07.09.2022 Views

Una-tierra-prometida (1)

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

legislativa de Hillary Clinton se fue a pique, y generó una reacción que

contribuyó a que los demócratas perdiesen el control de la Cámara en las

elecciones de medio mandato. «Los republicanos dirán que la reforma

sanitaria es un nuevo derroche de los progresistas, y que nos distrae de

solucionar la crisis económica.»

—A menos que algo se me escape —dije—, estamos haciendo todo lo

que está en nuestra mano por la economía.

—Lo sé, presidente. Pero el pueblo estadounidense no lo sabe.

—Entonces ¿qué es lo que estamos diciendo? —pregunté—. Que a pesar

de tener las más amplias mayorías demócratas en décadas, a pesar de las

promesas que hicimos en campaña, ¿no deberíamos intentar arreglar la

sanidad?

Rahm miró a Axe pidiendo ayuda.

—Todos creemos que deberíamos intentarlo —respondió Axe—. Pero

debes saber que, si perdemos, tu presidencia quedará gravemente debilitada.

Y eso nadie lo tiene más claro que McConnell y Boehner.

Me puse en pie, dando con ello la reunión por terminada.

—Entonces será mejor que no perdamos —rematé.

Cuando recuerdo esas primeras conversaciones, me cuesta negar mi exceso

de confianza. Estaba convencido de que la lógica de la reforma sanitaria era

tan evidente que, incluso ante una oposición bien organizada, podría

concitar el apoyo del pueblo estadounidense. Probablemente sería aún más

difícil que el Congreso diese el visto bueno a otras grandes iniciativas,

como la reforma migratoria y la legislación sobre cambio climático.

Suponía que apuntarse una victoria en la cuestión que más afectaba a la

vida cotidiana de la gente era la mejor manera que teníamos de acumular

impulso político de cara al resto de mi agenda legislativa. En cuanto a los

riesgos políticos que inquietaban a Axe y Rahm, la recesión prácticamente

me garantizaba que en cualquier caso se resentirían mis resultados en las

encuestas. Ser timorato no cambiaría esa realidad. Incluso si lo hiciese,

dejar pasar la ocasión de ayudar a millones de personas solo porque podría

perjudicar la posibilidad de ser reelegido era justo la clase de

comportamiento miope y autoprotector que había jurado rechazar.

Mi interés por la sanidad trascendía las políticas o el juego político; era

algo personal, como lo había sido para Teddy. Cada vez que conocía a algún

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!