Tribuna Comunista Núm. 500

HOMENAJE
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por tener una vivienda y a mí. De boca en boca
se decía Agredieron al Lic. José Luis y también
los esposos y familiares de las mujeres agredidas,
se llenaban de coraje y acudieron presurosos al
acto convocado. Desde las 4 pm., empezaron a
llegar compañeros de toda la región, algunos se
me acercaban y me decían, tocándose la cintura,
ahora sí, aquí traigo con que quererlos. Esos
que eran muchos, estuvieron siempre cerca de
mí. Yo pronuncié un discurso incendiario, lleno
de indignación, pero también de razones, y los
exhorté a dirigirnos de nueva cuenta al terreno.
Cuando empezamos marchar la columna era
grande, cuando menos de dos mil personas,
que habían llegado de Ixtlán, Jala, San Pedro
Lagunillas, Amatán de Cañas, Compostela y por
supuesto Ahuacatlan.
En ese momento nuestro movimiento era muy
fuerte y estaba en pleno auge. Los pequeños
propietarios que hacían rondines en el terreno y
que no eran más de 15, al saber que íbamos en
marcha hacia el terreno y que éramos muchos,
salieron corriendo despavoridos. La gente
llevaba antorchas y sobre todo el puño y la
voz en alto, decidida a cobrar la infamia y
el agravio. Cuando llegamos al terreno no
había nadie y la gente llegó para quedarse
para siempre. Cientos de familias tuvieron
un pedazo de patria donde vivir. Así surgió
la Colonia Demetrio Vallejo de Ahuacatlan
y en esa ola también la colonia Presciliano
Sánchez, y otras en el municipio. En esa
lucha, estuvo valientemente, la compañera
TACHA, siempre digna, siempre combativa,
siempre ejemplar. Omar su hijo, a quien
yo respeto y admiro, así como su esposo
Poli, al que le tengo un gran cariño y
reconocimiento, siempre estuvieron a su
lado, aunque la Líder era ella.
Luego nos acompañó en otras batallas
que libramos, como la lucha aquella por
destituir a un presidente municipal, el largo
plantón que sostuvimos y también contamos
con su solidaridad en la huelga de hambre que
protagonizamos. Pasaron los años y ella siempre a
distancia fue solidaria y elogiosa conmigo. Sentía
que me tenía mucha confianza política y afecto.
Hoy le deseo, buen y feliz viaje en ese sueño
postrero. Se fue una gran mujer, buena madre
de familia, buena esposa, buena hija y sobre
todo un ser humano, noble, de mucha templanza
y dignidad. Hasta siempre compañera, y
compañer@s que participaron en aquella histórica
lucha que conmovió a Ahuacatlán y que quedó
grabada en la historia, así como en mi memoria y
corazón. Zapata vive, la lucha sigue.
José Luis Sánchez