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PERSONAS REALES | HISTORIAS REALES | ESPERANZA REAL<br />
CÓMO ATRAVESAR EL VALLE<br />
FLIP OVER<br />
TO READ IN<br />
ENGLISH<br />
CONFÍE EN EL PROCESO DEL<br />
PLAN DE DIOS<br />
Darryl<br />
Strawberry<br />
RECLUTADO PARA<br />
EL EQUIPO DE DIOS<br />
Una revista en<br />
una misión:<br />
vea página 2<br />
Número 04 / 2022<br />
1s Número 04 / 2022
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VICTORIOUS LIVING<br />
LLEVA ESPERANZA A LOS<br />
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VICTORIOUS LIVING<br />
Testimonios de la vida real del poder transformador<br />
de Jesucristo desde nuestra revista<br />
bilingüe, disponible en cárceles y penitenciarías<br />
en versión impresa y formato digital.<br />
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NECESITA MOTIVACIÓN?<br />
Discipulado cristiano para los reclusos<br />
mediante correspondencia personal y<br />
recursos digitales.<br />
Contacto con organizaciones nacionales que<br />
proporcionan recursos útiles para presidiarios,<br />
ex presidiarios y sus familias.<br />
Herramientas para programas carcelarios,<br />
para que las iglesias locales puedan cumplir el<br />
mandamiento de Dios, respecto de acordarnos<br />
de quienes están privados de la libertad.<br />
Escríbanos y únase hoy<br />
mismo a nuestra familia<br />
de Victorious Living.<br />
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PO Box 2751<br />
Greenville, NC 27836<br />
O por email desde su<br />
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Disponible en Securus, ViaPath,<br />
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NÚMERO 4, OCTUBRE DE 2022<br />
CONTENIDO<br />
9s<br />
13s<br />
22s<br />
UN PASO ADELANTE<br />
Déjele a Dios las piezas que<br />
faltan<br />
POR CHRISTINA KIMBREL<br />
La misericordia de Dios puso en<br />
libertad a esta complacedora<br />
POR KRISTI DEWS DALE<br />
Cómo atravesar el valle<br />
POR KRISTI OVERTON JOHNSON<br />
6s<br />
pero ahora, con ayuda de Dios, tienen<br />
un matrimonio sano y fructífero y están<br />
ayudando a otros a hacer lo mismo.<br />
DESTACADOS<br />
Ya no me llamo así<br />
LA HISTORIA DE THADDEUS BRUCE<br />
Thaddeus se pasó la vida buscando<br />
sentido y aceptación, pero esas cosas<br />
no se encuentran en este mundo. Se<br />
encuentran en la entrega al amor<br />
infinito y persistente de Dios.<br />
14s<br />
HISTORIA DE TAPA<br />
Reclutado para el equipo<br />
de Dios<br />
LA HISTORIA DE<br />
DARRYL STRAWBERRY<br />
La vida de Darryl Strawberry,<br />
integrante del Salón de la Fama de la<br />
MLB, debería haber sido todo lo que<br />
cualquiera podría soñar…pero no lo<br />
fue. Adicto a las drogas, al alcohol,<br />
al sexo, además de otras malas<br />
decisiones, estuvo cautivo en una<br />
cárcel que él mismo construyó. Solo<br />
Dios podía liberarlo.<br />
FOTO CORTESÍA DE LA FAMILIA STRAWBERRY<br />
27s<br />
VIDAS<br />
TRANSFORMADAS<br />
Mírese al espejo<br />
POR DARRYL STRAWBERRY<br />
El matrimonio de Darryl y Tracy<br />
Strawberry dejaba mucho que desear,<br />
10s<br />
Prisionero de la esperanza<br />
LA HISTORIA DE THOMAS THIBAULT<br />
A pesar de estar cumpliendo cuatro<br />
condenas a cadena perpetua sin<br />
posibilidad de libertad condicional, Thomas<br />
se considera un hombre bendecido y tiene<br />
el corazón lleno de esperanza.<br />
EN LA TAPA<br />
Darryl y Tracy<br />
Strawberry son<br />
prueba viviente del<br />
amor de Dios y de Su<br />
poder para restaurar<br />
hasta las vidas más<br />
destruidas. Con<br />
ayuda de Dios, esta<br />
pareja reconstruyó su<br />
vida y su matrimonio<br />
sobre la base sólida<br />
de la Palabra de<br />
Dios, y ahora ayudan<br />
a otras personas a<br />
hacer lo mismo.<br />
18s<br />
24s<br />
Confíe en el proceso del<br />
plan de Dios<br />
LA HISTORIA DE<br />
TRACY STRAWBERRY<br />
Tracy sabía que la mayoría de sus<br />
problemas era consecuencia de las<br />
decisiones que había tomado, así que<br />
¿para qué molestarse en pensar en<br />
Dios? No había manera de que Él la<br />
quisiera. Pero Dios la persiguió y en<br />
Su momento y con Su plan perfecto,<br />
Él la recuperó.<br />
Todo va a estar bien<br />
LA HISTORIA DE JOSHUA BROWN<br />
“Todo va a estar bien. Lo vas a<br />
superar”. Condenado a 10 años en la<br />
cárcel, Joshua no veía cómo podían<br />
ser realidad esas palabras. Lo que no<br />
sabía aún es que, con Dios, es posible<br />
superarse hasta en la cárcel.<br />
EN CADA EDICIÓN<br />
4s<br />
Nota de la Editora<br />
Usted es una obra maestra de Dios<br />
29s<br />
¿Quiere conocer a Jesús?<br />
30s<br />
Novedades del ministerio /<br />
Recursos<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 04 / 2022<br />
3s
NOTA DE LA EDITORA<br />
Usted es una obra<br />
maestra de Dios<br />
Arriba: Nuestra editora Kristi Overton<br />
Johnson (izq.) con Tracy y Darryl Strawberry<br />
tras la entrevista para Victorious Living.<br />
Agradecemos a esta increíble pareja por<br />
compartir sus sentimientos y percepciones<br />
con nuestros lectores.<br />
Abajo: El regalo artístico de la hija de Kristi<br />
es el tema de esta Nota de la Editora. Dios<br />
utilizó este hermoso objeto para enseñarle a<br />
Kristi una lección valiosa.<br />
Si quiere apoyar nuestra revista<br />
y llevar la esperanza de Dios e<br />
influir en la vida de mujeres y<br />
hombres encarcelados, visite<br />
victoriouslivingmagazine.com.<br />
Cada dólar que dona envía una<br />
copia de la revista a una cárcel.<br />
Cada copia influye en muchas<br />
vidas durante años.<br />
¿A<br />
lguna vez sintió como que no es<br />
suficientemente bueno, o que<br />
tiene demasiados defectos o que<br />
ha cometido demasiados errores como para<br />
que Dios lo ame y mucho menos, que lo utilice?<br />
Bueno, ¡ánimo! Esta revista es especialista en<br />
contar historias de personas con defectos que<br />
Dios eligió para amar y utilizar.<br />
Fíjese, por ejemplo, en Darryl y Tracy Strawberry,<br />
historia de tapa en esta edición. Darryl,<br />
cuádruple campeón de la Serie Mundial de la<br />
MLB, tenía deudas por millones de dólares y<br />
era un adicto empedernido a las drogas. La vida<br />
de Tracy también era un desastre. Traumas de<br />
la niñez le habían dejado heridas abiertas que<br />
la arrastraron por un camino de desolación.<br />
Pero encontraron a Jesús, que con Su amor<br />
y Su gracia transformó sus vidas destruidas en<br />
hermosas obras maestras. Hoy Dios los está<br />
utilizando para guiar a otros hacia la libertad<br />
y la sanación en Él.<br />
Convertir desastres en obras maestras es la<br />
especialidad de Dios y a Él le encanta poner<br />
esas vidas reconstruidas en exhibición para<br />
Su gloria. Dios me recordó eso hace poco,<br />
mientras miraba un regalo de Navidad que<br />
me hizo mi hija.<br />
Ivy, que estudia Diseño Gráfico, me había<br />
diseñado un póster con mucho amor. Era una<br />
bella imagen de un ángel con la letra de mi<br />
canción favorita de adoración. Al principio<br />
quedé anonadada por la belleza de su regalo…<br />
pero pasó algo.<br />
Mis ojos se enfocaron en una palabra mal escrita<br />
y, de pronto, lo único que veía era el error.<br />
(¡La maldición del editor!). Perdí totalmente de<br />
vista la belleza de su creación.<br />
Durante meses le rogué a Ivy que corrigiera<br />
el error para poder colgar el diseño en mi<br />
oficina. Quería mostrarlo, de verdad. Pero primero<br />
quería que estuviera perfecto. (O sea, ¿no<br />
la avergonzaría que la gente viera que había<br />
escrito mal una palabra?).<br />
Pero Ivy no siente lo mismo que yo. Pasó casi<br />
un año y todavía no corrigió esa palabra. Por<br />
eso el póster seguía escondido en un rincón<br />
de mi oficina.<br />
Hasta la semana pasada, cuando lo vi y empecé<br />
a sentir culpa por no apreciar su regalo.<br />
Era hora de exhibirlo, con o sin error. Busqué<br />
un buen lugar para colgarlo y pensé en mi salita<br />
privada, donde paso mucho tiempo orando<br />
y trabajando. Decidí que era el lugar perfecto.<br />
Pero mientras buscaba sentí algo en mi<br />
in terior que me empujaba a observar más<br />
detenidamente el diseño. Me senté a mirar<br />
la ima gen, pasando por alto la palabra mal<br />
escrita.<br />
Me cautivaron las estrellas y los detalles<br />
minuciosos del ángel. En el fondo se arremolinaban<br />
colores brillantes y me di cuenta de<br />
que Ivy había elegido mis tonos preferidos.<br />
¡Me había perdido todos esos detalles!<br />
Entonces, como suele hacerlo, Dios utilizó<br />
este objeto común para enseñarme que su<br />
deseo es que nos mostremos a pesar de las<br />
fallas.<br />
Saqué mi diario y me puse a escribir. “Señor,<br />
gracias por no esconderme del mundo hasta<br />
que deje de cometer errores. No estás avergonzado<br />
de mí. En cambio, me pones en exhibición,<br />
con errores y todo, como testimonio<br />
para el mundo de Tu gracia y amor. Me aceptas,<br />
me utilizas, me amas tal como soy en este<br />
instante. ¡Qué increíble! No solo eso, sino que<br />
invitas a este ser imperfecto a tener una relación<br />
íntima…¡vaya! Gracias, Señor, por no<br />
ser como yo”.<br />
¿Alguna vez pensó que Dios lo ama y quiere<br />
mostrarlo a usted también, con sus fragmentos<br />
rotos y todo? Es verdad; lea Efesios 2:10.<br />
Amigo, Dios no busca personas perfectas<br />
y sin pecado. ¡Jamás las encontraría! Solo<br />
quiere que cada uno de nosotros ponga los<br />
frag mentos rotos en sus manos hábiles.<br />
Al hacerlo, Él transforma nuestras vidas<br />
arruinadas en obras de arte.<br />
Kristi Overton Johnson<br />
Editora y Directora Ejecutiva<br />
4s Número 04 / 2022 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
Con las historias de Victorious Living,<br />
mujeres y hombres que están entre rejas<br />
conocen al Dios que da otra oportunidad.<br />
FOTO DE DANIEL AGUILAR WITH DAZ PHOTOS<br />
Testimonio: Joshua Brown<br />
VL me dio esperanza cuando no la tenía.<br />
Descubrí Victorious Living mientras estaba<br />
encerrado. Me encontraba en medio de<br />
mi propia historia de redención. Mientras<br />
estaba entre rejas, hubo momentos en los<br />
que pensé que no tendría una vida mejor<br />
que esa. Pero después, leía una historia<br />
destacada en VL, me enteraba del final feliz<br />
de alguien y pensaba: “Esa podría ser mi<br />
historia victoriosa también”.<br />
Cada historia era una prueba viviente<br />
de la redención bíblica de nuestros días.<br />
Y me daba esperanza. Saber que Jesús<br />
sigue en control, es capaz y está dispuesto<br />
a transformar vidas me llenaba de un<br />
entusiasmo religioso.<br />
Sentí mucha ansiedad cuando esperaba<br />
que Dios trabajara en mi vida. ¡Y lo hizo! Hoy<br />
soy pastor, estoy casado y esperando un hijo.<br />
Le agradezco a Dios por redimir mi vida.<br />
Como pastor, me encanta que<br />
Victorious Living no trate de imponer una<br />
denominación o una agenda. La única<br />
agenda de VL es mostrar a Cristo. Quieren<br />
que la gente conozca la bondad de Dios y el<br />
poder que tiene de cambiar vidas. Ese es el<br />
sello de un verdadero embajador de Dios.<br />
Gracias, Victorious Living, por estar junto<br />
a los encarcelados y ayudarnos a ver las<br />
posibilidades que Dios ofrece para nuestra<br />
vida, más allá de las circunstancias.<br />
PATROCINE UNA CÁRCEL<br />
DE SU ESTADO Y CAMBIE<br />
VIDAS HOY.<br />
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LA HISTORIA DE THADDEUS BRUCE<br />
a sensación de “no dar la talla” me inició en el camino<br />
largo y difícil que recorrí.<br />
Como todo hijo de pastor, crecí admirando<br />
a mi papá. Era muy respetado en la comunidad y<br />
había logrado cosas importantes en el ministerio, pero<br />
su aprobación me era esquiva. De hecho, no tenía el menor<br />
interés en mí y prefirió estar ausente casi todo el tiempo.<br />
Ese rechazo generó en mí sentimientos profundos de<br />
inseguridad y de ser poca cosa. No encajaba en ningún<br />
lado, ni siquiera en casa. Pensando que mi papá me<br />
que rría y desearía tener una relación conmigo si tenía<br />
ciertos logros, trabajé fuerte en la escuela y me destaqué<br />
en muchas cosas.<br />
Sobre todo, me esforcé en los deportes. Me convertí en<br />
un jugador estrella de básquet y recibí muchos premios,<br />
pero mi papá jamás se enteró. Nuestra relación no mejoró<br />
nunca y cada rechazo hacía más profunda la herida en<br />
mi corazón joven.<br />
Comencé a buscar aceptación en otro lado. Empecé a<br />
beber y a drogarme con amigos, sin pensar nunca en lo<br />
dañinas que eran las decisiones que estaba tomando. Al<br />
final, resultaron ser mi perdición.<br />
Mi carrera como basquetbolista tuvo su despegue a<br />
pesar de mi vida de juerga. Jugué básquet universitario<br />
en la Universidad A & M de Florida y tenía como objetivo<br />
llegar a la NBA. No lo logré, pero sí jugué como profesional<br />
en México tres temporadas.<br />
La vida era buena. Tenía una esposa hermosa y una familia<br />
encantadora. Todos los que me rodeaban me querían,<br />
me aceptaban y me sentía seguro. Pero una lesión me<br />
dejó afuera y mi carrera profesional de basquetbolista<br />
tuvo un brusco final.<br />
Desesperado por encontrar una nueva identidad y un<br />
FOTO DE GERALD TOOKES<br />
6s Número 04 / 2022 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
lugar al que pertenecer, me incorporé al Ejército<br />
de los EE. UU. Formar parte de algo más<br />
importante que yo me hizo sentir bien y volví<br />
a descubrir lo que creía que era la seguridad<br />
y el valor. En 1985 llevé al equipo All Army de<br />
básquet del Ejército a las finales del campeonato.<br />
Volví a ser una estrella.<br />
Pero a escondidas estaba tomando mucho y<br />
fumando crack. Me convencí a mí mismo de que<br />
podía funcionar como adicto, pero no engañaba<br />
a mi familia ni a los oficiales del ejército. Estaba<br />
en un tren cuesta abajo, a máxima velocidad y<br />
sin frenos.<br />
Tras muchos controles positivos de drogas,<br />
el ejército me aplicó el Artículo 15s por mala<br />
