07.09.2022 Views

Una-tierra-prometida (1)

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Traducción: mi caucus me crucificará si digo algo que suene a

cooperativo.

«No puedo decirle que me resulte muy tentador nada de lo que propone,

señor presidente electo —dijo McConnell—, pero sin duda es usted

bienvenido a nuestro almuerzo semanal para exponer el caso.»

Traducción: debe usted de tener la errónea impresión de que me importa.

Mientras bajábamos las escaleras después de que acabara la reunión me

volví hacia Joe.

—En fin, podría haber sido peor —dije.

—Sí —respondió Joe—, no nos hemos liado a puñetazos.

Me reí.

—¿Te das cuenta? ¡Estamos progresando!

El frenesí de las primeras semanas después de que asumiera el cargo hizo

que apenas tuviera tiempo para obsesionarme con la extrañeza ubicua y

cotidiana de mis nuevas circunstancias. Era el modo en que ahora todo el

mundo se ponía de pie siempre que entraba a una habitación. «Sentaos»,

gruñía, y decía a mi equipo que ese tipo de formalidades no eran mi estilo.

Ellos sonreían, asentían... y hacían exactamente lo mismo cuando nos

encontrábamos otra vez.

Fue la forma en que mi nombre desapareció, sin más, y ya solo lo usaba

Michelle, mi familia y algunos amigos muy cercanos, como Marty. Ahora

era «sí, señor presidente» y «no, señor presidente», aunque entre mi equipo

adopté el nombre más coloquial de «POTUS» (President of the United

States ) cuando me hablaban o hablaban de mí en la Casa Blanca.

Fue la forma en que mi horario cotidiano se convirtió de pronto, entre

bambalinas, en un tira y afloja entre empleados, agencias y electorados,

cada uno deseando ver sus causas resaltadas o sus asuntos atendidos,

cantando resultados a través de una maquinaria oculta que nunca llegué a

entender del todo. Al mismo tiempo que descubría que siempre que los

agentes del Servicio Secreto susurraban algo en los micrófonos de sus

muñecas, en realidad anunciaban mis movimientos a un canal de radio: «El

Renegado se dirige a la residencia» o «Renegado en la sala de Crisis» o

«Renegado en dirección a bodega secundaria», su discreta manera de decir

que iba al baño.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!