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Edicion 45 - Octubre

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NOTA DE LA EDITORA<br />

Usted es una obra<br />

maestra de Dios<br />

Arriba: Nuestra editora Kristi Overton<br />

Johnson (izq.) con Tracy y Darryl Strawberry<br />

tras la entrevista para Victorious Living.<br />

Agradecemos a esta increíble pareja por<br />

compartir sus sentimientos y percepciones<br />

con nuestros lectores.<br />

Abajo: El regalo artístico de la hija de Kristi<br />

es el tema de esta Nota de la Editora. Dios<br />

utilizó este hermoso objeto para enseñarle a<br />

Kristi una lección valiosa.<br />

Si quiere apoyar nuestra revista<br />

y llevar la esperanza de Dios e<br />

influir en la vida de mujeres y<br />

hombres encarcelados, visite<br />

victoriouslivingmagazine.com.<br />

Cada dólar que dona envía una<br />

copia de la revista a una cárcel.<br />

Cada copia influye en muchas<br />

vidas durante años.<br />

¿A<br />

lguna vez sintió como que no es<br />

suficientemente bueno, o que<br />

tiene demasiados defectos o que<br />

ha cometido demasiados errores como para<br />

que Dios lo ame y mucho menos, que lo utilice?<br />

Bueno, ¡ánimo! Esta revista es especialista en<br />

contar historias de personas con defectos que<br />

Dios eligió para amar y utilizar.<br />

Fíjese, por ejemplo, en Darryl y Tracy Strawberry,<br />

historia de tapa en esta edición. Darryl,<br />

cuádruple campeón de la Serie Mundial de la<br />

MLB, tenía deudas por millones de dólares y<br />

era un adicto empedernido a las drogas. La vida<br />

de Tracy también era un desastre. Traumas de<br />

la niñez le habían dejado heridas abiertas que<br />

la arrastraron por un camino de desolación.<br />

Pero encontraron a Jesús, que con Su amor<br />

y Su gracia transformó sus vidas destruidas en<br />

hermosas obras maestras. Hoy Dios los está<br />

utilizando para guiar a otros hacia la libertad<br />

y la sanación en Él.<br />

Convertir desastres en obras maestras es la<br />

especialidad de Dios y a Él le encanta poner<br />

esas vidas reconstruidas en exhibición para<br />

Su gloria. Dios me recordó eso hace poco,<br />

mientras miraba un regalo de Navidad que<br />

me hizo mi hija.<br />

Ivy, que estudia Diseño Gráfico, me había<br />

diseñado un póster con mucho amor. Era una<br />

bella imagen de un ángel con la letra de mi<br />

canción favorita de adoración. Al principio<br />

quedé anonadada por la belleza de su regalo…<br />

pero pasó algo.<br />

Mis ojos se enfocaron en una palabra mal escrita<br />

y, de pronto, lo único que veía era el error.<br />

(¡La maldición del editor!). Perdí totalmente de<br />

vista la belleza de su creación.<br />

Durante meses le rogué a Ivy que corrigiera<br />

el error para poder colgar el diseño en mi<br />

oficina. Quería mostrarlo, de verdad. Pero primero<br />

quería que estuviera perfecto. (O sea, ¿no<br />

la avergonzaría que la gente viera que había<br />

escrito mal una palabra?).<br />

Pero Ivy no siente lo mismo que yo. Pasó casi<br />

un año y todavía no corrigió esa palabra. Por<br />

eso el póster seguía escondido en un rincón<br />

de mi oficina.<br />

Hasta la semana pasada, cuando lo vi y empecé<br />

a sentir culpa por no apreciar su regalo.<br />

Era hora de exhibirlo, con o sin error. Busqué<br />

un buen lugar para colgarlo y pensé en mi salita<br />

privada, donde paso mucho tiempo orando<br />

y trabajando. Decidí que era el lugar perfecto.<br />

Pero mientras buscaba sentí algo en mi<br />

in terior que me empujaba a observar más<br />

detenidamente el diseño. Me senté a mirar<br />

la ima gen, pasando por alto la palabra mal<br />

escrita.<br />

Me cautivaron las estrellas y los detalles<br />

minuciosos del ángel. En el fondo se arremolinaban<br />

colores brillantes y me di cuenta de<br />

que Ivy había elegido mis tonos preferidos.<br />

¡Me había perdido todos esos detalles!<br />

Entonces, como suele hacerlo, Dios utilizó<br />

este objeto común para enseñarme que su<br />

deseo es que nos mostremos a pesar de las<br />

fallas.<br />

Saqué mi diario y me puse a escribir. “Señor,<br />

gracias por no esconderme del mundo hasta<br />

que deje de cometer errores. No estás avergonzado<br />

de mí. En cambio, me pones en exhibición,<br />

con errores y todo, como testimonio<br />

para el mundo de Tu gracia y amor. Me aceptas,<br />

me utilizas, me amas tal como soy en este<br />

instante. ¡Qué increíble! No solo eso, sino que<br />

invitas a este ser imperfecto a tener una relación<br />

íntima…¡vaya! Gracias, Señor, por no<br />

ser como yo”.<br />

¿Alguna vez pensó que Dios lo ama y quiere<br />

mostrarlo a usted también, con sus fragmentos<br />

rotos y todo? Es verdad; lea Efesios 2:10.<br />

Amigo, Dios no busca personas perfectas<br />

y sin pecado. ¡Jamás las encontraría! Solo<br />

quiere que cada uno de nosotros ponga los<br />

frag mentos rotos en sus manos hábiles.<br />

Al hacerlo, Él transforma nuestras vidas<br />

arruinadas en obras de arte.<br />

Kristi Overton Johnson<br />

Editora y Directora Ejecutiva<br />

4s Número 04 / 2022 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM

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