conducta y finalmente me dio la baja. Tenía 29<br />
años, me sentía humillado, pero no estaba dispuesto<br />
a cambiar. Seguí rodando por el mismo<br />
camino destructivo hasta que perdí todo: mi<br />
matrimonio, mis hijos, mi casa y mi conciencia.<br />
Salí corriendo a la calle y empeñé todas mis<br />
posesiones. Estafé y engañé. Llegué a robar a<br />
mi familia y amigos para seguir fumando crack.<br />
Pasaban días antes de que se me ocurrie ra<br />
bañarme, cambiarme la ropa o comer. Lo único<br />
que me importaba era la próxima dosis.<br />
Mi adicción me hizo pasar por 21 centros de<br />
rehabilitación y me mantuvo entre rejas durante<br />
23 años. Y todo ese tiempo me imaginé<br />
que Dios debía de estar bastante decepcionado<br />
de mí. Mi pecado y mi culpa me cegaban a la<br />
verdad del amor de Dios y yo creía toda clase<br />
de mentiras del enemigo.<br />
Satanás me decía todos los días que yo era<br />
un fracaso, un error, un indeseable y un inútil.<br />
Él me convenció de que nunca me libraría de<br />
la atadura de la adicción. Él me dijo que Dios<br />
jamás podría amarme.<br />
Le supliqué a Dios que me liberara cientos de<br />
veces, tal como el ciego Bartimeo, que estaba<br />
sentado al lado del camino y llamaba a Jesús<br />
(Marcos 10:46–52). Mis gritos se elevaban desde<br />
los fumaderos de crack: “Llévate esta adicción,<br />
Dios, por favor, o llévame a mí”.<br />
No sabía que Él estaba escuchando, pero sí.<br />
El ojo de Dios nunca se había apartado de mí.<br />
A diferencia de mi padre terrenal y a pesar de<br />
todo lo que yo había hecho ¡Dios quería tener<br />
una relación conmigo!<br />
Gracias a las oraciones fervientes de mi<br />
mamá y mi tía, así como de sus amigas guerreras<br />
de la oración, pronto llegaría a comprender<br />
mi identidad como hijo de Dios. Sus oraciones<br />
poderosas y persistentes cambiaron<br />
mi vida (Santiago 5:16).<br />
Esas mujeres le hicieron sudar tinta a Satanás,<br />
especialmente después de reclutar a<br />
la Pastora Kimberly Daniels de Jacksonville,<br />
Florida. Como ex adicta, esa fiel sierva de<br />
Dios sabía cómo perseguirme con el amor<br />
de Dios. Podía ver cómo actuaba Su poder<br />
en la vida de ella, lo que me hizo pensar: “Si<br />
Dios pudo liberarla, también puede hacerlo<br />
por mí”.<br />
Pero el crack todavía me tenía atrapado y<br />
seguía hundiéndome. Iba y volvía de la iglesia<br />
al fumadero. Pero la Pastora Kim siempre<br />
iba a buscarme.<br />
Se paraba afuera del fumadero de crack<br />
y gritaba con un megáfono: “Thaddeus,<br />
sabemos que estás ahí. ¡Sal ya mismo!”. A los<br />
otros craqueros les molestaba tanto que me<br />
decían que me fuera. “Chico, vete. ¡La loca<br />
esa con el megáfono va a hacer que venga la<br />
policía!”. Ella hacía toda una escena.<br />
Nunca voy a olvidar el día que estaba<br />
reac cionando tras un atracón de crack y<br />
esas damas estaban orando y haciendo<br />
un escán dalo para que fuera a la iglesia.<br />
Me mantuve firme hasta que entró al lugar<br />
Faith, que tenía cuatro años y era hija de la<br />
Pastora Kim.<br />
a orar por usted, y después vamos a la iglesia”.<br />
Se me derritió el corazón y rompí en llanto al<br />
ver a esa niñita que oraba por mí.<br />
Y de repente, estaba en el auto yendo a la<br />
iglesia. Faith sostuvo mi mano todo el camino.<br />
Dios utilizó a esa niñita preciosa para ayudarme<br />
a despertar a Su amor inquebrantable por mí.<br />
Sin embargo, me arrestaron y enviaron a la<br />
cárcel con el cargo de parafernalia de drogas.<br />
Nunca había estado encerrado, pero allí estaba.<br />
Guardado por 30 días y sin otra cosa más que<br />
tiempo entre las manos, empecé a evaluar mi<br />
vida en serio. Me sentí embargado por la culpa<br />
y la vergüenza, al darme cuenta de la manera<br />
egoísta en que estaba viviendo. Lo único que me<br />
importaba era la droga y yo mismo.<br />
Pensé en mi ex esposa, en mis hijos y en la<br />
devastación que les había causado mi adicción.<br />
Había elegido las drogas y los había abandonado<br />
a su suerte. Me perseguían los recuerdos de<br />
los cuentos absurdos que le había hecho a mi<br />
Así es la cosa: el amor de Dios es<br />
verdaderamente incondicional.<br />
Apoyó su manito en la mía y me dijo: “Sr.<br />
Thaddeus, tiene que venir con nosotras. Voy<br />
Izquierda: De niño, Thaddeus<br />
nunca sintió que daba la talla.<br />
Derecha: Se incorporó al<br />
Ejército para tener acep tación.<br />
Pero las heridas de la<br />
niñez lo llevaron a actuar de<br />
manera que se ganó la baja.<br />
mamá. Una y otra vez me había aprovechado<br />
de ella para conseguir dinero. Cada vez me prometía<br />
a mí mismo que esa era la última que lo<br />
hacía, pero siempre había otra vez.<br />
Ahora, sentado en mi celda y cara a cara con<br />
la realidad, por fin tomé conciencia. Estaba listo<br />
para cambiar. “Dios, si me ayudas”—dije—“voy<br />
a dejar las drogas y a enderezar mi vida”.<br />
Le prometí lo mismo a mi mamá cuando le<br />
rogué que me pagara la fianza. “Mamá, ven a<br />
buscarme por favor” le dije. “Estoy listo para<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 04 / 2022<br />
7s
Olvide las etiquetas y los<br />
nombres que le han puesto.<br />
Si cree en Jesucristo, usted<br />
es amado, aceptado,<br />
seguro y valioso.<br />
FOTO DE GERALD TOOKES<br />
cambiar. Voy a volver a la iglesia y a estar bien<br />
con Dios. Hay algo distinto dentro de mí”.<br />
No tenía motivo alguno para creerme, pero<br />
fue. Dios me mostró una enorme cantidad de<br />
compasión y perdón al incitarla a que pague la<br />
fianza para sacarme de la cárcel.<br />
Fiel a mi palabra, le entregué mi vida al Señor<br />
y enfrenté mi adicción con Él a mi lado. Tuve una<br />
recaída y me drogué, pero fue por poco tiempo.<br />
No he bebido una gota de alcohol ni consumido<br />
drogas desde abril de 2004. Gloria a Dios.<br />
Hace 18 años que me entregué al Señor.<br />
Todavía no sé por qué Dios me eligió para utilizarme<br />
en las tareas de Su reino, pero lo hizo. Y<br />
lo hace. Después de todo lo malo que hice y los<br />
años que malgasté llevando una vida en contra<br />
de Sus principios, no tiene sentido.<br />
Pero así es la cosa: el amor de Dios es verdaderamente<br />
incondicional.<br />
Dios me ha dado un nombre nuevo y una<br />
identidad que nadie me puede quitar. Gracias<br />
a Jesús, ya no soy un adicto mentiroso, tramposo<br />
y sin esperanza. No soy un hijo no deseado<br />
que no encuentra su lugar en este mundo. Soy<br />
un hijo de Dios amado, aceptado, perdonado,<br />
deseado, redimido y capaz de vencer cual quier<br />
cosa, hasta la adicción al crack (Filipenses 4:13).<br />
La sangre del sacrificio de Jesucristo me ha lavado<br />
y limpiado todos mis pecados.<br />
Él también me ha dado un propósito para<br />
mi vida. El Salmo 107:2 dice: “¿Los ha rescatado<br />
el Señor? ¡Entonces, hablen con libertad!<br />
Cuenten a otros que él los ha rescatado de<br />
sus enemigos” (NTV). ¡Vaya si tengo una historia<br />
para contar!<br />
Dios me permite compartir Su amor<br />
restaurador a través de mis escritos y la<br />
música. Siempre me gustó la música. De<br />
niño, iba detrás de mi mamá cuando ella<br />
recorría distintas iglesias para cantar los<br />
coros góspel. Son recuerdos hermosos. De<br />
alguna manera, a pesar de todas las dificultades<br />
y el sufrimiento, mi amor por la música<br />
nunca desapareció.<br />
Con la ayuda de Dios, comencé a crear<br />
mensajes significativos mediante poesías<br />
y canciones. Empecé a hacer presentaciones<br />
con el nombre artístico “Ministro Redimido”.<br />
Y después Él tuvo que lidiar conmigo por mi<br />
intransigencia con el rap. Ese género no me<br />
atraía en lo más mínimo, pero Dios no me iba<br />
a dejar en paz. “¿Cómo esperas relacionarte<br />
y predicar a los jóvenes, si no estás dispuesto<br />
a interactuar con ellos teniendo en cuenta<br />
sus gustos musicales?” me preguntó.<br />
No tenía sentido debatir el asunto con<br />
Dios. Él ya me había rescatado del foso, ¿por<br />
qué no iba a permitirle que pusiera una canción<br />
nueva en mi corazón también? (Salmo<br />
40:1–3). Y cedí.<br />
“Señor”—dije—“si quieres que haga rap,<br />
lo hago. Pero al menos ¿puedo rapear textos<br />
bíblicos?”. Y, así como así, el Señor cambió<br />
mi perspectiva.<br />
Brotaban de mí palabras llenas de fuerza que<br />
creaban canciones nuevas. Sabía que venían de<br />
Él porque aparecían sin que hiciera el menor<br />
esfuerzo. A menudo Él me despertaba durante<br />
la noche. Yo tenía un cuaderno en mi mesa de<br />
luz para anotar las palabras a medida que fluían.<br />
Desde entonces, escribir y representar el<br />
mensaje de redención de Dios ha sido mi pasión.<br />
Una de mis canciones favoritas y más<br />
populares es “Ya no me llamo así”. El mensaje<br />
es simple: Dios lo ama y desea darle un nombre<br />
nuevo y un propósito nuevo.<br />
Dios cambió el nombre de varias personas<br />
y les dio una nueva identidad en toda la Biblia.<br />
Lo hizo con Jacob, el embustero, que pasó a ser<br />
Israel. (Ver Génesis 32:22–32). También con<br />
el asesino Saul, que se convirtió en el Apóstol<br />
Pablo. (Ver Hechos 9:1–19, 13:9). Y lo hará con<br />
usted, si se lo permite.<br />
Olvide las etiquetas y los nombres que le han<br />
dado. Si cree en Jesucristo, ya no es ninguna de<br />
esas cosas. Es un hijo de Dios y, a Sus ojos, está<br />
perdonado y todos sus pecados están lavados<br />
con la sangre del sacrificio de Jesús (1 Juan 1:9).<br />
Eso es usted: Amado. Aceptado. Seguro.<br />
Y valioso.<br />
THADDEUS BRUCE integra su formidable testimonio<br />
de redención con su talento musical y habilidad<br />
para escribir para ayudar a los demás a encontrar<br />
un camino, una transformación y una relación más<br />
estrecha con Dios. Para más información, visite www.<br />
thaddeusbruce.com.<br />
8s Número 04 / 2022 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
UN PASO ADELANTE<br />
Déjele a Dios las<br />
piezas que faltan<br />
POR CHRISTINA KIMBREL<br />
CUANDO ERA NIÑA, ME FASCINABA ARMAR rompecabezas.<br />
Mi mamá me los compraba de vez en cuando en ventas de garaje<br />
o ferias de usados. Siempre me atraía el desafío de abrir una caja<br />
más, arremangarme y poner manos a la obra.<br />
Sacaba todas las esquinas y laterales para crear el borde; luego<br />
separaba el resto de las piezas por color y fondo. Las arreglaba en<br />
pequeñas pilas por toda la mesa para ser lo más eficiente y estratégica<br />
posible al trabajar.<br />
Siempre tenía la tapa de la caja parada frente a mí para guiarme.<br />
No me importaba si me llevaba horas o días; estudiaba las piezas<br />
para determinar cómo encajaban perfectamente. No paraba hasta<br />
terminar mi obra maestra. Mi trabajo estaba completo cuando la<br />
imagen que tenía enfrente era igual a la de la caja.<br />
Era un pasatiempo divertido, hasta el día que me empecé a tomar<br />
las cosas demasiado en serio. Casi había terminado de armar un<br />
rompecabezas cuando me di cuenta de que había más espacios<br />
vacíos que las dos o tres piezas que quedaban en la mesa. Me llené<br />
de frustración mientras me llenaba las manos de piezas del rompecabezas,<br />
las tiraba dentro de la caja y lanzaba el rompecabezas<br />
incompleto a la basura.<br />
“¿Por qué no avisa la gente cuando faltan piezas?”—le dije a mi<br />
mamá, lamentándome.<br />
Me respondió con una pregunta que no me gustó en ese momento:<br />
“¿Te divertiste?”.<br />
“¡Sí, pero esa no es la cuestión!”.<br />
“Esa es exactamente la cuestión, Christina” me contestó. “Si<br />
hubieras sabido que no iba a resultar como querías, ni siquiera lo<br />
habrías intentado. Entonces, te habrías perdido toda la diversión”.<br />
Tenía razón, pero no diría que mi mente infantil entendió su percepción<br />
ese día.<br />
Desde que salí de la cárcel hace cinco años, una de las grandes<br />
dificultades que he tenido es comenzar cosas nuevas sin garantía<br />
de que van a funcionar. Tuve relaciones nuevas, trabajos nuevos y<br />
prioridades nuevas…y a veces esas cosas me dan miedo.<br />
El proceso de llevar esta forma nueva de vida ha sido muy similar a<br />
armar un rompecabezas. La mayoría de los días preparo cuidadosamente<br />
los detalles y las decisiones que tengo por delante y preparo<br />
mentalmente una buena estrategia para lograr mis planes. Pero a<br />
veces las cosas no salen como había previsto.<br />
De alguna manera hay una pieza del rompecabezas que me falta y<br />
me impide progresar. Puede que me estén faltando las circunstancias<br />
de una situación o tal vez espero cosas de los demás o de mí misma<br />
que no debería esperar.<br />
Aún a los 50 años me enoja la incertidumbre, tal como cuando era<br />
niña. Agradezco la gracia, porque a menudo fallo en este aspecto.<br />
También agradezco tanto tener esa fuente de sabiduría a la que<br />
puedo acudir cuando tengo que enfrentar un resultado que no es<br />
el esperado.<br />
Rendirme ya no es una alternativa; entonces en esos momentos<br />
de decepción o frustración Proverbios 19:21 me ayuda a ver las<br />
cosas desde una perspectiva más madura: “El corazón humano<br />
genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios<br />
del Señor”. Este versículo me recuerda las palabras de aliento de<br />
mamá cuando tuve esa rabieta hace tantos años.<br />
El Señor sabe el final desde el principio. Él tiene un propósito para<br />
permitir cada resultado y nuestra tarea es confiar en Él, aun cuando<br />
lo único que vemos es la imagen no terminada (2 Corintios 5:7).<br />
Tal vez al rompecabezas que está tratando de armar hoy también<br />
le falten algunas piezas. No importa. Solo tenga presente que Dios<br />
tiene su vida entera en Sus manos, hasta los detalles que usted no<br />
puede ver.<br />
No se quede atrapado en lo que piensa que va a ser la imagen<br />
terminada. Hay lecciones y momentos de gozo en su recorrido que<br />
se perdería si el Señor se lo revelara todo de una vez. Si conociera el<br />
