Tribuna Comunista Núm. 500

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internacional
Sólo queda hacer especulaciones y hacer
estimaciones, pero a partir de los bienes que
poseía la familia y de los cuales declaraban el
padre y el tío ante Hacienda, como obligaciones
provenientes de una docena de medianas
empresas. Aunque son, realmente, empresas
irrelevantes en el concierto empresarial
salvadoreño, y que en ningún caso eran propiedad
del bukele presidente y sus hermanos, sino de su
padre y del hermano de éste.
Después de quedar en la orfandad, a la
muerte del Doctor, seguramente algún dinerito
en efectivo les habrá caído en los bolsillos a la
docena de hijos que tuvo bukele padre con sus
cuatro mujeres. Pero nada relevante con toda
seguridad.
Sin embargo, apenas a tres años del inicio
de su reinado, la vida principesca de la familia
presidencial ya es notoria. Celebraciones de
cumpleaños multitudinarias en Ibiza, con la
presencia de toda la familia, amigos, compadres,
empleados de confianza y numerosos
guardaespaldas, dan cuenta de ello. Viajando
en jets privados, alojándose en hoteles de lujo,
cenando en los restaurantes más caros que existen
en las playas del Mediterráneo que son exclusivas
de los magnates financieros, deportistas de lujo y
jefes de las mafias del planeta.
Quizás algo de ese enriquecimiento súbito
se explique por el hecho de que el gobierno
del presidente más “cul” del mundo mundial ha
centralizado todos los dineros del presupuesto
del país en las arcas de Casa Presidencial.
Tal vez algo de eso tenga que ver con el hecho
de que el presupuesto de los municipios, que antes
era del 10 por ciento respecto del Presupuesto
General de la Nación, se haya reducido al 1.5
por ciento y el “sobrante” se haya transferido a
manos del presidente y sus hermanos.
Probablemente, eso explique también el
hecho de que toda la información relacionada
con compras y contrataciones del gobierno hayan
sido declaradas “reservadas” por siete años, en
virtud de una “imperiosa necesidad de proteger
la seguridad nacional”.
No extrañaría a nadie tampoco el hecho de que
los sucesivos decretos de “estado de excepción” –
de 2020 a la fecha, primero por la pandemia y ahora
por las maras- hayan brindado la posibilidad de
saltarse los engorrosos comprobantes de gastos
que obligaban a los funcionarios a rendir cuentas
del dinero del pueblo, como señala la, todavía
vigente, Ley de Adquisiciones y Contrataciones
de la Administración Pública.
De esta forma, como decía la famosa Bruja
Hermelinda Linda, “nadie sabe, nadie supo, la
espantosa verdad…” de la desaparición de miles
de millones de dólares del presupuesto general
de la Nación y de los millonarios prestamos que
ha adquirido el gobierno a nombre del pueblo
salvadoreño que, como ya se mencionó, le ha
tomado únicamente, 36 meses para incrementar
la deuda externa en 20 por ciento.
Pero, revisemos un poco la ejecución de los
proyectos de inversión que aparecen en la base
de datos que se encuentra en la página oficial
del Ministerio de Hacienda, el llamado Portal de
Transparencia Fiscal.
Aquí presentamos algunos ejemplos de los
proyectos que fueron aceptados e incorporados
en el Presupuesto General por la Asamblea
Legislativa, cuyos presupuestos y financiamiento
fueron aprobados y de cuya ejecución se muestran
los resultados:
Año fiscal 2021: de un presupuesto total
para inversión pública de 836.8 millones sólo se
utilizaron 514.5 millones, para una ejecución de
alrededor del 60 por ciento. Algunos ejemplos:
1- Programa Integrado de Salud, con un
monto disponible de 44 millones 36 mil
600 dólares, se dispusieron, únicamente,
7.3 millones (16%)
2- Programa de Infraestructura para la
Recuperación y Dinamización de Espacios