Comenzó la extinción
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16 • 3 de marzo de 2022 | ACADEMIA
Múltiples cambios
ocurren en el
organismo al
permanecer en el
espacio exterior
En microgravedad, el sistema cardiovascular va a
remodelarse para que la sangre sea capaz de llegar
a todo el cuerpo y éste siga funcionando
Patricia López Suárez
Disciplina que viaja al cielo y a las
estrellas, la medicina aeroespacial
es una rama médica que
se centra en el estudio clínico y
científico del cuerpo humano en uno de
los ambientes más hostiles a los que se
puede enfrentar cualquier ser humano:
el espacio, aseguró Ricardo Martínez Tapia,
profesor de la Facultad de Medicina
(FM) y miembro fundador de la Sociedad
Universitaria de Medicina Aeroespacial
(SUMAe).
En los últimos años estamos viviendo
un auge de la actividad espacial, que no
se veía desde los años 60 y 70 del siglo
pasado, y en el que ahora se ven involucradas
incluso empresas privadas que
buscan lograr nuevos viajes espaciales,
como llevar humanos a la Luna y tener una
estación en Marte.
En estos viajes, el cuerpo humano
necesita trajes espaciales dotados de
alta tecnología que sirven como naves
individuales enfocadas en la protección
y en el mantenimiento de las condiciones
humanas como si estuvieran en la Tierra.
“Así enfrentan, por ejemplo, la radiación
y la gravedad”, señaló Martínez Tapia,
quien participó en un video de divulgación
como comandante de una tripulación de
profesores y alumnos de la FM, quienes explicaron
qué es la medicina aeroespacial.
En la Noche de Museos, organizada por
el Palacio de la Escuela de Medicina, destacaron
que el estado de ingravidez tiene
Los astronautas pueden
perder entre el uno o dos por
ciento de su masa ósea total”
efectos en nuestro cuerpo, por ejemplo, en
el sistema nervioso, que está compuesto
por el cerebro, la médula espinal y los nervios
periféricos, dijo Rubén Acosta Coria,
alumno de la FM y miembro de la SUMAe.
“En el espacio, el sistema nervioso
sufre algunos cambios por la radiación,
la falta de gravedad y las temperaturas
extremas, y padece el Síndrome de la
Presión Espacial, el proceso que el cuerpo
tiene que realizar para acostumbrarse
al ambiente espacial. Se puede identificar al
experimentar dolores de cabeza, de estómago,
mareos, náuseas, incapacidad para
inclinar la cabeza y vómitos repentinos
hasta por siete días”, comentó Acosta.
Dijo que también se manifiestan
ilusiones o errores de percepción con el
entorno, como sentir que uno es el piso,
que se va de lado o se está flotando; y
errores posturales cuando el astronauta
sale de la órbita y hay incapacidad para
estar completamente erguidos.
Ana Karen Vázquez Zacatenco, estudiante
de la FM e integrante del grupo
SUMAe, se refirió a algunos efectos
cardiovasculares. “En microgravedad,
nuestro sistema cardiovascular, formado
por corazón y vasos sanguíneos, va
a remodelarse para que toda la sangre
sea capaz de llegar a todo el cuerpo y
que siga funcionando como debe ser para
mantenernos vivos”, señaló.
“En estado de microgravedad, la sangre
y todos los fluidos del cuerpo van de
las piernas y el abdomen hacia el corazón
y la cabeza, lo que provoca que las caras de
los astronautas se hinchen, que el corazón
tenga una sobrecarga y que la presión de
los vasos sanguíneos aumente”, explicó.
Otra alumna del grupo, Cynthia Altamirano
Manrique, se refirió al sistema óseo,
y dijo que los astronautas experimentan
debilitamiento de los huesos por la pérdida
de la masa ósea, que predomina en la parte
media-baja del cuerpo.
“Los astronautas pueden perder entre
el uno o dos por ciento de su masa ósea
total, haciendo que el calcio que no está en
los huesos se vaya a la sangre y se acumule
en el riñón.”
El profesor Alejandro Hernández
Chávez dijo que estos cambios drásticos en
los organismos de los astronautas tienen
también procesos de adaptación al volver
a casa, tras un primer momento en un ambiente
de microgravedad o expuestos a la
radiación cósmica. Algunos son tangibles,
como cuando se compararon dos gemelos,
uno de los cuales estuvo en la Estación Espacial
Internacional, y a su regreso medía
casi cuatro centímetros más, algo que la
gravedad se encargó de volver a poner en
su sitio”, finalizó.