proceso, tal vez elegiría no hacer las cosas difíciles, pero entonces<br />
no vería la belleza del camino a recorrer.<br />
Confíe en que Dios le dará lo que necesita para hacer su parte y<br />
déjele a Él las piezas que faltan.<br />
CHRISTINA KIMBREL es la Gerente de Producción de VL. Tras pasar por la cárcel,<br />
ahora lleva esperanza a quienes están presos de sus circunstancias pasadas<br />
o presentes, compartiendo el mensaje de sanación que encontró en Jesús.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 04 / 2022<br />
9s
Prisionero de la<br />
esperanza<br />
LA HISTORIA DE THOMAS THIBAULT<br />
Me llamo Thomas Thibault, y esta es la historia de mi<br />
vida. También se me conoce como el recluso N° W04843 y<br />
mis amigos me llaman T. Bo. Actualmente mi hogar es el<br />
Correccional de Florida, donde estoy cumpliendo cuatro<br />
condenas a cadena perpetua sin posibilidad de libertad<br />
condicional. Soy un hombre bendecido, un prisionero de<br />
la esperanza (Zacarías 9:12).<br />
Probablemente piensa que estoy loco. Ya<br />
sé. ¿Cómo puede decir alguien que pasar el<br />
resto de la vida preso es una bendición y que<br />
tiene esperanza? Le explico. Déjeme empezar<br />
contándole cómo llegué aquí.<br />
No hay nada importante ni trágico en mi juventud<br />
que pueda mencionar y que ayudaría<br />
a explicar mis circunstancias.<br />
Mi mamá era amorosa y me crio bien.<br />
Tenía una hermanita genial y buenos amigos,<br />
además. Disfrutaba de los deportes y me esforzaba<br />
mucho en la escuela.<br />
A mi entender, lo peor que hice fue experimentar<br />
con la marihuana de vez en<br />
cuando y tener sexo con mi novia. ¿No era<br />
lo que hacían casi todos los adolescentes?<br />
A los 17, me convertí en padre soltero.<br />
Pero asumí la responsabilidad de mis actos<br />
y antes de que mi hija cumpliera un año ya<br />
había terminado la secundaria y me habían<br />
otorgado la custodia completa de ella.<br />
Salí a trabajar inmediatamente y conseguí<br />
un empleo excelente, con grandes<br />
beneficios, en una empresa con presen<br />
cia en todo el país. Inscribí a mi bebita en<br />
un jardín maternal privado, donde aprendió<br />
español. A menudo viajábamos a Disney y<br />
otros parques de diversiones. Vivíamos en una<br />
propiedad bonita; tenía contrato de al quiler<br />
con derecho a compra. La vida era buena.<br />
Nosotros estábamos bien.<br />
Seguí experimentando con la hierba, e<br />
incluso vendía un poco a veces, pero no me<br />
parecía gran cosa. No me imaginaba que esa<br />
droga sería el acceso a una vida infernal, con<br />
el mismísimo demonio como guía personal.<br />
Como vendía hierba, a menudo me cruzaba<br />
con personas que consumían otras drogas,<br />
como cocaína. Cuando me la ofrecieron, me<br />
dije “¿por qué no?”. Hice caso omiso de la voz<br />
en mi interior que me decía que me alejara.<br />
Y de saber que varios miembros de la familia<br />
luchaban con la adicción y que yo también<br />
podía volverme adicto. La probé.<br />
Al principio, solo consumía los fines de<br />
semana. Tenía que mantener a mi hija, así<br />
10s Número 04 / 2022 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
FOTO CORTESÍA DE LA FLORIDA DOC<br />
que continué dedicándome a mi trabajo, a<br />
mi hogar y a ella. Ella había sido mi gracia<br />
salvadora durante muchos años, pero el amor<br />
por mi hija no iba a poder competir con mi<br />
adicción en aumento.<br />
A los ocho meses era un adicto empedernido<br />
que consumía cocaína en casa y en el trabajo<br />
todos los días. Llevaba a mi hija conmigo<br />
a los fumaderos y la dejaba en el camión del<br />
trabajo mientras fumaba crack. ¿Se puede<br />
caer más bajo?<br />
Mi adicción me llevó a la paranoia, y me<br />
imaginaba que el FBI venía a buscarme. Perdí<br />
todo: trabajo, carro, casa y a mi hija. Pero no<br />
me importaba: quería estar a solas con la cocaína,<br />
mi nuevo amor. Me desligué a propósito<br />
de mi familia y de todas mis obligaciones.<br />
Mandé a mi hija a vivir a otro lado y salí a la<br />
calle con todo.<br />
Vivía despierto durante días por los efectos<br />
de la cocaína robando, hurtando y durmiendo<br />
con mujeres que no conocía. El Tommy amable,<br />
trabajador y querible había desaparecido<br />
y había ocupado su lugar un monstruo sin<br />
consideración por nada ni por nadie. Lo único<br />
que me importaba era tener dinero para mi<br />
adicción a toda costa.<br />
La mañana del Día de Gracias de 1998, hice<br />
algo que solo puede hacer un monstruo. Entré<br />
a robar en la casa de tres personas inocentes<br />
y las maté. Me arrestaron y me ingresaron<br />
en la cárcel del Condado de Palm Beach a los<br />
cinco días.<br />
Usted pensará que después de cometer un<br />
crimen tan horripilante y enfrentar un futuro<br />
tan sombrío iba a pedirle ayuda a Dios.<br />
Pero no. En cambio, seguí drogándome y<br />
vivi endo una mentira. Nunca había visto la<br />
necesidad de tener a Dios en mi vida; siempre<br />
pensé que podía manejar las cosas yo solo.<br />
Mi mamá me llevaba a la iglesia cuando<br />
era chico, con la esperanza de que llegara a<br />
conocer al Señor, pero no funcionó. Además,<br />
sabía que merecía el encierro…¿Para qué meter<br />
a Dios en mi situación ahora? No me iba a<br />
querer, de todos modos. Yo era un monstruo.<br />
Dos años después, en 2001, un juez me dio<br />
pena de muerte por cada uno de los asesinatos<br />
y cadena perpetua por el robo. Acepté la condena<br />
como el destino bien merecido que tenía<br />
por lo que había hecho. El 25 de septiembre<br />
de 2001 me pasaron al corredor de la muerte.<br />
“Ya sabes que vas a morir aquí” me dijo<br />
otro preso a poco de llegar. Pero sentado en<br />
mi oscura celda de 6 x 9, no podía aceptar<br />
que sus palabras fueran verdad. Por dentro<br />
tenía una sensación de esperanza. Ni idea<br />
de dónde venía.<br />
Sorpresivamente, solo estuve en el<br />
corredor de la muerte durante dos años y<br />
dos días; luego me trasladaron a la cárcel<br />
del Condado de Palm Beach. Me revocaron<br />
mis penas de muerte por una cuestión<br />
técnica.<br />
Mientras los abogados peleaban mi caso,<br />
entré en un pabellón con el programa de<br />
rehabilitación “basado en la Fe y la Personalidad”,<br />
a cargo de un hombre llamado<br />
Gino. Él me habló de cómo Dios había enviado<br />
a Su Hijo Jesús a morir por mi pecado<br />
(Juan 3:16).<br />
Dios abrió mis ojos espirituales para<br />
que entendiera la profundidad de su amor<br />
por la humanidad—incluso por asesinos<br />
como yo. Y cuando Él vertió Su amor en<br />
mi corazón, creí en Él (Romanos 5:5). Por<br />
mi fe en Jesús, pude conocer a Dios y sentí<br />
Thomas usa su<br />
experiencia y su fe para<br />
ayudar a los demás a<br />
encontrar el perdón y la<br />
libertad en Cristo. En la<br />
foto, de izq. a der. están<br />
el Capellán Tillman,<br />
Pedro Valdes, Thomas<br />
Thibault, Miguel<br />
Rosa, Juan Berrios, y<br />
Capellán Scheetz.<br />
SEA LO QUE SEA QUE ENFRENTE,<br />
DEBE SABER QUE NO ES EL FIN. ES<br />
EL PRINCIPIO.<br />
la presencia genuina de Su Espíritu Santo<br />
(Juan 14:6).<br />
Al poco tiempo, Dios me hizo un regalo<br />
increíble mediante el acto generoso de la<br />
madre de una de mis víctimas. Me dijo que<br />
la gracia redentora de Dios le había permitido<br />
perdonarme por matar a su hijo. Su gesto<br />
noble hizo que la realidad del amor de Dios se<br />
arraigara más en mi corazón. (Increíblemente,<br />
esta señora se había acercado a mi mamá durante<br />
mi audiencia inicial en el tribunal y le<br />
había transmitido el mismo amor, la misma<br />
generosidad y consuelo. Ella reconocía que<br />
mi mamá también era víctima de mis delitos).<br />
Me mantuve firme en mi fe durante un<br />
tiem po, al regresar a la cárcel. Pero después<br />
quité los ojos de Dios y me enfoqué en mi<br />
entorno. Al final, volví a consumir y vender<br />
drogas y a tomar cócteles de ginebra con otras<br />
bebidas alcohólicas. Estaba viviendo a fondo<br />
en el bajo mundo de la vida carcelaria.<br />
A menudo me ponían en confinamiento<br />
solitario, en castigo por mis acciones. Una<br />
vez, después de un confinamiento de 90 días,<br />
mi familia vino a visitarme. Mi mamá me dejó<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 04 / 2022<br />
11s
en claro que estaba molesta por mi forma de<br />
vida. “Tommy”—me dijo—“Dios te ha dado una<br />
segunda oportunidad en la vida, algo que tus<br />
víctimas no tuvieron. Y aquí estás, desperdiciando<br />
su regalo precioso. ¡Con total falta de<br />
respeto, debo decir!”.<br />
“Simplemente hago lo que hacen los hombres,<br />
mamá”—le respondí. Entonces ella procedió<br />
a darme su definición de un hombre de<br />
verdad. Es gracioso, pero no tenía ninguna de<br />
las cosas que yo estaba haciendo.<br />
la Fe y la Personalidad” del Correccional<br />
de Taylor y empecé a liderar programas.<br />
Allí descubrí el propósito que Dios tiene<br />
para mí.<br />
Él me mostró que hasta en la cárcel tengo<br />
la misión increíble de compartir la bondad<br />
de Dios con los demás. Todos los días<br />
tengo el privilegio de guiar a esos hommi<br />
adicción. No soy perfecto, pero gracias a<br />
Cristo tengo esperanza, a pesar de estar cumpliendo<br />
cuatro condenas a cadena perpetua.<br />
Usted también puede tener esperanza en<br />
Cristo.<br />
Sea lo que sea que enfrente, debe saber que<br />
no es el fin. Es el principio. Si lo deja, Dios le<br />
va a mostrar Su amor, Su gracia y Su propósi<br />
NO SOY PERFECTO, PERO GRACIAS A<br />
CRISTO TENGO ESPERANZA, A PESAR DE<br />
ESTAR CUMPLIENDO CUATRO CONDENAS A<br />
CADENA PERPETUA.<br />
De vuelta en mi celda, pensé en lo que había<br />
dicho mamá. Dios la había usado para llamar<br />
mi atención. Tomé mi Biblia y la abrí. Mateo<br />
6:26 (NVI) me llamó la atención rápidamente:<br />
“Fíjense en las aves del cielo: no siembran<br />
ni cosechan ni almacenan en graneros; sin<br />
embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No<br />
valen ustedes mucho más que ellas?”.<br />
Dios utilizó este versículo simple para recordarme<br />
de Su amor, provisión y cuidado. Y<br />
mi corazón respondió: “Está bien, Dios, ya es<br />
suficiente. Si este versículo es verdad, si realmente<br />
vas a cuidar de mí el resto de mi vida<br />
entre estas rejas, voy a dejar todas estas cosas<br />
estúpidas a las que me aferro y te voy a seguir.<br />
Soy todo Tuyo y me comprometo totalmente”.<br />
Hace ocho años que me comprometí a confiarle<br />
a Dios mi futuro y a tomar mi fe en serio.<br />
Y Él nunca me falló.<br />
Desde que hice de Él mi hogar y traté de<br />
glorificarlo con mis actos y palabras, Él me<br />
dio una vida fructífera, aun entre rejas. También<br />
me ayudó a cambiar mi conducta. No<br />
tengo un DR (informe disciplinario) desde<br />
hace cuatro años y me mantengo sobrio. Ha<br />
sido una lucha difícil, pero cuanto más me<br />
acerco a Dios, más atrás dejo mi vida y mis<br />
pensamientos de antes.<br />
Hace casi tres años, entré en el pabellón<br />
con el programa de rehabilitación “basado en<br />
bres para que dejen sus vidas inútiles y se<br />
acerquen a los brazos amorosos de Jesús.<br />
¡Ayudo a los demás en que se conviertan<br />
en prisioneros de la esperanza también!<br />
¿Ahora se da cuenta de por qué me siento<br />
tan bendecido?<br />
Dios no me dio por perdido ni una vez.<br />
En cambio, en el corredor de la muerte,<br />
Él plantó una semilla de esperanza en mi<br />
corazón y me acercó a Él. Perdonó mis<br />
pecados, me prometió vida eterna y ahora<br />
me ayuda a mantenerme firme contra<br />
to de manera inconfundible. No hace falta ser<br />
prisionero de sus circunstancias; puede optar<br />
por ser prisionero de la esperanza.<br />
Ábrale el corazón a Dios hoy mismo. Deje<br />
atrás los caminos de este mundo que no conducen<br />
a nada y descubrirá Sus bendiciones<br />
por sí mismo.<br />
El amor y las palabras de su<br />
mamá ayudaron a Thomas a<br />
entregarse a Cristo. Aquí tiene<br />
en la mano la foto de Thomas<br />
aproximadamente a la edad que<br />
cometió los crímenes.<br />
THOMAS THIBAULT ayuda a hombres encarcelados<br />
a descubrir la libertad en Cristo, aun cuando<br />
él está cumpliendo cuatro condenas a prisión<br />
perpetua en el Correccional de Florida.<br />
12s Número 04 / 2022 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
UN PASO ADELANTE<br />
Pero Jesús nos advierte en Su Palabra que no debemos<br />
hacerlo. (Ver Juan 12:43; Gálatas 1:10; Filipenses 2:3–4).<br />
Entendí que esto debía cambiar un día en que estaba<br />
atrapada en un embotellamiento de tráfico y oraba por<br />
una relación que no podía arreglar. Hiciera lo que hiciera,<br />
mi relación con esta persona seguía rota. Le pedía ayuda<br />
a Dios para que se convirtiera en un ejemplo de perdón<br />
y gracia. Y en ese momento, Él me susurró: “Entrégame<br />
tu corazón”.<br />
Al escribir estas palabras, se ven ridículamente simples<br />
y probablemente no una gran revelación. Pero para<br />
mí, de verdad, lo eran. Fue en ese momento que empecé<br />
a preguntarme cómo sería mi vida si me enfocaba más en<br />
Dios que en preocuparme por lo que los demás pensaban<br />
de mí. Más importante aún, me pregunté cómo eso podría<br />
fortalecer mi relación con el Señor. (Ver Eclesiastés 2:26;<br />
Colosenses 1:10).<br />
Recordé las palabras de un antiguo himno de Helen<br />
Howarth Lemmel:<br />
Vuelve tus ojos a Jesús,<br />
Mira de lleno Su rostro maravilloso<br />
Y las cosas terrenales se verán más vagas,<br />
A la luz de Su gloria y gracia.<br />
La misericordia de Dios<br />
puso en libertad a esta<br />
complacedora POR KRISTI DEWS DALE<br />
SEGÚN EL MERRIAM-WEBSTER DICTIONARY, un complacedor es “una<br />
persona con la necesidad emocional de complacer a los demás”. Me sorprende que<br />
mi foto no esté al lado de esa definición. Fui una complacedora durante años. Pero<br />
cuando investigué un poco sobre el tema, descubrí que la mayoría de los complacedores<br />
