cag
- Page 1046 and 1047: —Sé cuál dices. Es un lugar tra
- Page 1048 and 1049: —Seguro que está bien.Hago un ge
- Page 1050 and 1051: —¡No! —exclamo. En todo caso,
- Page 1052 and 1053: Pero me importa una mierda.—¿Có
- Page 1054 and 1055: Luchando contra mi miedo mientras e
—Abre los ojos —le pido con voz ronca.
Los abre con un parpadeo.
—Otra vez —le ordeno—. Quiero verte. Ver que disfrutas
tocándote.
Continúa, con la mirada nublada y la respiración cada vez
más agitada por el profundo deseo que la consume, mientras
soy consciente de que me domina su mismo anhelo.
Qué mojada tiene que estar…
Los pantalones me aprietan por momentos. Basta.
—Las manos. Más abajo.
Se retuerce.
—Quieta, Ana. Absorbe el placer. Más abajo.
—Hazlo tú —susurra.
—Oh, lo haré… pronto. Pero ahora tú. Más abajo.
No tiene ni idea de cómo está poniéndome ahora mismo.
Desliza las manos por debajo de los pechos, sobre el
estómago, hacia el vientre, mientras se retuerce, tirando de las
ataduras del albornoz.
No. No. Niego con la cabeza.
—Quieta. —Coloco las manos en sus rodillas, para que no
se mueva—. Vamos, Ana… Más abajo.
Las manos recorren el vientre.
—Más abajo —musito.
—Christian, por favor —me suplica.