Tribuna Comunista Núm. 505

memoria
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estudiantil en organizaciones nacionales. Los
temas de reflexión y discusión era la “reforma de la
educación superior y estructuras democráticas de
autonomía. Otros aspectos de la visión socialista
era el propósito de que los estudiantes tuvieran
sensibilidad política, se desarrollara un espíritu
crítico contra la explotación, visión con valores
humanistas, por la justicia social, por la solidaridad
nacional e internacional, por la paz etc. Aspecto
importante desde luego eran las reivindicaciones
concretas estudiantiles y la conquista del poder
político en cada centro educativo. Por ello, aparte
de militar en un organismo de base, llamado
célula o club se debía crear un organismo amplio,
cultural o político para propiciar la participación
de los estudiantes y de esa forma influirlos con
nuestra visión. En el POLI tenían reconocimiento
y tradición los Ateneos Culturales y por ahí nos
orientamos.
El gobierno y el PRI ejercían el control
institucional en el POLI completamente mediante
la Secretaría de Educación Pública y el control
político mediante la FNET que agrupaba además
de los centros educativos del IPN, al grueso de
las Escuelas Técnicas del Sistema Educativo.
Manejaban determinado presupuesto para
desarrollar sus actividades culturales y políticas,
en especial les apoyaban con locales bien
surtidos, dinero, papelería y otros elementos de
propaganda con lo cual apoyaban a sus planillas en
la lucha electoral por las direcciones estudiantiles.
Este poder era reforzado con el empleo de grupos
porriles, estudiantes fósiles (duraban muchísimos
años como supuestos estudiantes), que
empleaban en diversas formas y momentos contra
la oposición en general. Asimismo, utilizaban
determinadas actividades deportivas para sus
objetivos de distracción ideológica como el futbol
americano que utilizaban para mantener la división
artificial entre politécnicos y universitarios. En ese
mismo sentido, se fomentaban las “novatadas”
a los alumnos de nuevo ingreso para sembrar
división y rencor entre los estudiantes de las Pre-
Vocacionales y Vocacionales.
LA VOCACIONAL No. 7, en 1967
Lo primero que logramos como activistas
en la Voca 7, fue reunirnos para fundar
nuestro organismo de base. No fue mi
mérito reclutar a los primeros, éstos ya
eran camaradas que encontré por las coordenadas
que me dio Celso Garza. Los primeros en
contactar fueron Gabino López Legazpi, que por
cierto murió muy joven (era de Mexicali y jugó
un importante papel en el 68), Florencio Posadas
Segura, muy constante y formal a pesar de su
juventud (fungió en el 68 como nuestro “ministro
de finanzas”), el flaco Sergio que venía de San Luis
Potosí, Islas, por todos conocidos como el Bimbo.
Después de formalizar la fundación de nuestro Club
que se llamó “José María Morelos”, informé de su
existencia a la Dirección de la JC del Politécnico
y me integré a su Coordinación para mantener
el permanente contacto e información que se
requería. En seguida decidimos fundar nuestro
Ateneo Cultural que se llamó Flores Magón.
Dado que tenían tradición por sus actividades
culturales y eran bien aceptados, las autoridades
de la Vocacional 7 nos cedieron un pequeño local
que utilizamos como oficina, y punto de enlace.
El Ateneo era idóneo para realizar actividades
culturales, una ventana para relacionarnos y
trabajar con estudiantes de otras corrientes
políticas. La identidad comunista no era visible,
se perdía y no generaba suspicacias en las
autoridades ni en los grupos políticos sectarios.
Así pues, organizamos algunas conferencias con
temas políticos, invitando como conferencistas a
camaradas del Comité Central del PCM. Aclaro
que no se presentaban públicamente como tales,
las condiciones eran muy restrictivas. Recuerdo
que estuvo con nosotros Hugo Ponce de León,
quien en ese tiempo dirigía el periódico La Voz de
México, órgano de difusión del Partido Comunista