son egoístas, incluso yo.<br />
Me importaban los demás, sin duda. Pero ese no era el motor de mis decisiones.<br />
Hacía cosas por otras personas para agradarles. Me ofrecía para todas las tareas<br />
en las escuelas de mis hijos para que todos pensaran que era una mamá habilidosa<br />
y organizada.<br />
Trataba de preparar cenas perfectas para mis invitados, para que pensaran<br />
que era buena cocinera. Intentaba (que quede claro: intentaba) mantener mi casa<br />
ordenada para que los demás pensaran que era buena ama de casa. En el trabajo<br />
hacía sugerencias y me esforzaba al máximo para ayudar con los proyectos y que<br />
mis compañeros pensaran que era inteligente. Y cuando la relación con familiares<br />
o amigos tambaleaba, pasaba mucho tiempo tratando de arreglarla.<br />
Sencillamente, mi motivación para casi todo lo que hacía era errónea. Solo estaba<br />
preocupada por mí misma. Mi vida giraba en torno a la necesidad egoísta que tenía<br />
de que el mundo me aceptara y admirara. Vivía para complacer a la gente, no a Dios.<br />
Después de ese momento, me comprometí a pasar<br />
más tiempo con el Señor. Me dediqué a tener más tiempo<br />
íntimo de oración y a leer y meditar Su Palabra. Gracias<br />
a esto, recibí del Padre una cantidad desbordante de<br />
gracia y misericordia por arrepentirme de mis motivos<br />
erróneos.<br />
Santiago 2:13 NVI dice: “La compasión triunfa en el<br />
juicio”. Ah, así es. Tener la compasión de Dios por mi<br />
pecado me ayudó a aprender a desestimar las opiniones<br />
de los demás. De alguna manera, se me hizo necesario<br />
perdonar a quienes podrían haberme juzgado mal, en lugar<br />
de esforzarme más para conseguir que me aceptaran.<br />
A consecuencia de esto, el tiempo que paso sentada en<br />
presencia del Señor se convirtió en una bendición, se<br />
me abrieron nuevas oportunidades en el ministerio y<br />
logré una paz que calma mi espíritu.<br />
Amigo, si tiene dificultades porque busca complacer<br />
a todos, lo invito a que “vuelva sus ojos a Jesús” ya mismo.<br />
El gozo, la paz y la misericordia que el Señor derramará<br />
sobre usted serán maravillosos. Experimentará<br />
Su amor incondicional cuando camina en Su verdad<br />
(Salmo 26:2–3), y se dará cuenta de que su atención a<br />
las necesidades de los demás se volverá más importante<br />
que su necesidad de que lo aprueben.<br />
KRISTI DEWS DALE está casada y es madre de cuatro hijos<br />
maravillosos. Tiene un máster en salud pública y es profesora<br />
adjunta de administración de empresas en una universidad local.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 04 / 2022<br />
13s
M<br />
LA HISTORIA DE DARRYL STRAWBERRY<br />
enos del 1% de los estudiantes Serie Mundial e ingresó al Salón de la Fama<br />
secundarios que juegan béisbol de los New York Mets.<br />
llegan a las Ligas Mayores. Yo fui Ser elegido para representar equipos<br />
uno de los afortunados. El talento natural y como los Mets, los Dodgers, los Giants y los<br />
la determinación de probarle cuánto valía a Yankees es algo indescriptible. Si alguna<br />
un padre que dijo que jamás llegaría a nada vez fue deportista profesional, sabe cuánta<br />
posibilitaron que me convirtiera en un jugador<br />
que participó 8 veces del Juego de dolores físicos, contrariedades y frustración<br />
perseverancia se necesita para sobrellevar<br />
las Estrellas, fue cuádruple campeón de la mental todo el tiempo, así como competencia<br />
brutal y detractores. Hace falta disciplina<br />
y sacrificio para tener éxito a cualquier nivel<br />
en el deporte.<br />
Los New York Mets me reclutaron apenas<br />
salí de la secundaria y me hicieron jugar<br />
para los Kingsport Mets en la Liga de los<br />
Apalaches. Fui el primer elegido en el proceso<br />
de selección con solo 18 años.<br />
Mi manager me recordaba: “Llegar a las<br />
grandes ligas cuesta mucho trabajo. Podrías<br />
llegar si te concentras en tu objetivo y te entrenas<br />
para eso”. No había ga rantía, pero<br />
esperaba que si conservaba la humildad y<br />
jugaba fuerte, un día probaría cuánto valía<br />
en las ligas mayores.<br />
Así que puede imaginarse mi emoción<br />
cuando recibí la llamada en la primavera<br />
de 1983. Estaba preparándome para otro<br />
partido con Kingsport cuando las benditas<br />
palabras “Te queremos, Darryl” llegaron<br />
de arriba. Los New York Mets me estaban<br />
llamando.<br />
El día que entré al vestuario de los NY<br />
Mets traté de actuar con naturalidad, como<br />
si no fuera gran cosa. Pero era fantástico.<br />
Allí, en ese vestuario con algunos de los más<br />
grandes de la MLB, colgaba un uniforme<br />
de los Mets en un casillero con mi nombre:<br />
Strawberry.<br />
Los integrantes del equipo me dieron la<br />
bienvenida a su prestigioso club con apretones<br />
de manos y palmadas en la espalda.<br />
Habían oído hablar del chico alto y desgarbado<br />
que, según la prensa, podía llegar a<br />
ser el próximo Ted Williams. Aceptaban<br />
de buen grado mi talento, especialmente<br />
si podía ayudar a conseguir el campeonato<br />
de la Serie Mundial.<br />
Estuve flojo en los primeros partidos.<br />
Ahora estaba jugando con los grandes y me<br />
llevaría tiempo adaptarme. La prensa fue<br />
hostil, pero me mantuve enfocado. Y luego<br />
una noche se dio todo. ¡Bum! La pelota voló.<br />
Empecé a correr. Y el público enloqueció. Estaba<br />
por convertirme en el Novato del Año.<br />
Como Met, tuve todo lo que pensé que<br />
me haría feliz. Contratos lucrativos, autos<br />
lujosos, casas inmensas y muchas mujeres.<br />
Recibía aplausos, reconocimientos, tenía<br />
poder y fama. Giraban la cabeza cuando<br />
entraba a cualquier lugar y me llovían las<br />
oportunidades.<br />
FOTO DE REUTERS/ED BETZ (UNITED STATES)<br />
14s Número 04 / 2022 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
FOTO DE PCN PHOTOGRAPHY<br />
Lo más importante para mí es que ser un<br />
Met me daba un lugar al que pertenecía y la<br />
sensación de ser valioso. Era la prueba de que<br />
yo era alguien y de que algo había hecho bien.<br />
Casi toda mi infancia había oído lo contrario.<br />
Mi padre, un alcohólico abusivo, me decía todos<br />
los días que era un inútil. “No vales nada, chico.<br />
Nunca vas a llegar a nada”. Con sus palabras<br />
y actos, papá me dejaba en claro que no me<br />
quería.<br />
Mamá, una mujer piadosa, trataba de darme<br />
confianza respecto de cuánto valía. Nos quería<br />
mucho a mis hermanos y a mí y nos enseñaba<br />
los valores cristianos. Pero las marcas que<br />
dejaron el abuso y las palabras brutales de mi<br />
papá tuvieron más peso. A pesar de todos mis<br />
logros, no podía dejar de pensar que era un<br />
inútil fracasado.<br />
Pero creer que mi valor dependía de lo que<br />
era como deportista profesional era peligroso.<br />
Ser un Met era una ocupación pasajera, como lo<br />
fue ser un Dodger, un Giant y un Yankee. No importaba<br />
cuántos jonrones consiguiera, cuántas<br />
bases robara o cuántas salidas forzara, un día<br />
se apagarían las luces, yo vaciaría mi casillero<br />
y volvería a casa para siempre.<br />
A veces el final llegaba por elección. Frustrado<br />
o decepcionado, buscaba un cambio.<br />
Como cuando dejé los Mets, me convertí en<br />
agente libre y firmé para los Dodgers. Esa<br />
movida me llevó a firmar el segundo contrato<br />
más alto del béisbol en esa época: más de<br />
20 millones de dólares. Pero la mayoría de las<br />
veces me vi forzado a cerrar un ciclo debido<br />
a mi bajo rendimiento, lesiones deportivas,<br />
operaciones, cáncer y, por supuesto, mi mal<br />
comportamiento.<br />
Fui un alcohólico sin control, un adicto al sexo<br />
y a las drogas y un mujeriego durante mis 17<br />
años de beisbolista profesional. Los equipos<br />
se cansaban de la publicidad negativa que mis<br />
malas decisiones les daban a sus franquicias.<br />
No importaba que todavía estuviera jugando<br />
bien y ayudándolos a ganar la Serie Mundial.<br />
Yo era una carga demasiado pesada y una distracción.<br />
Mi escándalo con el fisco, los cargos<br />
por violencia doméstica, el uso de drogas y la<br />
cárcel generaron títulos sensacionalistas a nivel<br />
nacional. Yo ya no valía la pena como inversión.<br />
Fuera cual fuera el motivo, que me dejaran<br />
en libertad siempre era un golpe increíble a<br />
mi autoestima. Tal vez el momento de mayor<br />
humillación fue cuando los Yankees no me<br />
renovaron el contrato tras una seguidilla de<br />
lesiones. Me vi forzado a jugar en una liga<br />
independiente del norte que, a diferencia de<br />
los equipos en las ligas menores, ni siquiera<br />
estaba afiliado a una franquicia de las ligas<br />
mayores.<br />
Yo no era una prima donna ni nada, pero<br />
sí era campeón mundial y había participado<br />
en partidos de las estrellas. ¡Yo era Darryl<br />
Strawberry, por el amor de Dios!<br />
Y había dejado el Yankee Stadium para<br />
jugar en un equipo del que jamás había oído<br />
EN ESOS MOMENTOS ACIAGOS<br />
DE MI VIDA, AÚN OÍA QUE DIOS<br />
ME SUSURRABA LAS PALABRAS<br />
QUE SIEMPRE HABÍA QUERIDO OÍR:<br />
“TE NECESITO, DARRYL”.<br />
hablar, en una liga de la que jamás había<br />
oído hablar, con veteranos acabados y adolescentes<br />
con aspiraciones. Quería abandonar,<br />
pero no podía. Jugar béisbol era lo<br />
único que sabía hacer y el único lugar al<br />
que sentía que pertenecía. Ser jugador de<br />
béisbol había sido mi identidad desde niño.<br />
Lo más doloroso de que me dejaran en<br />
libertad era saber que ya no me necesitaban.<br />
Cada vez que un equipo me decía “ya no te<br />
necesitamos” oía la voz burlona de mi padre:<br />
“No vales nada, chico”.<br />
Para reforzar el mensaje de esas palabras estaban<br />
mis dos matrimonios fallidos, la pérdida<br />
de mis seis hijos y la incapacidad de escapar de<br />
la adicción con la que luchaba a diario.<br />
Durante toda mi carrera experimenté etapas<br />
de depresión con frecuencia. Había días en que<br />
ni siquiera podía levantarme de la cama para ir<br />
al campo de juego. Otros días trataba de consolarme<br />
por el corazón roto y el rechazo saliendo<br />
Opuesta: Darryl saluda tocándose el<br />
sombrero en la 60° ceremonia anual<br />
de veteranos en el Yankee Stadium de<br />
Nueva York, 24 de junio de 2006.<br />
Arriba: Darryl en un partido contra los<br />
Houston Astros en 1986.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 04 / 2022<br />
15s
a la calle, pasando el tiempo en fumaderos de<br />
crack y bares y visitando los dormitorios de<br />
mujeres que no conocía.<br />
Creer que era un fracaso—un cero a la<br />
izquier da, un don nadie—me llevó a la destrucción.<br />
Iba soplando por el mundo como un huracán,<br />
dejando detrás un reguero de escombros.<br />
Al final, perdí todo: familia, dinero, casas,<br />
autos, salud, carrera y reputación. Y en el proceso<br />
lastimé a mucha gente.<br />
Sin embargo, en esos momentos aciagos<br />
de mi vida, aún oía que Dios me susurraba las<br />
palabras que siempre había querido oír: “Te<br />
necesito, Darryl”.<br />
Por qué Dios podría necesitar a una cabeza<br />
hueca desastroso como yo era algo que no podía<br />
imaginar. Tenía deudas por tres millones de<br />
dólares, me había divorciado dos veces, estaba<br />
alejado de mis hijos, irremediablemente perdido<br />
en el alcohol y las drogas y excluido de las<br />
ligas mayores de béisbol. Mi nombre estaba<br />
embarrado en este mundo.<br />
Nunca había oído la promesa de 1 Corintios<br />
1:26–28. Nos enseña que Dios elige amar y usar<br />
a las personas que el mundo desprecia, deja<br />
de lado y que no cuentan para nada—incluso<br />
aquellas que se equivocan en la vida y lastiman<br />
a otras personas. Mi interpretación de estos<br />
versículos es esta: Dios elige a las cabezas<br />
Izquierda: El 29 de abril<br />
de 2002, Darryl compareció<br />
ante el tribunal del<br />
condado de Hillsborough<br />
en Tampa, Florida, donde<br />
fue condenado a 18 meses<br />
de cárcel en el sistema<br />
carcelario del Estado de<br />
Florida.<br />
Derecha: Las heridas<br />
sufridas durante la niñez<br />
le impidieron a Darryl ser<br />
el padre que sus hijos<br />
merecían cuando eran<br />
pequeños. En esta foto, con<br />
su hijo Darryl Jr. en 1986.<br />
A PESAR DE TODOS MIS LOGROS, NO<br />
PODÍA DEJAR DE PENSAR QUE ERA UN<br />
INÚTIL FRACASADO.<br />
huecas de este mundo para que entren a<br />
su equipo. Por suerte.<br />
Mamá me había enseñado que Dios me<br />
amaba y me necesitaba y que tenía un plan<br />
excelente para mi vida fuera del béisbol. Yo<br />
creía que Dios existía y que Jesucristo había<br />
muerto por mí, como dice Juan 3:16. Incluso<br />
hubo momentos en que me proponía seguirlo.<br />
Pero eran eso solamente—momentos.<br />
Apenas aparecían las dificultades de la<br />
vida, volvía a las andadas y a los desahogos<br />
mundanos, aunque sabía lo destructivos que<br />
eran (Mateo 13:1–25).<br />
Una y otra vez mamá me advertía:<br />
“Puedes correr, Darryl y esconderte. Pero<br />
al final, tendrás que entregarte al Señor y<br />
hacer lo que Dios te pide que hagas”.<br />
Tenía razón. Al final me rendí y acepté<br />
mi destino, pero fue recién cuando mi naturaleza<br />
obstinada y rebelde me llevó a<br />
caer lo más bajo posible. Ese día dije por<br />
fin: “Bueno, Dios. Puedes tenerme. Estoy<br />
listo para comprometerme totalmente contigo.<br />
Voy a entrar a Tu equipo y a empezar<br />
a jugar con Tus reglas. Me niego a seguir<br />
siendo espec tador. ¡Hazme entrar al partido,<br />
Entrenador!”.<br />
Y ¿sabe qué? A pesar de todas las ve ces<br />
que lo había ignorado o rechazado, en el instante<br />
que dije esas palabras Dios me recibió<br />
con los brazos abiertos y sin juzgarme (Lucas<br />
15:11–32).<br />
Aceptar mi puesto en el equipo de Dios es<br />
la mejor decisión que haya tomado jamás. Mi<br />
vida cambió al comprometerme en mi relación<br />
con Jesús y al comenzar a edificarla sobre los<br />
principios bíblicos y a vivir en el poder del<br />
