12.10.2022 Views

El inventor de juegos

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

LA NIÑA INVISIBLE

E

n los recreos, la violencia había desaparecido, y solo quedaba la conspiración.

Nadie probaba tomas inauditas ni patadas voladoras, y se limitaban a ir de un

lado hacia otro llevando informaciones secretas. El grupo de los altos —liderado por

Krebs— era el más activo. No cesaban de hacer nuevos contactos, de pasarse datos al

oído, y murmurar. El director miraba satisfecho los recreos: ya no había gritos ni

golpes, solo los murmullos. Si el señor Possum cerraba los ojos, le parecía oír el

rumor del mar.

En todos aquellos susurros había un nombre que se repetía.

«¿Me estaré volviendo loco? ¿Es posible que todos estén hablando de mí?»,

pensaba Iván mientras cruzaba tembloroso el patio. Había oído que algunos casos de

locura comenzaban así: el enfermo descubría voces que surgían de la televisión o de

la radio o de una pared y que solo a él estaban destinadas.

Para no oír su nombre se refugió en un pasillo desierto. Pero también allí oyó:

—Iván, Iván…

Tuvo la certeza de que acababa de enloquecer.

—Iván Dragó…

Pero entonces descubrió que había frente a él una niña diminuta, de cabello rubio.

Jamás la había visto en su vida. Caminaba sin hacer ruido y su voz era casi inaudible.

Había que dejar de prestar atención a todo lo demás para llegar a advertirla.

—Iván… ¿No te acordás de mí?

—No.

—Me siento a tu lado en la clase. Te presté cuatro hojas rayadas, una

cuadriculada, un lápiz y un mapa de Oceanía con división política.

Iván recordaba que alguien le había prestado todas esas cosas, pero no recordaba

quién había sido. Era como si los útiles hubieran llegado a sus manos desde el vacío.

—Al menos deberías preguntarme cómo me llamo.

—¿Tu nombre…?

—Anunciación.

Aquel nombre tan largo le sobraba por todas partes.

—Nunca te vi ni oí tu nombre.

—Eso es por culpa de tus juegos. ¿Te acordás del día en que inventaste el juego

del hombre invisible? Yo fui una de las que se propuso para niña invisible. Me salió

tan bien que todos siguen sin verme.

—Yo te veo…

—Ahora sí, porque estamos solos. Pero cuando estoy entre los demás me pierdo,

me confundo. Todos los días grito: «¡El juego terminó! ¡Ya no soy más la niña

invisible!». Pero no me oyen ni me ven.

ebookelo.com - Página 28

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!