Comenzó la extinción
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ACADEMIA | 3 de marzo de 2022 • 17
Se planteó el acercamiento
de la Universidad a los
problemas nacionales
Patricia López Suárez
Sexto rector de la Universidad
Nacional en 1920, fundador y
primer titular de la Secretaría
de Educación Pública (SEP) en
1921, miembro de El Colegio Nacional y
de la Academia Mexicana de la Lengua,
José Vasconcelos Calderón (Oaxaca, 27 de
febrero de 1882-Ciudad de México, 30
de junio de 1949) es una figura señera en
la educación pública mexicana del siglo
XX, fundador de instituciones quien, a 140
años de su natalicio, aún tiene presencia
en la educación pública del país.
“El trabajo de José Vasconcelos y su
reforma en la educación aún son evidentes
en la estructura de nuestra educación
pública. Veo como eje o punto de inflexión
notorio el esfuerzo que hizo desde la
Universidad, en 1920, cuando fue rector,
por hacer un primer ensayo en el cual se
planteó el acercamiento de la Universidad
a los problemas nacionales”, afirmó
Moisés Ornelas Hernández, investigador
del Instituto de Investigaciones sobre la
Universidad y la Educación (IISUE).
Esto ocurrió en una coyuntura,
después del gobierno de Venustiano
Carranza, quien había destruido el Ministerio
de Instrucción Pública. “Justo
Sierra había hecho esfuerzos anteriores
por consolidar y separar del Ministerio
de Justicia a un ministerio encargado
de la educación”, recordó.
Vasconcelos pugnó básicamente por
tratar de vincular y de integrar al resto
de una población mexicana de mayoría
indígena para los años 20, entre la que
tenía un problema central que era el analfabetismo.
Cree Ornelas que la creación
de la SEP, en la que usa de plataforma la
experiencia en la rectoría tratando de forjar
la primera ley fundadora de la secretaría,
tiene contrapesos interesantes, señaló.
Impregnó y dotó la educación pública
de una filosofía, de una orientación social
pública para integrar a los sectores más
vulnerables de la población y hacerla, a nivel
constitucional, efectiva en la práctica.
“Creo que la SEP, que ya cumplió
un siglo, sintetiza mucho del trabajo de
Vasconcelos, quien retomó el camino
andado por Justo Sierra, fundador de la
Universidad Nacional en 1910, y su impulso
por establecer una unidad de criterios,
una educación de carácter más amplio,
encaminada a principios de uniformidad
educativa”, comentó.
Foto: archivo Gaceta UNAM.
140 años de su natalicio
Permanece la huella
de José Vasconcelos
en la educación
Vasconcelos trabajó junto con Ezequiel
A. Chávez, mano derecha de Justo
Sierra, quien fue el encargado de redactar
la carta a la Cámara de Diputados para
argumentar la creación de la SEP. “En
el cardenismo vivió una etapa distinta,
donde sufrió algunos reveses y críticas,
y retomó su filosofía y principios educativos
con Jaime Torres Bodet, ya en los
años 60, con el gobierno de Adolfo López
Mateos. Fue con Torres Bodet cuando
trata de reivindicar toda esa trayectoria,
y en la que enseñar a leer y escribir sigue
siendo un problema nacional.
Al interior de la UNAM, Vasconcelos
trató de hacer un corte en la presencia
nacional que tenía la Universidad previa a
alcanzar la autonomía, y hacer notar que
la institución estaba vinculada con ciertos
sectores. “El vasconcelismo desde la rectoría
trata de dar a esta casa de estudios una
apertura hacia distintos sectores sociales
que estaban alejados de esa oportunidad
de llegar a la educación superior”, señaló.
El ejercicio de Vasconcelos en la rectoría
de la UNAM es para Ornelas ejemplar,
en el sentido de que es un laboratorio en
el cual emprende buena parte de lo que va
a impulsar en la SEP, una vez que concreta
su creación. Así, la rectoría es una lucha
contra el analfabetismo.
“El escudo de la Universidad surge en
ese periodo, impregnado de su espíritu
iberoamericano”, añadió el investigador.
De una propuesta al Consejo Universitario
en abril de 1921, Vasconcelos propone el
escudo que la UNAM ostenta hasta la fecha
y en el que plasma su convicción de que los
mexicanos deben fundir su propia patria
con la gran patria hispanoamericana.
“El escudo que tenemos en la Universidad
asume esa preocupación de hermandad
latinoamericana, entendiendo que en los
años 20 había toda una discusión cultural
e ideológica de la cultura europea. Hasta
entonces había sido la cima alcanzar,
desde los intelectuales, una formación
europeizante, que se rompe con la Primera
Guerra Mundial y la barbarie que ocasiona
en la humanidad civilizada. “Esto da la
oportunidad de que en América Latina
aparezca esta arcadia rural, utópica, donde
se puede construir esta otra realidad”,
explicó el académico.
Ornelas Hernández destacó que en las
décadas de los 20 y 30 del siglo pasado la
preocupación era sumar a los indígenas,
integrarlos y abatir el analfabetismo, “y la
educación es la vía”.