Espíritu Santo. Dios me ayudó a convertirme<br />
en el hombre que siempre había querido ser.<br />
Había pasado años deseando ser un mejor<br />
hijo, esposo y padre, pero siempre había fracasado.<br />
Entré en programas de recuperación,<br />
centros de rehabilitación e incluso fui a<br />
la cárcel. Pero nada me había provocado un<br />
cambio duradero. ¿Por qué? Porque la fuerza<br />
de voluntad, la encarcelación y la mayoría de<br />
los programas de recuperación no tratan los<br />
problemas subyacentes. Solo intentan detener<br />
comportamientos.<br />
Yo fui un chico que había sido rechazado y<br />
abusado por el padre. Fui un hombre que había<br />
cometido errores terribles. Tenía el corazón<br />
lleno de ira, amargura, odio hacia mí mismo,<br />
temor, desconfianza, incapacidad de perdonar<br />
y dolor. Guardaba traumas físicos y emocionales<br />
que permanentemente anulaban mis<br />
mejores intenciones y esfuerzos.<br />
Un corazón que no está sano es peligroso;<br />
IZQ. FOTO DE REUTERS/JOE SKIPPER DER. FOTO DE JOHN BARRETT<br />
16s Número 04 / 2022 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
Saber que soy aceptado y amado incondicionalmente<br />
me da paz. Y me anima a continuar<br />
entrando al campo de Dios y a ocupar mi<br />
puesto a diario como ministro de Su gracia.<br />
No hay un lugar mejor para estar. Los títulos<br />
de campeón de la Serie Mundial, el dinero, la<br />
fama…ninguna de estas cosas se acerca, siquiera,<br />
en comparación.<br />
Si todavía no lo ha hecho, lo invito a que<br />
acepte su puesto en el equipo de Dios. Él lo<br />
necesita, amigo. Sí, a usted. El marginado. El<br />
cabeza hueca. El que siempre intenta el swing<br />
y falla.<br />
A DIFERENCIA DE LO QUE<br />
OCURRE EN EL BÉISBOL, DIOS<br />
NO ANDA NEGOCIANDO SUS<br />
JUGADORES NI ENVIÁNDOLOS<br />
A CASA. NUNCA ME VA A<br />
DEJAR AFUERA.<br />
FOTO CORTESÍA DE AB FORCES NEWS COLLECTION / ALAMY STOCK<br />
Darryl encontró un propósito y un lugar al que pertenecer<br />
para siempre cuando se unió al equipo de Dios.<br />
pero gracias a Dios, cuando le entregué mi<br />
corazón, Él me dio la victoria sobre mis traumas<br />
del pasado y mis pecados a través del<br />
Señor Jesucristo (1 Corintios 15:57). Me convertí<br />
en un hombre nuevo porque Jesús me<br />
sanó, me completó y me transformó. Fue como<br />
dice 2 Corintios 5:17 NVI: “Por lo tanto, si alguno<br />
está en Cristo, es una nueva creación.<br />
¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!”.<br />
Dios me dio una identidad nueva. Yo, Darryl<br />
Strawberry, ahora son un hijo de Dios. Cuánto<br />
valgo ya no está relacionado con el béisbol ni<br />
lo que nadie diga de mí. Puede encontrar mi<br />
nombre en el equipo de Dios, que es el Libro<br />
de la Vida del Cordero (Apocalipsis 3:5, 20:15).<br />
Y ¿sabe qué? Mi puesto con Él es para siempre.<br />
A diferencia de lo que ocurre en el béisbol,<br />
Dios no anda negociando Sus jugadores ni<br />
enviándolos a casa. Nunca me va a dejar<br />
afuera. Cuando me eligió, fue para siempre.<br />
Nada de lo que haga o deje de hacer,<br />
ni nada de lo que este mundo me ponga<br />
por delante puede separarme de Su amor<br />
(Romanos 8:37).<br />
Además, Dios no me eligió por mi rendimiento.<br />
Solo fue por la fe que tuve en lo<br />
que Él hizo por mí (Efesios 2:8–9). Dios envió<br />
a Su Hijo Jesús a morir por mis pecados<br />
(Juan 3:16). Jesús voluntariamente fue a la<br />
base a batear para mí. Él cargó con el castigo<br />
por mis pecados, la muerte, para que<br />
yo tuviera vida (Romanos 6:23). Es la gracia<br />
de Dios, no mis obras, que me dio un lugar<br />
en Su equipo.<br />
Usted es quien Él desea amar, aceptar y utilizar.<br />
Él tiene un “uniforme” con su nombre.<br />
Por fe, ¡es hora de ponérselo!<br />
Permítame ayudarlo. Ore conmigo: “Dios,<br />
por fe, hoy acepto mi lugar en Tu equipo. Estoy<br />
cansado de jugar para el mundo y sentarme en<br />
el banco. La vida sin Ti solo lleva a la desilusión,<br />
la frustración, la presión y el dolor. Lamento<br />
haberme escapado de Ti tantas veces. Te entrego<br />
mi alma y mi voluntad y acepto con todo<br />
entusiasmo mi lugar en Tu equipo. Úsame. Perdona<br />
mis pecados. Sana mi corazón. Renueva<br />
mi mente. Muéstrame Tus caminos. ¡Hazme<br />
entrar al partido, Entrenador! ¡Estoy listo para<br />
jugar!”.<br />
Esa, amigo, es la mejor decisión que pueda<br />
tomar. El mejor equipo en el que pueda entrar<br />
es el de Él.<br />
DARRYL STRAWBERRY maravilló a muchos durante<br />
su carrera como beisbolista. Esta leyenda fue uno de los<br />
jonroneros más temibles en la historia del béisbol. Pero<br />
actualmente el propósito y la pasión de Darryl es servir<br />
al Señor dando un mensaje de esperanza y ayudando<br />
a los demás a transformar su vida mediante el poder<br />
del evangelio. Ha publicado varios libros, como Finding<br />
Your Way, Turning Your Season Around y The Imperfect<br />
Marriage, que escribió junto con su esposa Tracy. Para<br />
más información, visite findingyourway.com.<br />
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17s
Confíe en el<br />
proceso del plan<br />
de Dios<br />
LA HISTORIA DE TRACY<br />
STRAWBERRY<br />
enía 30 años cuando<br />
toqué fondo. En esa<br />
situación horrible, no<br />
quería oír hablar de Dios,<br />
mucho menos hacer las<br />
cosas como Él quiere.<br />
De hecho, lo culpaba a Él por todas las cosas<br />
terribles que me habían ocurrido, desde el<br />
acoso y la violación a manos de una pandilla<br />
a perder a mis hijos.<br />
Tenía una pregunta para Dios: “¡¿Dónde estabas?!”.<br />
Mucha gente intentó hablarme del amor y la bondad de<br />
Dios, pero…¿cómo se atrevían? ¿Qué clase de Dios permite<br />
que ocurran cosas tan espantosas? No quería tener nada<br />
que ver con Él; Él nunca se había ocupado de mí.<br />
Por fuera me había convertido en una mujer enojada,<br />
escéptica y absolutamente perversa. Pero detrás del enojo<br />
y el escepticismo estaban los motivos reales por los que le<br />
había cerrado mi corazón a Dios: no me sentía digna de Su<br />
amor ni de Su tiempo.<br />
Había vivido despreocupadamente. Eso lo sabía. Había<br />
hecho cosas de una maldad increíble y había lastimado<br />
a infinidad de personas en los años de adicción. No podía<br />
imaginarme que Dios quisiera tener nada que ver con una<br />
mujer como yo; nadie quería, por cierto.<br />
Era insegura y dudaba de la capacidad de Dios para sanar<br />
mi corazón. Creía que ni siquiera Él podía librarme de mi<br />
adicción total a las drogas y el alcohol, ni devolverme las<br />
muchas cosas que había destruido en mi vida, incluso la<br />
relación con mis hijos. Me sentía demasiado devastada<br />
como para tener arreglo.<br />
Tenía ocho años cuando mi vecino empezó a abusar<br />
sexualmente de mí, pero no le conté a nadie. Como hace<br />
la mayoría de los abusadores, me amenazaba con lastimarme<br />
a mí, o peor aún, a mi familia si le contaba a<br />
alguien lo que me hacía. Me decía que de todos modos<br />
nadie me creería.<br />
Así que cargué sola con la vergüenza, el dolor y la<br />
confusión que me provocaba mi secreto. A los 12, ya<br />
no lo podía soportar más y empecé a buscar personas<br />
y sustancias para consolarme. Nadie puede lidiar solo<br />
con esa clase de trauma, especialmente una criatura.<br />
Empecé a salir con chicos mayores y me volví<br />
sexual mente activa. Pensaba que, si me entregaba a<br />
un muchacho, él se iba a enamorar de mí y tendríamos<br />
una relación hermosa como mis padres. Pero con cada<br />
encuentro sentía más vergüenza, dolor y confusión.<br />
A los 20, ya estaba consumida por el alcohol y adicta<br />
a las drogas. Nada me detenía con tal de satisfacer mi<br />
adicción. Tomaba malas decisiones que tenían consecuencias<br />
dolorosas. La peor fue perder la custodia de<br />
mis tres hijos.<br />
Traté de convencerme de que mis decisiones no<br />
lastimaban a nadie más que a mí misma. Si eso no<br />
es nega ción...Me compré esa mentira una y otra vez<br />
mientras yacía en el fondo de muchos pozos oscuros<br />
y desesperantes.<br />
FOTO CORTESÍA DE LA FAMILIA STRAWBERRY<br />
18s Número 04 / 2022 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
Cualquiera de esos pozos debería haber sido mi fondo—<br />
el momento en el que decidiera cambiar—pero no fue así.<br />
Era demasiado obcecada para detenerme, mirarme al espejo<br />
y comenzar a cambiar. Prefería el juego de la culpa y<br />
revolcarme en el lodo de la autocompasión. Ahí es donde<br />
me siento cómoda.<br />
Todo eso cambió el día que supe que podía perder la<br />
custodia de mis muchachos. Ese reconocimiento penoso<br />
se convirtió en el momento que toqué fondo y estuve lista y<br />
dispuesta a decir “¡basta! Ya no quiero seguir viviendo así.<br />
¡Tengo que estar limpia para mis muchachos!”.<br />
Empecé a asistir a reuniones de Alcohólicos Anónimos<br />
(AA) y Narcóticos Anónimos (NA) y tomé los programas<br />
con total seriedad. Aprendí a controlarme para cambiar<br />
mi comportamiento y pronto estuve limpia y sobria. Por<br />
fuera, cualquiera podía ver el cambio: vivía mejor y me<br />
veía muy bien. Pero por dentro era el cascarón vacío de<br />
una persona. Aguantaba por pura fuerza de voluntad, pero<br />
sabía que no podía continuar con esa farsa mucho más.<br />
Estaba por caerme a pedazos.<br />
Muchas de las mujeres que iban a AA y NA me hablaban<br />
de Jesús y de cómo las había ayudado, no solo a modificar<br />
su comportamiento, sino que les había curado el dolor y<br />
llenado el vacío. Según ellas, Él era la respuesta para todos<br />
mis sufrimientos.<br />
Esas mujeres me irritaban por completo y las rechacé de<br />
manera desagradable. Pero ellas siguieron persiguiéndome<br />
y contándome cómo Jesús podía restaurar mi vida rota.<br />
Finalmente, su fe llena de coraje y persistencia atravesó<br />
las paredes de mi corazón endurecido.<br />
Sucedió una tarde después de una reunión en AA. Una<br />
señora del grupo me invitó a tomar un café en un bar cercano.<br />
Al principio dudé, pero después decidí ir.<br />
Tomamos el café y hablamos un rato. La estaba pasando<br />
bien, hasta que Kim cambió la conversación diciéndome:<br />
“¿Por qué no vienes conmigo a una reunión de oración esta<br />
noche? Varias de las chicas de nuestro grupo van todas las<br />
semanas. Creo que te va a gustar”.<br />
Se me dispararon las paredes internas. ¡Estaba furiosa!<br />
Kim no me había invitado a tomar café para tener una<br />
charla de amigas; se había propuesto salvar mi alma. ¡¿Qué<br />
onda con estos ridículos seguidores de Jesús?!<br />
Rechacé la invitación, pero Kim insistió. Se dio cuenta<br />
de que yo estaba indecisa respecto de seguir a Dios y fue<br />
directo al asunto. “Tracy, si no te comprometes a seguir al<br />
Señor ahora, ¿adónde vas a ir a parar?”. Antes de que pudiera<br />
responderle, ella se respondió a sí misma de manera<br />
directa: “Te digo adónde. Vas a ir directo a los brazos de otro<br />
hombre malo y te vas a meter en otra relación fallida. Vas a<br />
conseguir drogas y a tener una sobredosis; vas a ir directo<br />
a…”. Continuó dándome una lista de resultados negativos<br />
que indudablemente iba a enfrentar.<br />
Por algún motivo, no salí corriendo después de<br />
tomarme el café. Las palabras de Kim eran directas,<br />
pero yo no sentía censura de su parte; solo compasión<br />
y la seguridad apremiante de que, si no elegía a Jesús,<br />
iba camino al desastre.<br />
Finalmente cedí y le dije a Kim que iría, pero cada<br />
una por su lado. Apenas las cosas se pusieran pesadas<br />
¡yo me largaba de ahí! Bueno, ese era mi plan.<br />
La reunión fue en un apartamento pequeño de una<br />
señora a la que las chicas llamaban “mamá”. Cada semana<br />
esa mujer de 80 años abría su corazón y su casa<br />
a 30 mujeres que, como yo, no se sentían a gusto ni<br />
aceptadas en el entorno normal de una iglesia. Oraba<br />
con ellas y les enseñaba la Palabra de Dios.<br />
Entré a su departamento minúsculo con el corazón<br />
protegido por paredes gruesas y fuertes. Nadie me iba<br />
a hacer cambiar de idea sobre Dios. Pero mi determinación<br />
no era suficiente para el Espíritu de Dios. Estaba<br />
a punto de derribar esas paredes para entrar.<br />
Estaba parada en un rincón, tratando de ver cómo<br />
escapar. Pero empezó la reunión y preguntaron si alguna<br />
tenía algo para contar. De pronto, fue como si alguien<br />
se hubiera apoderado de mi cuerpo.<br />
Levanté la mano, abrí la boca y le conté a todo el mundo<br />
que odiaba a Dios y no quería estar ahí. Hubo un<br />
silencio. Después empecé a llorar y a contar detalles<br />
íntimos de mi vida. No podía parar.<br />
Mamá puso una silla en el centro de la sala y me pidió<br />
que me sentara, para poder orar por mí. Las “guerreras<br />
de la oración” mayores, más experimentadas, rodearon<br />
mi silla, colocaron sus manos sobre mí y comenzaron a<br />
orar. Las otras chicas que todavía estaban aprendiendo<br />
y sanando, observaban. Nunca voy a olvidar la imagen<br />
y el sonido de aquellas mujeres que imploraban al cielo<br />
por mí.<br />
Aprendí que uno puede<br />
elegir sus pecados, pero no<br />
las consecuencias ni cuánto<br />
van a durar.<br />
Se agolparon sentimientos muy fuertes en mi corazón<br />
mientras ellas oraban y de pronto, como si se hubieran<br />
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Número 04 / 2022<br />
19s
Parte de<br />
confiar en el<br />
proceso de<br />
Dios consistió<br />
en poner a su<br />
esposo Darryl<br />
al cuidado<br />
de Dios. Hoy,<br />
ambos son<br />
ministros de<br />
la gracia de<br />
Dios.<br />
abierto las compuertas de un<br />
dique, se desataron cosas dentro<br />
de mí. El Espíritu de Dios<br />
derribó las paredes y liberó el<br />
dolor que acarreaba desde mi<br />
niñez.<br />
Mamá sabía que se había producido<br />
un avance. Las mujeres<br />
dejaron de orar. Con toda dulzura,<br />
Mamá tomó mi rostro en<br />
sus manos. “Tracy”—me dijo—<br />
“Dios tiene un plan para tu vida.<br />
