07.09.2022 Views

Una-tierra-prometida (1)

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

llamado Nidal Hasan entró en un edificio de la base militar de Fort Hood,

en Killeen, Texas, sacó una pistola semiautomática que había comprado en

una tienda de armas de la localidad y abrió fuego. Murieron trece personas

y docenas más resultaron heridas antes de que fuera reducido mediante un

disparo y apresado por los policías de la base. Una vez más, me desplacé

para reconfortar a las afligidas familias, y luego hablé en un servicio

conmemorativo al aire libre. Mientras un trompeta interpretaba el Toque de

Silencio, su quejumbrosa melodía puntuada por los sollozos reprimidos de

los asistentes, recorrí con la mirada los monumentos conmemorativos a los

soldados caídos: una fotografía enmarcada, unas botas de combate y un rifle

que sostenía un casco.

Pensé en lo que John Brennan y Robert Mueller, director del FBI, me

habían explicado en las reuniones sobre el tiroteo: Hasan, un musulmán

nacido en Estados Unidos y con un inquietante historial de conductas

erráticas, al parecer se había radicalizado en internet. En concreto, se había

inspirado en un carismático clérigo estadounidense-yemení llamado Anwar

al Awlaki, a quien había enviado varios correos electrónicos. Este contaba

con numerosos seguidores en todo el mundo y al parecer era el dirigente de

la rama cada vez más activa de Al Qaeda en Yemen. Según Mueller y

Brennan, existían indicios de que el Departamento de Defensa, el FBI y el

Cuerpo Especial Conjunto contra el Terrorismo habían sido alertados de un

modo u otro sobre la posible radicalización de Hasan pero los sistemas para

compartir información entre los diferentes organismos no habían atado

cabos de un modo que pudiera evitar la tragedia.

Terminaron las elegías. El toque de Silencio empezó a sonar de nuevo.

Imaginé a soldados por todo Fort Hood preparándose afanosamente para su

despliegue en Afganistán y la lucha contra los talibanes. Y no pude evitar

preguntarme si la mayor amenaza podía encontrarse en otro lugar, no solo

en Yemen o Somalia, sino también en la aterradora posibilidad de terroristas

nacidos en Estados Unidos, en la mente febril de hombres como Hasan y en

un cibermundo sin fronteras cuyo poder y alcance aún no comprendíamos

del todo.

A finales de noviembre de 2009, celebramos nuestra novena y última sesión

de análisis sobre Afganistán. Pese al dramatismo, en aquel momento las

notables diferencias entre los miembros de mi equipo se habían reducido

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!