Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
—Lo tengo desde hace años. Me lo hizo un tatuador chino.
—¿Dolió mucho? —preguntó Gayado, que siempre iba con Krebs adonde fuera.
—Perdí un cuarto litro de sangre.
Krebs nunca había conseguido un permiso para tatuarse, a pesar de que aquello
era el sueño de su vida. Ya había elegido qué dibujo hacerse en cada centímetro de su
cuerpo, incluido el cuero cabelludo. Lo único que podía mostrar ante sus compañeros
era una cicatriz que tenía en el codo izquierdo, atribuida por él a la navaja de algún
enemigo, y por el resto del mundo a una caída en la escalera de su casa. Frente al
relato del tatuador chino, su herida había quedado reducida a nada.
Su lugarteniente, Gayado, al verlo un poco apagado, intentó darle ánimo:
—No te preocupes, Krebs. Seguro que es un tatuaje falso. Mañana desaparece, y
le vamos a pegar por habernos mentido. No puede competir con tu raspón.
—¿Mi «raspón»? Voy a enseñarte lo que es un raspón.
Y comenzó a patear las delgadas rodillas de Gayado.
ebookelo.com - Página 22