Confía en el proceso”. No estaba<br />
segura de lo que quiso decir,<br />
pero pronto lo sabría.<br />
A partir de ese día, Kim oró conmigo, me enseñó la<br />
Palabra de Dios y respondió muchas preguntas que<br />
tenía. No quiso que tuviera que descubrir sola lo que<br />
significaba ser seguidora de Cristo. En cambio, me ayudó<br />
a cimentar una base sólida de fe con sus enseñanzas,<br />
para que no volviera a mis hábitos destructivos.<br />
Lo único que Kim me pidió a cambio fue que la llamara<br />
todos los días a las 9:00 en punto. Esa llamada de<br />
verificación era para mantenerme responsable y que<br />
probara mi compromiso. “Tracy”—me decía—“la clave<br />
es desear que Dios esté por encima de todo. Haz de tu<br />
relación con Él la prioridad de tu vida. Hay un enemigo<br />
real ahí afuera que busca tu destrucción. Debes estar<br />
dispuesta a luchar por la vida que Dios ha planeado<br />
para ti”.<br />
Kim sabía que aún estaba enojada con Dios y dudaba<br />
de Él, pero ella me animaba a luchar contra esos sentimientos,<br />
aceptar mi fe y descubrir más sobre Jesús<br />
para mi vida. Lo hice y Dios cumplió en revelarse para<br />
mí todo el tiempo.<br />
Su victoria será<br />
útil en la misma<br />
medida que su<br />
participación<br />
con Dios.<br />
Durante el año siguiente, Dios llenó los espacios vacíos<br />
en mi corazón con Su paz, gozo y esperanza. Él estaba<br />
trabajando en mi vida y yo estaba segura de que me iba<br />
a conceder la custodia de mis hijos.<br />
Busqué las promesas de Dios en la Biblia y las reclamé<br />
para mi vida con toda audacia. “Ya lo tienes, Dios. Todas<br />
las cosas son posibles para Ti. Recuperas cosas perdidas<br />
y arreglas cosas rotas. Eres quien devuelve la vida a<br />
las cosas que la perdieron. Nada es difícil para Ti”.<br />
No puedo explicar siquiera lo devastada y confundida<br />
que me sentí cuando las cosas no salieron como esperaba.<br />
Había hecho todo lo que debía, pero le otorgaron<br />
la custodia de mis tres hijos a mi ex esposo. Es la peor<br />
pesadilla de una madre. ¿Dónde estaba Dios?<br />
“¿No es que vas a lograr que todo esté bien en mi<br />
vida?”. Mi pena pronto se convirtió en enojo. El juego<br />
de la culpa se instaló otra<br />
vez en mi corazón y culpé a<br />
Dios por las consecuencias<br />
que estaba enfrentando,<br />
aunque eran el resultado<br />
de mis propios actos.<br />
Durante un año le había<br />
dado a Dios todo de mí.<br />
Había dejado atrás mis<br />
hábitos, lo había seguido<br />
y a menudo había pasado<br />
por tonta. Había llevado a<br />
mis muchachos a la iglesia<br />
y había empezado a enseñarles<br />
sobre el Señor. ¿Y<br />
ahora me los quitaba? No<br />
entendía. ¿Cómo pudo hacerme algo así?<br />
La cruda verdad era que yo estaba negando que lo<br />
provoqué yo, no Dios. Estas eran mis consecuencias,<br />
no la voluntad de Dios. Aprendí que uno puede elegir<br />
sus pecados, pero no las consecuencias ni cuánto van<br />
a durar. Y esta de estar separada de mis hijos se prolongaría<br />
por muchos años.<br />
Sensaciones conocidas de traición inundaron mi alma<br />
y mi corazón. Estaba segura de que Dios había vuelto<br />
FOTO DE WENN RIGHTS LTD / ALAMY STOCK PHOTO<br />
20s Número 04 / 2022 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
FOTO CORTESÍA DE LA FAMILIA STRAWBERRY<br />
a abandonarme y que me había causado este dolor en mi<br />
vida a propósito. Me debatí con mi fe durante meses. Pero<br />
un día recordé las palabras de Mamá: “Tracy, Dios tiene un<br />
plan para tu vida. Confía en el proceso”.<br />
¿Esto era parte del proceso de Dios? ¿Tal vez todavía<br />
tenía un plan? ¿Y podría estar desarrollando ese plan para<br />
mi bien, como prometía Romanos 8:28?<br />
Estaba en una encrucijada de fe. O confiaba en el plan de<br />
Dios, el proceso y Su Palabra, o volvía a lo anterior. Recordé<br />
los pozos dolorosos del pasado. ¿Quería volver a la cueva<br />
del diablo? Sabía que era un pozo de muerte y destrucción<br />
sin esperanza (Hebreos 10:39). Allí no había nada para mí.<br />
No, decidí que seguiría insistiendo con Dios. Pero sabía<br />
que esta vez tendría que entregarle mi vida a Su amor y<br />
cuidado por completo. Mi fe no podía seguir dependiendo<br />
de las pruebas terrenales de lo que yo veía que Dios hiciera<br />
o dejara de hacer en mi vida. Tomé la resolución de convertirme<br />
en la mamá que merecían mis hijos, los tuviera<br />
otra vez o no.<br />
Esa decisión fue un golpe duro al plan de Satanás. Su<br />
objetivo principal era llevarme a cuestionar a Dios y estar<br />
enojada con Él y así darle la espalda a mi fe. Satanás me<br />
quería otra vez en el pozo, donde no representaba amenaza<br />
alguna para él. Ese día perdió sin atenuantes.<br />
Pero el proceso de Dios no fue fácil ni rápido. Algunos<br />
días mi corazón estaba tan abrumado por el dolor y la frustración<br />
que no podía respirar.<br />
“¡Ay, Dios! ¿Dónde está mi momento de cambio? ¿Cuándo<br />
voy a estar restaurada? ¿Cuándo voy a llegar adonde quiero<br />
llegar?”. No podía ver un final feliz. No podía ver cómo iba<br />
a ser otra vez la mamá de mis hijos. Pero Dios podía ver<br />
mi libertad, mi sanación y restauración; Él ve el final de<br />
nuestra vida desde el principio (Isaías 46:10).<br />
A menudo tenía el corazón abrumado, pero Dios me susurraba:<br />
“Estoy contigo, Tracy. Sigue así”. Él me invitaba<br />
a acercarme cada vez más, a llegar a Su trono de gracia,<br />
donde encontraría la misericordia, fortaleza y ayuda que<br />
necesitaba (Hebreos 4:16). Su presencia y sus palabras eran<br />
un masaje al corazón y aire para mis pulmones. Ahí contaba<br />
con la gracia de Dios, hasta en mis días más oscuros y en<br />
las consecuencias más difíciles.<br />
Frente al trono de gracia, le pedí al Señor que iluminara<br />
las partes oscuras de mi vida y me revelara las verdades<br />
que me ayudarían a construir un futuro (Salmo 139:23–24).<br />
No quería que nada impidiera mi victoria.<br />
Día tras día, Dios me hizo recorrer mi pasado. Juntos<br />
enfrentamos mis pecados y los traumas que los pecados<br />
de otras personas le habían ocasionado a mi vida. Y, al<br />
hacerlo, encontré sanación y esperanza.<br />
Hoy, tras superar ese largo y a menudo doloroso proceso,<br />
estoy agradecida. El plan de Dios y Su proceso me dieron<br />
el tiempo y la manera de sanar. Su táctica me permitió<br />
vencer el pecado que me había poseído una y otra vez.<br />
Si lo hubiera hecho a mi manera, habría puesto a la<br />
misma mamá destruida en la vida de mis hijos. Ellos y<br />
yo merecíamos algo mejor.<br />
Por haber confiado en el Señor, ahora tengo una relación<br />
hermosa con mis muchachos. Estoy casada con<br />
un hombre totalmente comprometido con Dios y soy<br />
ministra de la esperanza de Jesucristo. Gloria a Dios.<br />
Amigo, aunque le cueste creerlo, Dios tiene un final<br />
victorioso planeado para su vida también. Confíe en Su<br />
amor por usted y en Su proceso, no importa lo doloroso<br />
o largo que sea. Tiene que saber que vivir apartado de<br />
Dios nunca le dará tranquilidad a su alma ni provocará<br />
cambios duraderos en su vida.<br />
Esté dispuesto a tomar decisiones difíciles, dar pasos<br />
útiles, a mantenerse en el camino de Dios, aunque<br />
parezca no tener sentido y a luchar por la libertad que<br />
usted y su familia merecen. Su victoria será útil en la<br />
misma medida que su participación con Dios.<br />
No, no será fácil. Pero valdrá la pena. ¡Usted lo<br />
merece!<br />
LA DRA. TRACY STRAWBERRY es oradora de nivel internacional, autora publicada,<br />
CEO, ministra ordenada y esposa de la leyenda del béisbol Darryl Strawberry. Su pasión<br />
es dar herramientas a las personas para que lleven una vida de libertad y propósito en<br />
Cristo. Es autora de diversas publicaciones, como Clean, Sober & Saved, un programa<br />
de rehabilitación centrado en Cristo, con presencia global. Para más información, visite<br />
findingyourway.com.<br />
Tal como dice Romanos 8:28,<br />
Parte de la<br />
historia de<br />
redención de Dios<br />
ocurrió cuando<br />
se restauró la<br />
relación de Tracy<br />
con sus tres hijos.<br />
Dios ha hecho todo para mi bien<br />
y Su gloria.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 04 / 2022<br />
21s
UN PASO ADELANTE<br />
atravesar el<br />
valle<br />
POR KRISTI OVERTON JOHNSON<br />
HACE UNOS MESES PASÉ VARIOS DÍAS<br />
con mi querida mamá en el hospital. Fue un<br />
privilegio servir a alguien que ha sacrificado<br />
tanto por mí. Al observarla los primeros días,<br />
recordé cómo a veces tenemos que atravesar<br />
experiencias dolorosas para llegar al destino<br />
deseado.<br />
Durante años, mamá había soportado un<br />
terrible dolor de columna. Seguía y seguía,<br />
hasta que no pudo más. Todos sabían que<br />
ya era hora de que se operara. Buscó el<br />
asesoramiento de expertos y tomó la decisión<br />
tras contar con toda la información.<br />
Luego se dirigió con coraje al quirófano,<br />
mientras papá y yo nos quedamos en la sala<br />
de espera.<br />
Volvimos a reunirnos doce horas después.<br />
Apenas entramos nos dimos cuenta de que<br />
estaba sufriendo dolores horribles. Quería<br />
meterme en esa cama y ocupar su lugar,<br />
pero no podía. Nadie podía.<br />
El dolor era intenso y tenía síntomas<br />
nuevos en distintos lugares. Y sentía tanto<br />
dolor, si no más, como antes de la cirugía.<br />
Los nervios se estaban despertando<br />
y no estaban contentos. Después vino el<br />
dolor de estómago. Era inesperado y peor<br />
que el de la espalda. Los días que pasó en<br />
cama fueron una agonía. El dolor le hizo<br />
pensar que había cometido un error. No<br />
creía poder soportar los días siguientes.<br />
Deseaba poder volver todo atrás.<br />
Pero mi perspectiva sobre la situación<br />
era otra. El doctor había dicho que<br />
la cirugía fue exitosa, por lo que estaba<br />
se gura de que mamá estaría bien y<br />
que estos síntomas desaparecían en<br />
algún momento. No tenía duda de que<br />
pronto se sentiría y se movería mejor que<br />
en muchos años.<br />
Pero también sabía que antes de sentirse<br />
mejor, tendría que soportar más molestias.<br />
Con ayuda de Dios, así fue.<br />
Cuento esta historia porque sé que muchos<br />
de ustedes están pasando por esa etapa “de<br />
transición” en este momento. Tomó una decisión<br />
difícil para poder avanzar; midió las<br />
consecuencias, buscó consejos prudentes,<br />
dio el paso—y ahora se encuentra en un lugar<br />
oscuro, solitario e incómodo. El dolor es tan<br />
intenso que se está preguntando: “¡¿Qué diablos<br />
hice?!”. Algunos incluso están deseando<br />
poder volver a donde estaban antes.<br />
Por favor, no deje que el dolor del momen to<br />
le impida llegar a eso mejor que le aguarda.<br />
Siga aferrándose a Dios. Vendrán días mejores.<br />
¿Pero cómo hace para seguir avanzando?<br />
22s Número 04 / 2022 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
UN PASO ADELANTE<br />
ELEVE LOS OJOS MÁS ALLÁ DEL<br />
DOLOR. Hasta las mejores decisiones de<br />
vida pueden provocar dolor y desafíos inesperados,<br />
pero eso no significa que no<br />
sean correctas. Pídale a Dios que le ayude<br />
a ver más allá de su situación actual y que<br />
le muestre hacia dónde va. Si se enfoca<br />
en su dolor, no tendrá el deseo de seguir.<br />
ELEVE SU MIRADA AL SEÑOR. Dios es<br />
más grande que cualquier cosa que esté<br />
atravesando. Jesús es el nombre que está<br />
sobre todo nombre (Filipenses 2:9). Opte<br />
por engrandecer al Señor por encima de<br />
sus circunstancias, porque lo que usted<br />
engrandece es lo que tiene prioridad en<br />
su corazón y en su mente.<br />
Y, además, acérquese a Dios. Él promete<br />
que va a ser su consuelo, su paz, su<br />
sabiduría, su guía, su fortaleza, su gozo y<br />
quien lo sane. Cuando lo busque, Él se va<br />
a revelar de manera inequívoca (Santiago<br />
4:8) y verterá sobre usted su bondad llena<br />
de amor y compasión (Salmo 1<strong>45</strong>:9).<br />
RECUERDE ADÓNDE VA Y POR QUÉ.<br />
Usted tomó la decisión de avanzar por un<br />
motivo. Normalmente es porque no estaba<br />
donde tenía que estar. Anote ese motivo<br />
para no olvidar cómo eran las cosas antes,<br />
pero manténgase enfocado en el lugar<br />
hacia el que va también. Recuerde por qué<br />
desea estar allí. Que esa sea su motivación<br />
para seguir insistiendo.<br />
RECUERDE QUIÉN ESTÁ CON USTED.<br />
Dios promete que nunca está solo en su<br />
travesía. El gran yo soy está con usted; Él<br />
no lo ha abandonado ni lo abandonará.<br />
Jamás. (Ver Deuteronomio 31:8.) Él camina<br />
a su lado hasta en el valle de la muerte.<br />
Fíjese que el Salmo 23:4 dice que va a<br />
pasar por el valle, no que va a vivir allí.<br />
Dios lo va a sacar de la oscuridad en su<br />
momento perfecto. Él completará la obra<br />
que Él comenzó en su vida (Filipenses 1:6).<br />
CONFÍE EN EL PROCESO. Llegar al destino<br />
deseado lleva tiempo y mucho trabajo.<br />
A veces parece que va en la dirección<br />
equivocada. Hasta puede llegar a doler.<br />
Confíe en el proceso y niéguese a volver<br />
atrás a pesar de lo difícil que se torne. No<br />
se aterre ni retroceda cuando enfrente dificultades<br />
ni cuando la vida se vuelva ardua.<br />
Solo puede llegar a destino si se mantiene<br />
en el camino. No hay atajos.<br />
AFÉRRESE A LAS PROMESAS DE DIOS,<br />
ORE Y ACÉRQUESE. La Palabra de Dios<br />
nunca vuelve vacía a Él; sale y consigue<br />
lo que Dios dice que va a conseguir (Isaías<br />
55:11). Repita con fe la Palabra por su vida.<br />
Ore. La oración ferviente de una persona<br />
justa da grandes resultados (Santiago 5:16).<br />
NO DEJE QUE LAS EMOCIONES LE<br />
DICTEN EL PRÓXIMO PASO. En etapas<br />
plagadas de dolor aparecen muchos sentimientos.<br />
La desesperanza, el miedo, la<br />
duda y la confusión son apenas algunas de<br />
las nubes emocionales oscuras que intentarán<br />
apoderarse de usted y distorsionar<br />
su juicio. Le van a nublar la visión y tal vez<br />
