Tribuna Comunista Núm. 500

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desde los estados
como Jacinto Cenobio, sin faltar los corridos y
las rancheras, que amenizaba El Camarada Emilio
guitarra en mano.
Tarea importante también era el orientarlos
en la tramitación legal-burocrática ante las
autoridades de Reforma y Registro Agrarios, del
cual se encargaba El Lechuzo hasta donde su
fachada de ingeniero le daba. Además, estaban
los compañeros como Eligio Meza, José Luis
Ramírez y Flavio Campos; que llevaban los asuntos
agrarios.
La Valenciana, comunidad del municipio
de Nieves, hoy Francisco R. Murguía, fue el
experimento comunista más avanzado de trabajo
organizativo campesino. Ahí se originaron los
equipos para trabajar en común entre varios
campesinos un tractor, las labores en la parcela
en forma comunitaria, la creación del fondo
de capitalización para las futuras inversiones
requeridas en la reparación y compra de
maquinaria o herramienta necesaria para las
labores agrícolas. La organización y juntas
periódicas de los ejidatarios, donde además de
tratar la problemática legal, se traban los asuntos
de la comunidad, así como los temas políticos.
Esta fue una zona atendida por los camaradas
Emilio y el Lechuzo, que comprendía las
comunidades de San Martín, Orán, La Laguna,
Cieneguilla, San Gil, Morteros, San Lucas y la
Valenciana.
IV
Roqueros contra folkloristas
El Comité Ejecutivo Estatal del Partido me
comisionó después del famoso 77, en que la
reacción zacatecana intentó sacar a la izquierda
del UAZ recurriendo a los grupos paramilitares y
porros traídos de Guadalajara; para estructurar
el trabajo estudiantil en la Prepa 3. La primera
reunión a la que asistí fue en las bodegas del
camarada profesor Isidoro Acosta, aquel lugar
apestaba a fumigación reciente; además de
él estaban Chón Castro, Emilio Alcalá y un
campesino de La Cantera, hermano Lolo López
y un señor de chamarra de cuero negro, de tez
blanca y sonrojada, con lentes estilo Clark Kent, el
camarada Zepeda. ¡Esos eran todos los comunistas
de Fresnillo!, o eso es lo que me hicieron creer
mis curtidos camaradas. Imperaban aún las reglas
de semiclandestinidad, pues nuestra Dirección
Nacional estaba en integrándose al proceso de
la Reforma Política, puesta en marcha por Jesús
Reyes-Heroles en 1976.
Estuve yendo y viendo de Zacatecas a Fresnillo
por varios meses. El la prepa 1 estaba integrado a
la célula del partido que dirigía el sicólogo Nacho
Castillo, originario de Veracruz. Integrábamos
aquella agrupación comunista los profesores
Eligio Meza y René Lara, José Luis Guardado,
Rafael Laredo y su servidor.
Al llegar a prepa 3 y establecer contacto
con los simpatizantes estuvo en chino, en
chino fresnillense, ustedes me entienden. En el
interior de los salones de clase había pintas de
la Cuarta Internacional, los troskos pues y, para
mi sorpresa Enrique Alcalá (El huesos), hijo del
Camarada Emilio; estaba con ellos. Pero después
de una sesión de crítica y autocrítica, tan moda
por aquella época; en la casa del comité alterno
en la calle Tlaxcala 29 (casa de la familia Alcalá-
Gallegos), que sostuvimos el Camarada Emilio y
yo con Enrique, lo convencimos de unir esfuerzos
y trabajar con el PC. Enrique fue la llave para
abrir el torrente de jóvenes preparatorianos y
de secundaria que se unieron a nuestras filas. Él
conocía y lo conocía, un resto de banda, algo
tenían que dejar las horas de cáscara en la cancha
de básquet de la prepa.
De una u otra forma, un torrente de jóvenes nos
echaron la mano en el las pintas y las pegas, en
el perifoneo, repartir volantes, salonar, ser vigías
para avisarnos cuando venía la chota, pues como
aún no era legal el PC, si nos cachaban en las
pintas y en las pegas, pal´bote, previa confiscación