piense que tomó la decisión equivocada.<br />
Capture esos pensamientos negativos<br />
antes de que ellos lo capturen a usted (2<br />
Corintios 10:5).<br />
El pueblo elegido de Dios experimentó<br />
momentos difíciles e inesperados en el<br />
desierto, y dejaron que el miedo los convenciera<br />
de que el plan de Dios era equivocado.<br />
Ahí estaban, a pasos apenas de la tierra<br />
prometida, rogando volver a la esclavitud<br />
y los trabajos forzados (Éxodo 16:3). ¡¿De<br />
verdad?!<br />
Se quejaron, protestaron y dudaron totalmente<br />
de Dios—lo que derivó en una etapa<br />
“de transición” más larga, varados entre<br />
Egipto y su destino. Dios tenía preparado<br />
algo mucho mejor, si solo hubieran confiado<br />
en Él y hubieran seguido avanzando<br />
obedientemente.<br />
Lo mismo es válido para usted. No sea<br />
de los que se vuelven atrás y se pierden.<br />
Tenga fe y siga adelante (Hebreos 10:39).<br />
TOME UN DÍA A LA VEZ. Si piensa en<br />
cuánto le falta por recorrer, se verá abrumado<br />
por el miedo y la duda. En cambio,<br />
tome cada día como venga y recuerde: la<br />
gracia de Dios que le hizo sobrellevar el día<br />
de ayer le hará sobrellevar el día de hoy,<br />
el de mañana y todos los días que vengan.<br />
Su gracia es suficiente para cada desafío<br />
que enfrente durante el tiempo que deba<br />
enfrentarlo (2 Corintios 12:9).<br />
Y en el camino celebre las victorias, tanto<br />
grandes como pequeñas. Agradezca el<br />
progreso a Dios.<br />
VIVA RODEADO DE PERSONAS PRU-<br />
DENTES. Es fundamental tener personas<br />
de confianza a su lado, que puedan ver<br />
el panorama más amplio y que lo van a<br />
alentar. También necesita gente que diga<br />
la verdad desde el amor. Escúchelos. A veces<br />
ellos pueden ver cosas que usted no.<br />
KRISTI OVERTON JOHNSON motiva a las<br />
personas y les da herramientas para que logren la<br />
victoria mediante sus historias, conferencias y el<br />
ministerio carcelario. Para más información, visite<br />
kojministries.org.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 04 / 2022<br />
23s
TODO<br />
VA<br />
A<br />
LA HISTORIA DE<br />
JOSHUA BROWN<br />
ESTAR<br />
BIEN<br />
“<br />
Si<br />
te rindes, da igual. No puedes hacer nada para<br />
salir de este desastre. ¡Tu vida se acabó!”.<br />
Tenía 20 años y enfrentaba una posible condena<br />
a cadena perpetua, más 55 años por robo<br />
a mano armada con agresión física. Esta vez lo<br />
había arruinado todo para siempre.<br />
Le rogué y supliqué a Dios que me librara<br />
de mis circunstancias, pero nada cambió.<br />
Mi abogado me aconsejó que aceptara una<br />
nego ciación de la sentencia a 10 años, para<br />
no arriesgar a que me encerraran de por vida.<br />
Cuando puse mi firma en ese renglón, me<br />
comporté como todo un macho. Pero cuando<br />
los oficiales me devolvieron a mi pabellón de la<br />
cárcel, lloré como un bebé. Nunca voy a olvidar<br />
las palabras que me dijo un preso cristiano:<br />
“Todo va a estar bien. Lo vas a superar”.<br />
Pero no le creí. Había tenido problemas con<br />
la ley antes, pasé un mes en la cárcel y varios<br />
días en un centro de detención juvenil. Eso<br />
me bastó para saber que los próximos 10 años<br />
iban a ser terriblemente difíciles.<br />
El miedo se apoderó de mí. No iba a estar bien. Probablemente<br />
no lo iba a superar. Al miedo le siguió de cerca la culpa.<br />
Toda mi familia estaba sufriendo por mis actos. En el transcurso<br />
de los años había causado muchos desastres que tuvieron<br />
que limpiar mi mamá y mis hermanos, pero esto era de una<br />
magnitud totalmente distinta.<br />
Creía en Dios y a menudo le había orado. Una vez, cuando<br />
tenía doce años, un pastor me dijo que yo estaba llamado por<br />
Dios a ser predicador. Era interesante, pero de ninguna manera<br />
iba a pensar seriamente en seguir a Dios; al menos, no en ese<br />
momento. Había muchas cosas que quería hacer primero. Iba<br />
a pensar en Dios después de hacer todo eso. Pero nunca me<br />
ponía un límite a lo que quería hacer.<br />
Ahora lamentaba esa decisión. No solo me había metido en<br />
problemas, sino que seguramente había destruido cualquier<br />
plan que Dios tuviera para mi vida. ¿Para qué iba a querer a<br />
alguien como yo? Seguro que esta vez ya me había dado por<br />
perdido definitivamente.<br />
A mi mente de 20 años, una condena a diez le parecía una<br />
eternidad. ¿Qué valor o propósito podía tener mi vida si estaba<br />
en la cárcel? Lo único que pensaba era cómo poner fin a<br />
mi existencia miserable.<br />
FOTO DE LUKE DOWNER/JESUS CHURCH<br />
24s Número 04 / 2022 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
Mi camino a la cárcel empezó cuando entraron a robar a<br />
casa. Llamamos a la policía, pero cuando no pudieron hacer<br />
nada para ayudarnos, algo cambió de pronto dentro de mí.<br />
Hasta ese momento, había sido una persona honesta y sana.<br />
¿Después? No pude superar el hecho de que alguien se metiera<br />
en nuestra casa y se llevara lo que quisiera…¡y nadie hizo nada!<br />
Me sentía frustrado y sorprendido al mismo tiempo.<br />
Hacía años que mi mamá luchaba para mantener a sus hijos.<br />
Yo mismo había tenido dos empleos durante toda la secundaria.<br />
Habíamos tratado de conseguir las cosas de la manera<br />
correcta, pero terminamos sin nada. No era justo. Estaba harto<br />
de trabajar tanto, y ¿para qué? Decidí que a partir de ese momento<br />
yo también iba a tener lo que quería.<br />
Sé que estaba equivocado. Probablemente lo supe desde el<br />
principio. Pero en mi mente adolescente, tenía sentido. Salí a<br />
la calle y entré en una pandilla.<br />
No pasó mucho hasta que la mentalidad delictiva se instalara<br />
en mí, creciera y aniquilara lo bueno que tenía. Dejé de<br />
interesarme por nadie que no fuera yo y dejé de reconocer<br />
autoridad alguna. Me convertí en mi propio jefe y dejé una<br />
huella de destrucción a mi paso.<br />
Juan 10:10 nos dice que Jesús vino a este mundo a dar vida,<br />
mientras que Satanás viene a robar, matar y destruir. Como<br />
yo lo veo, o le damos vida a este mundo como lo hizo Jesús o<br />
provocamos caos, destrucción y muerte como Satanás.<br />
Cada uno de nosotros está en el equipo Jesús o en el equipo<br />
Satanás. Yo estaba en el equipo Satanás—el equipo que mata,<br />
roba y destruye—sin duda.<br />
Dios me dio infinitas oportunidades de cambiar y enderezar<br />
mi vida, pero yo las desperdicié todas. De vez en cuando, me<br />
hacía el cristiano. Iba a la iglesia, leía la Biblia y hasta dejaba<br />
dinero en la bandeja de ofrendas—o sea, dinero de las drogas.<br />
Pero durante la semana me sumergía en la vida callejera, disfrutando<br />
en grande.<br />
Me esforzaba por alejarme de Dios y su designio para mi<br />
vida. Pero en casa, mamá oraba.<br />
Ella nunca me dio por perdido; ni siquiera durante mis años<br />
de rebeldía. Día tras día me llevaba al trono de Dios, sabiendo<br />
que Él era el único que podía ayudar a su hijo. Gracias a sus<br />
oraciones, hoy estoy vivo, sano y llevando una vida fructífera.<br />
Pasé mis cuatro primeros años de cárcel en el “mango de<br />
Florida”. Allí comencé a tomar en serio lo de ir a la capilla y<br />
aprender más sobre Dios. Me sumergí de lleno en actividades<br />
religiosas, serví a otros reclusos y cambié mi comportamiento.<br />
Ocurrieron muchas cosas buenas en mi vida durante esos<br />
años, pero mi corazón estaba lejos de Dios.<br />
Era una persona religiosa, pero no amaba a Jesucristo ni era<br />
su seguidor. Servía a Dios y a los demás, pero solo por obligación.<br />
Era como un fariseo: solamente me importaba seguir<br />
los preceptos religiosos y que los demás me vieran con buenos<br />
ojos. A Dios no le impresionaban mis actividades religiosas ni<br />
mis conocimientos bíblicos; Él quería mi corazón. Me enteré<br />
de esto cuando me trasladaron al Correccional<br />
Avon Park.<br />
Allí fui testigo del amor de Dios en acción<br />
gracias a la amabilidad, llena de compasión,<br />
de mis hermanos cristianos encarcelados. Esos<br />
hombres amaban profundamente a Jesús, y se<br />
notaba. Su presencia iluminaba la oscuridad<br />
de esa cárcel; el Cristo que habitaba en ellos<br />
cambiaba la atmósfera y eso me cambió a mí.<br />
Observaba admirado el crecimiento de estos<br />
hombres a diario, a pesar de que vivían entre<br />
rejas. Su vida tenía un propósito; en sus ojos<br />
había un brillo de esperanza. Yo quería lo que<br />
tenían ellos: una relación con Dios, Su esperanza<br />
y un propósito de vida auténtico. No más<br />
actividad religiosa. Y no más equipo Satanás.<br />
Dios utilizó a esos hombres para afilar mis pasos<br />
junto a Él (Proverbios 27:17). Me enseñaron<br />
el valor de confiar en Dios y poner en práctica<br />
A Dios no le impresionaban mis<br />
actividades religiosas ni mis<br />
conocimientos bíblicos; Él quería<br />
mi corazón.<br />
Su Palabra. Me mantuvieron motivado y me<br />
hicieron responsable. Cuando me desanimaba o<br />
perdía el rumbo, alguno me decía: “Ánimo, hermano.<br />
Recuerda lo que dice la Palabra y quién<br />
eres en Cristo”.<br />
Ahora que estoy libre, extraño la camaradería<br />
de todos los días con mis hermanos de Avon<br />
Park. El cariño de ellos me devolvió la esperanza<br />
y me enseñó que Dios todavía tenía tareas para<br />
mí. Ellos estaban en el equipo Jesús.<br />
Con ayuda de Dios, cumplí mi condena a<br />
10 años. No fue fácil, pero estuvo plagada de<br />
propósitos. Dios me dio Su fortaleza (Salmo 46:1;<br />
Nehemías 8:10; 2 Corintios 12:9–10) y me guió<br />
con Su sabiduría (Santiago 1:5). El Señor también<br />
cubrió mis necesidades (Filipenses 4:19).<br />
Mateo 6:33 dice: “Más bien, busquen primeramente<br />
el reino de Dios y su justicia, y todas estas<br />
cosas les serán añadidas” (NVI). Doy fe de la<br />
realidad de este versículo. Mientras estuve en<br />
la cárcel, nunca me faltó nada. Antes de que<br />
pensara en algo o lo deseara, Dios ya lo había<br />
preparado. Nunca se le escapó un detalle. Lo<br />
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Número 04 / 2022<br />
25s
Dios bendijo a Joshua con una familia hermosa. En la foto (arriba) de<br />
su casamiento, con su esposa, Corie, y con sus amigos, Calvin McLeod<br />
y Avier Johnson (derecha). Los tres cumplieron condenas al mismo<br />
tiempo y predicaron en el Correccional Avon Park.<br />
único que tenía que hacer era buscarlo y confiar<br />
en Él. Él se ocupaba del resto.<br />
Salí en libertad el 6 de agosto de 2019, y Dios<br />
sigue cubriendo mis necesidades. Estoy maravillado<br />
de la vida que tengo ahora. Y pensar que<br />
quise tirarla a la basura.<br />
Dios me ha colmado de bendiciones, en cuanto<br />
a relaciones y oportunidades. Me ha dado una<br />
esposa bellísima y piadosa.Esperamos nuestro<br />
primer bebé en enero.<br />
En este momento no puede ver<br />
el final de la historia, pero Dios<br />
sí. Y es buena. Mucho mejor de<br />
lo que pueda imaginar.<br />
Dios me abrió puertas para predicar en la Iglesia<br />
Familia Multicultural de Brandon, Florida.<br />
También pertenezco a la junta directiva de la<br />
organización sin fines de lucro Society-First.<br />
Desde Society-First, promuevo los derechos<br />
de los encarcelados. Incluso estoy predicando<br />
en el Correccional Avon Park. Solo Dios pudo<br />
haberme abierto la puerta para que regresara<br />
a la cárcel en la que viví a tan poco de quedar en<br />
libertad. Dios es bueno. Hace mucho más de lo<br />
que podamos imaginar (Efesios 3:20).<br />
Quizás ya quiera rendirse. No ve cómo podrá soportar el<br />
camino difícil que tiene por delante. Así como Dios me ayudó<br />
a sobrellevar 10 años en la cárcel, Él lo va a ayudar a atravesar<br />
lo que sea, en la cárcel o donde fuera. El camino que tiene por<br />
delante puede parecer imposible, pero déjeme decirle lo que<br />
ese hermano cristiano me dijo cuanto me condenaron: “Todo<br />
va a estar bien. Lo vas a superar”.<br />
Filipenses 4:13 le promete que, si está en el equipo Jesús,<br />
puede soportarlo todo. Él lo va a ayudar. No se rinda. Y no crea<br />
las mentiras de Satanás. En Cristo, siempre hay esperanza. En<br />
Él, hay perdón del pecado, restauración y redención.<br />
En este momento no puede ver el final de la historia, pero<br />
Dios sí. Él aún tiene un designio importante para su vida. Y es<br />
buena. Mucho mejor de lo que pueda imaginar.<br />
JOSHUA BROWN da gloria a Dios por su historia de redención y por<br />
las cosas buenas que ha experimentado en el mundo de los libres como<br />
contratista, en sus relaciones personales y en el ministerio. Actualmente<br />
es parte de la junta directiva de Society-First y trabaja en la Iglesia Familia<br />
Multicultural de Brandon, Florida.<br />
FOTO DE BODA POR DANIEL AGUILAR WITH DAZ PHOTOS<br />
26s Número 04 / 2022 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
VIDAS TRANSFORMADAS<br />
Mírese al espejo<br />
POR DARRYL STRAWBERRY<br />
UN DÍA ME VESTÍ Y ME QUEDÉ mirándome<br />
al espejo. Hacía un año que me había<br />
casado con Tracy y estaba decidido a terminar.<br />
Le dije a Dios: “¡Mi esposa está loca y esta<br />
relación es una locura! No lo soporto más”.<br />
Había dicho lo mismo de mis matrimonios<br />
anteriores.<br />
Pero dentro de mi corazón Dios dijo claramente:<br />
“No, Darryl. Tu esposa no es el problema<br />
y tampoco es el matrimonio. Eres tú”. Sus<br />
palabras me pegaron fuerte. Ese día, frente al<br />
espejo, de pronto me di cuenta de que tenía<br />
que dejar el juego de la culpa y abordar mis<br />
inseguridades, mis cicatrices y problemas.<br />
Durante demasiado tiempo mi dedo había<br />
apuntado a Tracy, a quien le marcaba sus<br />
fracasos, fallas y defectos de carácter. Había<br />
tratado de cambiarla, cuando era yo el que<br />
necesitaba que lo cambien. Necesitaba que<br />
Sus palabras no tenían por objeto lastimar<br />
o avergonzar. Eran para motivar una<br />
convicción en el corazón que llevaría al<br />
cambio. Dios quería que yo, Su hijo, tuviera<br />
una vida mejor que la que tenía.<br />
Ese día me embarqué junto a Él en un<br />
viaje de autoevaluación. Oraba con insistencia:<br />
“Te necesito, Dios. Límpiame.<br />
Purifícame. Castígame”.<br />
Dios cumplió, adentrándose conmigo en<br />
mi desastre y abriéndose paso trabajosamente<br />
entre la pestilencia de mi corazón<br />
y mi mente.<br />
Con el tiempo, Él me reveló que los<br />
pro blemas de mi relación nacían de mis<br />
problemas de fondo: desconfianza, incapacidad<br />
de perdonar y temor. Arrastraba<br />
mis problemas de confianza de las<br />
relaciones y experiencias anteriores con<br />
esposa. Sospechaba de todo lo que hacía. Cuestioné<br />
su integridad y le hice acusaciones falsas<br />
sobre dónde había estado, con quién había<br />
estado y cómo había gastado nuestro dinero.<br />
Pero Tracy no era el problema ni el origen<br />
de mis inseguridades. La culpa la tenían los<br />
pecados de los demás y los míos. Yo era el que<br />
iba de juerga y faltaba a mi palabra, no ella.<br />
La incapacidad de perdonar también era<br />
una cuestión seria. No había perdonado a mi<br />
padre por el abuso al que me había sometido<br />
de niño. Ni había perdonado a mis exesposas<br />
LA TRANSFORMACIÓN NUNCA ES UN EVENTO<br />
DE UN DÍA DEDICADO A LA ORACIÓN; ES UN<br />
PROCESO QUE SE DEBE INICIAR JUNTO A DIOS.<br />
FOTO CORTESÍA DE LA FAMILIA STRAWBERRY<br />
me limpiaran de pecados, adicciones, malos<br />
hábitos, comportamientos y actitudes.<br />
Mi basura no era la basura de Tracy; era mía.<br />
Y mientras no estuviera dispuesto a escarbar<br />
en la basura de mi corazón con Dios y permitirle<br />
hacer Su trabajo, todas mis relaciones<br />
terminarían destruidas. ¿Por qué? ¡Porque yo<br />
estaba en ellas!<br />
Y tengo una larga lista de relaciones rotas<br />
para probarlo.<br />
Comencé este matrimonio con muchas<br />
heri das profundas que necesitaban sanar.<br />
Como leyó en mi historia en la pág. 14s, fui<br />
un hombre con muchas heridas. Pero ese día<br />
frente al espejo, Dios me mostró cómo encontrar<br />
el camino a la sanación mediante la<br />
autoevaluación.<br />
personas que solo<br />
querían conocerme<br />
por lo<br />
que les podía<br />
ofrecer. Tenía<br />
miedo de confiar<br />
en alguien,<br />
incluso Tracy, una<br />
mujer íntegra que sabía<br />
que me amaba y amaba<br />
al Señor. Pero tampoco<br />
sentía que podía confiar<br />
en Él. ¿Quién brinda amor<br />
incondicional?<br />
Mi falta de confianza<br />
salía a la superficie en<br />
peleas brutales con mi<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 04 / 2022<br />
27s
VIDAS TRANSFORMADAS<br />
Izquierda: Darryl<br />
y Tracy usan sus<br />
experiencias<br />
personales y<br />
principios bíblicos<br />
para ayudar a hombres<br />
y mujeres a encontrar<br />
libertad en Cristo a<br />
través de su ministerio<br />
Encuentre el Camino.<br />
FOTOS CORTESÍA DE LA FAMILIA STRAWBERRY<br />
Arriba: Gracias a haber emprendido iniciativas<br />
individuales de autoevaluación junto a Dios, ahora<br />
Darryl y su esposa Tracy disfrutan de un matrimonio<br />
sano y fructífero y están ayudando a otras personas<br />
a conseguir lo mismo. Puede leer más sobre su<br />
experiencia en el libro que es bestseller según el<br />
New York Times, The Imperfect Marriage: Help for<br />
Those Who Think It Is Over. Esta publicación de<br />
Howard Books es obra de la pareja con la coautoría<br />
de A. J. Gregory y se puede comprar en Amazon.<br />
ni a nadie que me hubiera lastimado en el<br />
pasado. Mantenía a estas personas en cautiverio<br />
dentro de mi corazón, pero yo era el<br />
único que sufría.<br />
La incapacidad de perdonar me impidió<br />
encontrar la libertad verdadera. La amargura<br />
llenaba mi corazón a diario y se hacía<br />
visible en la forma que trataba a Tracy. Cuando<br />
disen tíamos, yo pensaba: “Bueno, no te<br />
necesito. Puedo hacer todo solo”. La rechazaba<br />
emocional y sexualmente. No quería que se<br />
metiera demasiado dentro de mi alma y tocara<br />
mi verdadero yo.<br />
Además, estaba el factor miedo. Siempre<br />
tuve miedo a que me juzguen. Cuando se es<br />
una celebridad, uno es un blanco fácil. Probablemente<br />
es el aspecto más difícil de la vida de<br />
las estrellas. Todo el mundo tiene su opinión<br />
(que normalmente no es buena), y se muere<br />
por darla a conocer. Estaba cansado de leer cosas<br />
negativas sobre mí en los titulares, algunos<br />
de los cuales no eran verdad. Lo que más me<br />
dolía era escuchar que yo era un desperdicio.<br />
EL CAMBIO EXTERIOR OCURRE CUANDO ESTÁ<br />
DISPUESTO A HACER EL TRABAJO INTERIOR.<br />
Tenía tanto miedo de la opinión pública La transformación nunca es un evento de<br />
que cuando empecé a salir con Tracy y al un día dedicado a la oración; es un proceso<br />
principio de nuestro matrimonio, dejé de que se debe iniciar junto a Dios.<br />
salir. Me deprimí y me escondí en la casa. ¿También tiene un historial de relaciones<br />
Desde la cama le preguntaba a Tracy: “¿Por fallidas? Si es así, es hora de mirarse al espejo,<br />
dejar el juego de la culpa y ser realista. De<br />
qué Dios no me deja morir de una vez?”.<br />
Su respuesta todavía me suena en la disponerse a escuchar la perspectiva de Dios<br />
cabeza: “Ay, Darryl, nunca te vas a librar sobre usted.<br />
así de fácil. Las personas como nosotros Sus relaciones recién van a cambiar cuando<br />
esté dispuesto a decir: “Examíname, Dios.<br />
no tenemos tanta suerte. Dios tiene un plan<br />
para tu vida y para la mía, pero tenemos Muéstrame los problemas reales de mi corazón.<br />
Me niego a seguir culpando a los demás.<br />
que recorrerla para llegar a él”.<br />
Mi desconfianza, miedo e incapacidad Sé que ignorar los problemas de mi corazón<br />
de perdonar me hicieron caer muy bajo y solo puede llevar a la destrucción. Dame Tu<br />
me retuvieron allí. Pero todo eso empezó a perspectiva y ayúdame a convertirme en<br />
cambiar el día que reconocí mi culpa, profundicé<br />
en la Palabra de Dios y me entregué deseas que sea”.<br />
el esposo, padre, hermano y amigo que Tú<br />
al trabajo del Espíritu Santo. El Gran Doctor ¿Quiere un nosotros mejor? Sea un yo mejor.<br />
me hizo una cirugía espiritual de corazón y El cambio exterior ocurre cuando está dispuesto<br />
a hacer el trabajo interior.<br />
mente, cambiándome desde dentro hacia<br />
afuera. Renovó mi mente y me convirtió en<br />
el hombre que me había creado para que<br />
DARRYL STRAWBERRY maravilló a muchos durante<br />
su carrera como beisbolista. Esta leyenda fue uno de los<br />
fuera (Romanos 12:2). Fue entonces cuando<br />
jonroneros más temibles en la historia del béisbol. Pero<br />
me convertí en un hombre de verdad.<br />
actualmente el propósito y la pasión de Darryl es servir<br />
Pero mi restauración completa no fue al Señor dando un mensaje de esperanza y ayudando a<br />
inmediata. Me llevó tiempo. No me había los demás a transformar su vida mediante el poder del<br />
evangelio. Ha publicado varios libros, como Finding<br />
metido en tantos problemas de la noche a la<br />
Your Way, Turning Your Season Around y The Imperfect<br />
mañana, por lo que llevaría tiempo salir de Marriage, que escribió junto con su esposa Tracy. Para<br />
ellos. Tenía que perdonarme a mí mismo. más información, visite findingyourway.com.<br />
28s Número 04 / 2022 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
¿QUIERE CONOCER A JESÚS?<br />
“Vengan a mí todos ustedes que<br />
están cansados y agobiados, y yo<br />
les daré descanso.” —Mateo 11:28<br />
Jared Emerson, Artist, jaredemerson.com<br />
¿Necesita descanso? ¿Paz? ¿Libertad? ¿Perdón? ¿Restauración?<br />
Clame a Jesús, acéptelo como su Salvador, y será hecho completo.<br />
Ore: “Jesús, te invito a mi vida. Confieso que soy un pecador y<br />
necesito un Salvador. Gracias por perdonar mis pecados y por<br />
hacerme de nuevo. Gracias por sacrificar tu vida por mí para que yo<br />
pueda tener una nueva vida en ti. Recibo, por fe, el perdón de mis<br />
pecados. Toma mi vida, mi pasado y mi futuro. Guía mis pasos y<br />
habla a mi corazón, Señor. Úsame, Dios. Amén.”<br />
Queremos saber de su decisión y ayudarlo a crecer en su fe.<br />
Escriba a: PO Box 2751, Greenville, NC 27836.<br />
¿AHORA QUE?<br />
Acepté la salvación de Dios.<br />
¿Y ahora, qué?<br />
TAL VEZ DESPUÉS DE LEER las historias en esta revista, haya entregado su vida a Jesús.<br />
¡Felicitaciones! Acaba de tomar la decisión más importante de su vida. Pero quizás se esté preguntando<br />
¿y ahora, qué? Estas son cinco formas de asegurarnos el crecimiento espiritual. Tenga<br />
presente que la vida cristiana es una experiencia que nos transforma para siempre.<br />
1. ORE. Cuéntele todo a Dios y espere Su respuesta. No necesita palabras rebuscadas, solo<br />
un corazón sincero.<br />
2. ESTUDIE LA BIBLIA. La Palabra de Dios tiene todas las instrucciones que necesitamos<br />
en la vida. Ingrese a un estudio bíblico y descubra algo nuevo cada día. Vea recursos<br />
gratuitos al pie.<br />
3. BAUTÍCESE. Aunque el bautismo no es una exigencia para la salvación, la Biblia nos dice<br />
claramente que debemos ser bautizados en agua tras aceptar la salvación. El bautismo<br />
simboliza la muerte al pecado y vivir una vida nueva en Jesucristo (Romanos 6:4). Por las<br />
restricciones que hay en las cárceles, puede que resulte difícil la inmersión en agua, así<br />
que use la creatividad y deje que el Espíritu Santo le revele cómo puede cumplir este acto<br />
de obediencia hasta que la inmersión sea posible.<br />
4. BUSQUE UNA COMUNIDAD CRISTIANA. Únase a una congregación local de<br />
seguidores de Cristo. Si el encarcelamiento le dificulta ir a una iglesia, comparta con otros<br />
creyentes lo mejor que pueda. Le van a ayudar a mantenerse firme y a ser responsable.<br />
5. CUÉNTELE A ALGUIEN. Háblele de su decisión de seguir a Cristo y explíquele lo que Él<br />
hizo por usted. Y después ¡cuéntenos! Nos encantaría que lo comparta con nosotros.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 04 / 2022<br />
29s
NOVEDADES DEL MINISTERIO/RECURSOS<br />
Novedades del Programa<br />
Carcelario de Victorious Living<br />
amistad mediante la correspondencia personal. Los reclusos<br />
pueden escribirnos a PO Box 2751, Greenville, NC 27836, o por correo<br />
electrónico a hope@vlmag.org.<br />
Gracias al Señor, a generosos asociados financieros y las<br />
posibilidades digitales con las tabletas, Victorious Living<br />
continúa expandiéndose a nuevos establecimientos en<br />
todo EE. UU.<br />
• Los familiares de nuestra familia encarcelada y nuestros socios del<br />
ministerio también pueden disfrutar de estos recursos gratuitos<br />
en pandoapp.tv y las plataformas en línea de VL como vlmag.org,<br />
Facebook, Instagram y YouTube.<br />
• Se envían 53.000 copias impresas de la revista Victorious Living a<br />
más de 2.700 correccionales en 41 estados cada tres meses mediante<br />
distribución directa y la acción conjunta con organizaciones como<br />
CLI-Prison Alliance y el Proyecto Libros para las Cárceles.<br />
• Los encarcelados tienen acceso digital a Victorious Living en tabletas.<br />
Para fin de año, tenemos previsto que nuestros recursos estén<br />
disponibles en el 80% de todos los establecimientos del país.<br />
• Lamentablemente, debido a la elevada tasa de traslados en la<br />
población carcelaria y las nuevas restricciones en materia de<br />
correspondencia, ya no podemos enviar copias de la revista VL a<br />
cada recluso. Pero se envían copias a granel de la revista VL (con<br />
o sin grapas), a cárceles, centros de detención, programas de<br />
recuperación y reinserción, sin cargo alguno. Capellanes y directores<br />
de programas pueden comunicarse con nosotros al 352-478-2098<br />
para recibir estos recursos gratuitos.<br />
• Además de VLMag, ofrecemos a los reclusos materiales de<br />
discipulado en tabletas mediante nuestras transmisiones MORE<br />
VL, podcasts VL y VL Storytime. También ofrecemos nuestra<br />
• El 15 de septiembre, Darryl Strawberry se unió al equipo de VL<br />
para una “Noche de esperanza”. Este programa especial está<br />
disponible para su visualización en dispositivos PANDO y EDOVO.<br />
RECURSOS<br />
A continuación dejamos distintas opciones de material cristiano<br />
gratuito al que pueden tener acceso reclusos y capellanes<br />
que hablen inglés o español. Pónganse en contacto con las<br />
direcciones indicadas más abajo. Díganles a nuestros colegas<br />
que llegaron a través de VL.<br />
VICTORIOUS LIVING<br />
Correspondencia personal en inglés y español. A solicitud del<br />
capellán se hacen llegar múltiples copias de VLMag a las bibliotecas<br />
de penitenciarías y cárceles.<br />
PO Box 2751<br />
Email: hope@vlmag.org<br />
Greenville, NC 27836<br />
2ND OPPORTUNITY<br />
Correspondencia personal,<br />
programación de preparación<br />
para reingresar al empleo y<br />
a la sociedad, y referencias<br />
para empleo y vivienda<br />
para presos en cárceles y<br />
prisiones bajo solicitud.<br />
PO Box 3411<br />
Peachtree City, GA 30269<br />
CLI PRISON ALLIANCE<br />
Estudios personales de<br />
discipulado por correo para<br />
reclusos en comisarías y<br />
cárceles; libros cristianos<br />
y Biblias sin cargo para<br />
bibliotecas, a solicitud<br />
del capellán o personal<br />
autorizado.<br />
PO Box 97095<br />
Raleigh, NC 27624<br />
RESCUED NOT ARRESTED<br />
Biblias NVI sin cargo, curso<br />
gratuito por correspondencia<br />
de estudios bíblicos y Biblia<br />
de estudio NVI Diario Vivir sin<br />
cargo, al completar el estudio,<br />
para comisarías y cárceles.<br />
Teléfono: 602-647-8325<br />
PO Box 90606<br />
Phoenix, AZ 85066<br />
CUMBRE DE GLOBAL<br />
LEADERSHIP<br />
Lleve capacitación<br />
y herramientas de<br />
liderazgo del mejor nivel<br />
a su establecimiento<br />
con la Cumbre de GL y<br />
la red GL Network. Visite<br />
GlobalLeadership.org.<br />
PO Box 3188<br />
Barrington, IL 60011<br />
30s<br />
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